domingo, 28 de diciembre de 2014

Hebe, Ofelia, los pibes y Malvinas


Hay veces que la historia de los pueblos se resume en un instante preciso y en un mismo lugar.
Fue hace pocos días en el Museo Malvinas, el que fue construido por decisión de la presidenta sobre la tierra herida y doliente de la Ex ESMA.
Ofelia, con sus ochenta largos, avanza a pasos calculados para no tropezar en su camino hacia donde estaban las Madres de Plaza de Mayo esperando el momento del homenaje que allí recibirían.
Hebe, también con sus ochenta largos, la ve venir, la abraza y se abrazan todas como si fueran niñas reencontradas en el patio del recreo en una  escuela de La Plata.
Menos Ofelia, todas llevan el pañuelo blanco sobre sus cabezas.
De pronto hace su entrada Andrés “Cuervo” Larroque y todas se vuelven a abrazar y a reír como viejos compinches que se escapan a la siesta para ir a jugar a la vereda. Después de todo, es el Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos.
Hay música en el ambiente, variada y linda música.
Un Granadero hace ritmo con sus altas botas negras, mientras la banda musical agita el viento y hace balancear el avioncito de Fitzgerald colgado del techo del Museo.
Miro la escena y pienso emocionado: “De aquí ya no se vuelve”.
Todas esas mujeres compañeras de Hebe, perdieron a sus hijos en las manos sangrientas de los genocidas, civiles y militares, de la última dictadura.
Ofelia, en cambio, es madre de la presidenta que al igual que su marido, el presidente Néstor Kirchner, reparó con justicia tanto dolor causado a esos compatriotas muertos, torturados, exiliados, encarcelados y desaparecidos, muchos de los cuales fueron sus compañeros de militancia en los años setenta.
Todo ocurre en el domicilio de la Causa Malvinas. Y como si fuera poco se suma Vicky Cabo, la hermana de Dardo, el jefe de aquel operativo “Cóndor” que aterrizó en Malvinas con las 7 banderas de las cuales una exhibe su proeza en el Museo.
“La historia reparada”, pienso, mientras musito por lo bajo por esas cosas del pudor: “Tenemos patria, tenemos patria”.
Ninguna ofensa a nadie. Ningún insulto se escucha en esa tarde de homenajes y despedida del año. Ningún desmadre. Hay tanto dolor acumulado allí por cada metro cuadrado que alcanzaría para hacer un mar de lágrimas y espanto y sin embargo no deviene ni un centímetro en rencor, sino en muestras de amor y más amor.
“Te recuerdo Amanda” canta en el Museo el maravilloso coro del ECUNHI y  Roberto Caballero se refriega los ojos y lloramos todos, mientras los pibes de los barrios entregan sus regalos a las Madres.
Y tanto amor tenía que producir otro milagro: Hebe, con sus ochenta largos y sus pasos cortos andando con un andador, se pone de pie y empieza a bailar al compás de los bombos y los clarinetes que acompañan las consignas que entonan los pibes de La Cámpora. Hebe ya no baila sola. Hebe baila con todos y todos la aplauden y siguen llorando de emoción mientras la ven pasar entre el Gaucho Rivero y Luis Vernet y el acordeón nostalgioso de un ex combatiente de Malvinas.
Javier, hijo de Paco, el que supo ser Urondo para todos los tiempos, acerca una copa y brindamos juntos. “Por la vida” dicen las Madres y repetimos todos: “Por la vida”. Y está todo dicho.
Tristán Bauer y María Rosenfeldt se acercan y me dicen temblorosos de emoción: “Guardemos este momento en algún lugar del museo”.
Claro que sí. Hay que guardarlo como un mojón del alma colectiva, porque cada vez que reímos y bailamos es una batalla cultural ganada a tanta tristeza compartida, la que nos viene de antaño y la honda tristeza más reciente, cuando Néstor partió no sé hacia dónde, aunque sigamos cantando por los siglos de los siglos que no se morirá jamás.   
Chachi Velázquez entrega una carta de Alicia Kirchner y el aire vuelve a llenarse de consignas.
Teresa Parodi habla y nos volvemos a emocionar. La ternura aletea por aquí y por allá.

