viernes, 2 de agosto de 2013

Que no se apaguen las calderas




Que no se apaguen las calderas nunca más en la Argentina.
Ese fue quizás el mensaje más luminoso que dejó Cristina ayer en el norte jujeño al reinaugurar el histórico Ingenio La Esperanza.
En los rostros de esos compatriotas, en la mirada milenaria de ese pueblo norteño, está grabada  la historia que venimos recorriendo en estos últimos años.
Fue como si la Pachamama en su día celebrara gozosa la vuelta del trabajo y la inclusión social allá en lo alto de la Patria.
Hay más de una razón para celebrar. A modo de muestrario  vale enunciar que:
*La recaudación fiscal trepó en el mes de julio a un nuevo récord, superior a los 80 mil millones de pesos; un 31,6 % más.
*La producción y el trabajo, el consumo interno y el turismo continúan creciendo, lo que hace prever que la economía aumentará mucho más que el 3,5 % pronosticado por algunos organismos. 
*El haber jubilatorio subió un 14,41, lo que implica un aumento del 31,78 % en lo que va del año. 
*La desocupación bajó del 7,9 al 7,2 %.
*Se anunció la apertura de una gran planta de producción de motocicletas en la provincia de Buenos Aires.
*La ANSES superó los 282.000 millones de pesos de su Fondo de Garantía de Sustentabilidad contra los 80 mil que tenía cuando lo manejaban a su antojo las ex AFJP.
*La industria de la construcción creció en junio el 6,6 % de la mano de la obra pública y en particular de las viviendas sociales y el Plan PROCREAR.
*El consumo de servicios públicos (agua, luz, gas) creció el 7,1 % durante el primer semestre del año.
*La industria de electrodomésticos creció en sus ventas un 23,4 % respecto al mismo período del año pasado.
Podríamos seguir enumerando logros, pero alcanza con estos para implorar a una oposición que hace rato perdió el rumbo, que terminen con los versos, que rebatan si se animan estos datos de la realidad y que muestren un proyecto de país superador al que nos hizo recuperar la Patria en esta década ganada  y nos hará crecer mucho más en los próximos años.
El nuevo tramo del gasoducto inaugurado por la Presidenta ayer en Salta gracias a  la recuperación y robustecimiento del Fondo de la Industria tabacalera,  más la puesta en marcha del Ingenio La Esperanza en Jujuy, son la expresión más nítida de la Argentina de esta época.
En tan dignos lugares el neoliberalismo supo poner en dudas el rumbo de la Patria: entre los que decían que esas provincias eran inviables y los que se abrazan desde siempre al legado imbatible de San Martín, Belgrano, Güemes y Juana Azurduy.
Es eso lo que se vuelve a dirimir en estas elecciones.
Por eso la emoción de la Presidenta y su pueblo.
Saben que está en juego nuevamente el destino del país profundo.

El Argentino, viernes 2 de agosto de 2013

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