Ahora sí
entramos a la recta final de las PASO. Queda apenas un puñado de días para que
cada candidato y cada fuerza política le diga la verdad a una ciudadanía que
estará escuchando sus propuestas.
Es la
democracia, amiga. Funciona así.
Cada cuatro
años somos nosotros, el pueblo, los que decidimos quién será diputado, concejal, intendente, gobernador y
presidente. Y cada dos, como esta vez, elegiremos quién será legislador y quién
no lo será.
El 11 de agosto,
es decir el domingo que viene, decidiremos quiénes irán de candidatos y
candidatas a dirimir una banca parlamentaria en octubre próximo.
Es la
democracia, amigo. Funciona así.
Llueven las
promesas y las frases huecas, por un lado y surge, por otro, un manantial de
hechos que corroboran con creces las cosas que se dicen en campaña.
Una de esas
posturas tiene que ver con la vieja política, esa que nos mentía alevosamente,
total lo importante era cosechar los votos necesarios para después hacer lo que
se le venga en gana al candidato una vez elegido.
La
democracia popular dará un salto definitivo hacia un país más justo y más libre
de ataduras, el día que le saque el archivo a cada dirigente. No para
acorralarlo ni ponerlo en apuros. Simplemente para cotejar con ellos entre lo
que se dice y lo que se hace.
Hagámoslo
en la semana que nos queda hasta entrar al cuarto oscuro y elegir nuestro voto.
Empecemos
por la lista de Sergio Massa que, según dicen sus promotores del Grupo Clarín,
va primero en las encuestas en la provincia de Buenos Aires.
Pregunta:
¿Cómo votaron sus candidatos cuando el Parlamento definía los fondos para
garantizar la Asignación Universal por Hijo y el aumento a los jubilados y
pensionados? Se lo digo ya: votaron en contra de la recuperación del ahorro de
los trabajadores incautados por las ex AFJP.
Pregunta:
¿Cómo votaron cuando se debatió el uso de las reservas del Banco Central para
afrontar el pago de la deuda externa sin endeudarnos más, como venía siendo
desde hacía medio siglo?
Se lo digo
ya: votaron en contra.
Pregunta:
¿Cómo votaron los que hoy están con Massa cuando se trató la Reforma a la Carta
Orgánica del Banco Central para poder otorgar créditos, obligatoriamente, a la
producción y a las pequeñas y medianas empresas?
Se lo digo
ya: votaron en contra.
Conclusión:
si negaron con su voto los fondos necesarios para bancar la AUH, la movilidad
jubilatoria, el trabajo y la producción ¿de qué promesas de un país mejor me
hablan esos candidatos?
Por eso
vale decir: “dime cómo votas y te diré quién eres”.
En
democracia se puede ganar o perder. Se puede ser gobierno y se puede ser
oposición. Lo que no se puede hacer más es mentir al ciudadano.
El Argentino, lunes 5 de agosto de 2013
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