El ex combatiente, Ernesto Alonso, habla y ríe a carcajadas con un  militante kirchnerista que ahora tiene su edad cuando él combatió en Malvinas.
A este país de amor se lo puede tocar, acariciar, invitarlo a bailar como baila Hebe.
Cabe una pregunta inocente en el Día de los Inocentes: ¿Al país de Magnetto se lo podrá encontrar fuera de los albañales del odio y de la cría que dejó la dictadura?
Nos estamos yendo hasta el año que viene y el balance se resume en aquella tarde junto a Hebe, Ofelia, los pibes y la Causa Malvinas.
Dos proyectos de país se vienen enfrentando desde hace ya dos siglos. Pero se ven la cara recién en estos últimos años.
El que expresa y representa la injusticia y la exclusión, la dependencia y la entrega del patrimonio de los argentinos, la subordinación política a los poderes corporativos, ese poder que archiva en su madriguera tanto olor a muerte, ese poder financiero que con sólo dar una orden por control remoto hace estallar países por el aire, ese poder es el que quiso la violencia para este final de año.
Y no pudo.
El proyecto del que formamos parte tiene la guardia en alto porque los conoce bien y en el cuero propio. Pero eso no impide que bailemos festejando una nueva victoria, y no esta última  victoria, sino la que se aproxima a pasos agigantados. 
A diferencia de otros tiempos y de otros países hermanos, la Argentina no tiene una grieta social como quisieron vendernos. Hay remeras con la cara de Néstor y Cristina, de Hugo Chávez y Fidel, del Che Guevara y las Malvinas, ¿alguien vio una remera con la cara de Magnetto, el verdadero jefe opositor?
Suben las ventas en los comercios grandes, medianos y pequeños, las rutas se llenan con 2 millones de turistas presurosos por un cacho de playa o de montaña, la radio informa que subieron las reservas del Banco Central a 31 mil millones de dólares y que las naftas bajarán el 5 % a partir de enero, el cielo de la noche navideña se llena de colores, los vecinos levantan sus copas de vereda a vereda, los violentos estarán mordiendo el freno en sus aguantaderas.
Ha ganado el sentido común de los argentinos y la paz social es su mejor custodia.
El año que llega será mucho mejor todavía.
Hay proyecto de patria para rato.


Miradas al Sur, domingo 28 de diciembre de 2014




domingo, 21 de diciembre de 2014

Cuba y esa terca dignidad de los humildes


Y el nuevo siglo nos encontró unidos y no dominados.
Cuba venció a los mil intentos de derrotarla.
El Mercosur se fortaleció en los pagos entrerrianos de Urribarri.
Cristina marcó la cancha a propios y ajenos al señalar que el proyecto será reelecto con el candidato que asegure la profundización del modelo de país que ella conduce.
Todos los organismos internacionales de relieve mayor, la CEPAL, la UNICEF, la UNESCO, la OIT, la ONU en toda su extensión, reconocieron durante el 2014 que Argentina es el país del continente que más logros conquistó en su lucha por la igualdad social.
La Plaza de Mayo volvió a brillar en una tarde-noche de tormenta y de amor incondicional por Cristina.
Racing salió Campeón. 
Cuántas cosas pasaron en una sola semana.
He allí el pulso de este cambio de época.
Abordar el análisis de los hechos sucedidos en este puñado de días, quizá sea lo más parecido al ejercicio extraordinario de besarle la frente a la historia.
¿Cómo sería acariciar la piel de la historia?
¿Cómo sería sentir la brisa fresca de su paso terrenal por la puerta de tu casa?
¿Cómo sería haber visto a Perón saludando en el balcón de la Casa Rosada y en el balconcito de la residencia de Gaspar Campos cuando volvió del exilio?
¿Cómo sería haber recibido un juguete y un abrazo de Evita cuando niño?
Las memorias que se guardan de la historia no siempre son las que aprendimos de los libros en el aula de la escuela.
Hay memorias alegres y memorias dolorosas que guardamos en la piel.
¿Cómo fue aquella noche en la Plaza de Mayo cuando el gobierno de Cristina resistía el embate de la patronal rural y se apareció Néstor Kirchner entre los militantes?
Hay una generación diezmada que nació a la militancia con Perón y el Che, con el Tío Cámpora, Salvador Allende y Fidel, con el Tío Ho Chi Minh y Mao TseTung y que hacía la historia como hacía el amor poniendo al desnudo el cuero de su propia juventud.
Pues bien, los restos del naufragio  y la continuidad del alma de esa generación, es la que hoy conduce los destinos de la mayoría de los países de la región.
Y la nueva juventud, la que hoy participa, canta, ríe, agita las banderas de liberación en las marchas y actos oficiales, reconoce su origen en aquella otra más lejana.
Por ahí anduvo y anda la historia nacional y popular de la América Latina.
Diremos también que la UNASUR y la CELAC son el instrumento más perfecto que hereda aquel espíritu juvenil que es de todos los tiempos desde hace 200 años.
Pregunta: ¿es posible acaso analizar y valorizar la decisión de Obama por afuera de este contexto histórico? ¿Es racional querer apreciar el deshielo entre los EE.UU. y Cuba por afuera del avance de la Patria Grande en este siglo XXI?
No se trata de reducir ni segmentar ni achicar el campo de la política cuando se trata de caracterizar y definir un cuadro de situación tan importante. Las cosas en su contexto. Y en ese contexto hay que saber apreciar el papel que cumple el Papa Francisco, por ejemplo.
No es que el planeta haya corrido su eje de rotación hacia la izquierda; sería más justo decir que el mundo se está peronizando, aunque la categoría escandalice a las señoras gordas de los barrios cerrados.
Al mismo tiempo que la geopolítica estratégica del capitalismo dominante clava sus garras sobre la Rusia de Putin y amenaza a los países petroleros del mundo emergente con la baja del precio político del crudo, los EE.UU. se ven desbordados por la situación descontrolada en Medio Oriente y más acá, en su “patio trasero”, México sufre una catástrofe social con la desaparición de los 43 estudiantes y el imperio de los narcos en toda su extensión.
En ese marco alborotado y sin hegemonía política interna, el presidente Obama decide recuperar la iniciativa a través del atajo justiciero en relación a Cuba.
Pero no hubiese hecho lo mismo si no existiera esta América Latina unida.
Por eso estamos felices. Porque estamos asistiendo, como dijo Cristina, al triunfo de la dignidad de los pueblos que luchan por su libertad. Y Cuba es la medida de la dignidad en la región y el mundo desde el primer día de su Revolución.
Los pesimistas que creían y sostenían sin rubores que la realidad, cual si fuese un péndulo moviéndose al compás de la ley de gravedad, volvería a correrse a la derecha, han fracaso estrepitosamente. La realidad se vistió de pueblo y democracia y al hacerlo, al triunfar la política del diálogo y la paz, los que pierden son los guerreristas, los armamentistas, los violentos, los injustos.
Por eso gana Cuba. Y triunfa la Patria Grande. 
Al interior del país, Cristina aparece ubicada en la senda correcta.   
Hay que nacionalizar en los análisis el posicionamiento internacional de los dirigentes políticos. Y preguntarse y responder en consecuencia: ¿De qué lado se ubicaron y ubican los opositores en el tablero planetario? ¿Apostaron a la UNASUR? ¿Apoyaron a Cristina en su política exterior soberana, la que desplegó en sus años de mandato? ¿O más bien la rechazaron?
Las respuestas son obvias: patearon en contra, casi siempre. 
En febrero de 1972, Perón decía en “Actualización doctrinaria y trasvasamiento generacional”: “En lo interno ya no tenemos oposición, solamente opositores y opositores ofuscados, que no representan ningún peligro. A esos opositores los hemos de vencer como se vence en las democracias: con las urnas y con los votos”
Cuanta actualidad, Perón. Y no porque se han detenido las agujas del reloj de la historia, que de eso venimos hablando, sino porque la injusticia se ha quedado sin argumentos convincentes.
Los opositores representan el lado oscuro de la vida y la política del odio y la mentira. Aunque para ser justos, habría que decir que esta mediocridad opositora con la que convivimos, haría enrojecer de vergüenza ajena a los opositores de Perón en los setenta.
Pero no descendamos.
Hay que concluir que si Cuba es la medida de la dignidad de los pueblos en este lado del mundo, la Argentina se ubica en ese mismo lado.
Por eso estamos felices.
Porque los días más felices siempre fueron peronistas. 

Miradas al Sur, domingo 21 de diciembre de 2014







domingo, 14 de diciembre de 2014

Las Madres desembarcan en Malvinas



Quizá la democracia y la historia sean un continuo desembarco en playas nuevas.
Claro que para desembarcar antes hay que elevar las anclas, soltar las velas del barco y echarse a mar abierto. Sólo después se desembarca. Y se vuelve a andar.
Y así va la vida. 
Lo cierto es que desde el día que desembarcó Néstor Kirchner en la Casa Rosada, las playas se sucedieron sin descanso.
Nos llevaría varias páginas repasar cada una de ellas. Pero hay que recordar el punto de partida que no fue otro que un Presidente desgarbado que barría de un plumazo a la Corte menemista, a los altos mandos militares que aun guardaban olor a naftalina y a dictadura, la bajada de los cuadros de los genocidas, la anulación de las leyes de la impunidad y el indulto, la reapertura de los juicios de lesa humanidad y la recuperación de la ESMA para resignificarla con vida, con memoria y con el respeto a los derechos humanos de todos quienes habitamos suelo argentino.
Una de las primeras en entrar a ese predio con sus compañeras del pañuelo blanco fue Hebe de Bonafini.
Cuentan incluso que ante la amenaza de cerrarle las rejas para impedirle pasar, Hebe les manifestó que entrarían igual, aunque tuvieran para ello que cortar los candados.
Allí empezó a nacer el ECUNHI, Espacio Cultural Nuestros Hijos, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, un lugar de música y amor y solidaridad con los más humildes presidido más tarde por la cantora popular Teresa Parodi, actual Ministra de Cultura.
Fue entonces que Hebe confesó que había sentido la sensación de estar desembarcando en una nueva playa donde estaba la memoria de sus hijos queridos.
El próximo 19 de diciembre a las 4 de la tarde, Hebe y sus compañeras volverán a desembarcar en la ex Esma,en el Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos. Pero esta vez harán pie en el Museo Malvinas, justo enfrente del ECUNHI, para ser recibidas con flores y canciones y danzas y ex combatientes y militantes de toda una vida y jóvenes de los barrios y gente simple y sencilla que seguramente se dará cita para rendirles el merecido homenaje que ellas, las Madres, se merecen.
Será una manera de agradecerles tanta vida y reparar con caricias los golpes que recibieran para la misma fecha en el 2001.
La política de Derechos Humanos del gobierno de Néstor Kirchner primero y de Cristina después, es una voluntad militante llevada a la categoría de política de Estado.
Desde esa voluntad se transformó el país de cuajo, desde los cimientos, desde el pie. No entender este origen del proyecto nacional y popular expresado por el kirchnerismo en estos años, es no haber entendido  nada de la historia, de la política, de la vida.
Si cambió la época, como afirmamos, es porque el Estado que mataba jóvenes y exaltaba la guerra, hoy convoca a los jóvenes para construir una democracia cada vez más justa, soberana e inclusiva.
Vaya con la diferencia.
Y si esta es realmente la hondura de la política de Memoria, Verdad y Justicia, la hondura de la declaración de Mauricio Macri sosteniendo que si llegara a la presidencia se terminaba “el curro de los derechos humanos”,llega hasta la propia dictadura cívico militar.
Desmerecer, desdibujar o subestimar sus dichos sería un error que nos puede costar muy caro como sociedad
Si proyectáramos esa nefasta afirmación llegaríamos a la insalvable conclusión de que  un cambio abrupto en la dirección de los vientos del proceso político iniciado en el 2003 implicaría el intento, también desde el Estado, de echar por tierra con los cimientos de la nueva época.
No es broma. No es dramatizar al cuete. No es sobreactuar la proclama cuasi golpista de los que quieren dinamitar el actual proyecto de país en curso. Es simplemente advertir a tiempo lo que puede suceder si gana Macri o cualquier otro invento opositor.
Nada de eso sucederá. Pero la política es voluntad y a la voluntad hay que dotarla de organización y convicciones para lograr más victorias en beneficio del pueblo y de la vida.
La Plaza de Mayo ayer llena de pueblo, con el claro liderazgo de Cristina, es un certificado de garantía hacia el futuro. No hay que dormirse en los laureles hasta que llegue la hora del nuevo desembarco. Estamos navegando en aguas agitadas a nivel mundial. Acechan los peligros de este a oeste y de sur a norte.
Por eso sobresale Argentina que, como dice la FAO, logró recuperar el valor adquisitivo de los salarios destrozados en la crisis del 2001.
Pero lo novedoso, lo que marca la nueva época en toda su extensión y profundidad es que toda la región ha crecido como ningún otra en el mundo.
Dice José Graziano da Silva, Director General de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, FAO: “América Latina y el Caribe se ha convertido en un referente mundial en la lucha contra el hambre. No sóloe s la única región del mundo que ha logrado alcanzarla meta del hambre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio reduciendo a menos de la mitad su proporción de personas subalimentadas desde 1990, sino que se trata de la única que todavía tiene a su alcance la meta más ambiciosa dela Cumbre Mundial de la Alimentación (CMA), que busca reducir el número total de personas con hambre, un reflejo de la prioridad que la región completa le ha otorgado a la lucha contra el hambre.Los logros regionales no son producto del azar ni del mero desarrollo económico. Nacen de una decisión expresa de asumir la lucha contra el hambre como un compromiso político al más alto nivel, respaldado, abrazado y empujado por toda la sociedad.”
El Informe anual de la FAO indica: “Según el Panorama 2014, en números absolutos el hambre en la región bajó de 68,5 millones de personas a 37 millones en poco más de veinte años. La mayor reducción se ha dado en América del Sur: de 60,3 millones en 1990-92 a 29,5 en la actualidad…La región ya alcanzó la meta del hambre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio”
Que las Madres de la Plaza desembarquen la vida en el Museo Malvinas significa que aunque falta mucho por andar, los sueños revolucionarios de sus hijos ya son una realidad. 

Miradas al Sur, domingo 14 de diciembre de 2014


domingo, 7 de diciembre de 2014

Néstor Kirchner, en la mitad del mundo


La Patria Grande ya tiene su propio domicilio.
Desde ahora, el imponente y bello edificio de la UNASUR, en Ecuador, a 13 km de Quito, en la mitad del mundo, albergará al proyecto unificador sudamericano que tuvo en Néstor Kirchner “su primer presidente”, como dijera Evo Morales el día que por unanimidad de los mandatarios de toda la región, el ex presidente argentino asumiera la Secretaría General del organismo. 
Con la unidad lograda, el nuevo mundo es cada vez más nuevo ante un mundo viejo que se viene a pique de la mano del neoliberalismo depredador que azota a Europa, Japón y  los EE.UU.
Aquí, en la América Latina, siempre fueron así los hombres del poder real.
Desde que llegaron de España no hicieron más que saquear a los pueblos, dividir y fragmentar la Patria Grande, vivir a costillas del trabajo ajeno.
Siempre fueron así. Las clases rentistas coloniales que nos dominaron durante cinco siglos tienen su modelo en aquella Potosí que desangraron hasta la última gota. Y estos ladrones de guante blanco que fugaron miles de millones de dólares durante los últimos años, vienen del mismo modelo saqueador de Potosí.
Siempre fueron así. Parásitos. Ladrones. Delincuentes. Saqueadores. Indolentes. Criminales.
Y vaya con la paradoja, porque es ahora que, todos quienes abrazamos el proyecto emancipador americano, estamos en condiciones de aplicarles su propia medicina al decirles a los sectores sociales colonizados por los grandes multimedios de comunicación que les hacen eco, que miren hacia afuera de nuestro continente, miren allende los mares, miren más allá de sus narices y de su propio ombligo para darse cuenta de qué se trata el mundo en este siglo XX.
Allí están los “países serios” como ejemplificaron siempre y pusieron de modelos para imitar.
Empecemos por nuestra bien o mal llamada “madre patria”, España, el país colonizador de la región, el que nos legó la lengua y mixturó su cultura con la de otros países y pueblos originarios, pero aun así, no nos arrancó ese espíritu indomable que llevamos en la sangre y la memoria, que es el mismo espíritu que tuvieran García Lorca y Miguel Hernández y los republicanos derrotados por el franquismo. 
Siguen llegando españoles a nuestras playas por millares en busca de trabajo.
Un dato revelador: los trámites para residir en la Argentina se triplicaron durante la presidencia de Cristina.  Bienvenidos todos a un país con futuro como somos nosotros.
La canciller alemana, Angela Merkel, aceptó esta semana que “Europa no es ahora mismo una tierra de futuro para los jóvenes”; los pibes europeos sufren tasas de desempleo del 40% y dicen tener escasa confianza en encontrar un puesto de trabajo. Sondeos de opinión calificados afirman que 6 de cada 10 jóvenes españoles desean emigrar en busca de empleo y lo que es más dramático, dicen estar convencidos que en el futuro ellos vivirán peor que sus padres. Allí se impone un nuevo vocablo que califica a un amplio conglomerado social surgido de la crisis: “el precariado”, lo llaman. Son jóvenes estudiantes y profesionales, artistas y comerciantes, pequeños empresarios y trabajadores desocupados que deambulan entre la inclusión y la exclusión social en busca de pasar la hora más dramática de sus vidas.
¿Qué se estará incubando en esa sociedad que empuja al desamparo a millones de ciudadanos que sienten perder su propia identidad de tales? ¿Podrá llegar a tiempo el partido “Podemos” de gente tan valiosa que nutre sus raíces en nuestra experiencia latinoamericana? ¿O crecerá la ultra derecha como crece en Francia y como crece en Suecia al punto de derrumbar al flamante gobierno de socialdemócratas y ecologistas?
Ahora ajústese el cinturón, porque es preciso que sepamos, que admitamos y que divulguemos que esos depredadores del pasado, del presente y del futuro no están sólo en Europa, están entre nosotros. ¿O quiénes son los que fugaron nuestra riqueza a bancos en el exterior, en cuevas financieras y paraísos fiscales?
Investigaciones como las reveladas por la AFIP, a las que el gobierno de Cristina impulsa seguirlas hasta llegar a fondo, caiga quien caiga y cueste lo que cueste, fueron muchas veces el fugaz y hasta romántico contenido de variados mamotretos de formación política-económica de honrosas organizaciones populares; pero jamás materia de análisis y decisión estratégica de un gobierno, de un estado, de una gestión oficial, como es ahora.
Cuando desde el poder en las sombras que ejercen esos tipos impulsaron la truchada judicial allanando una oficina vacía de un supuesto hotel de la familia presidencial y cuando proclamaron en una reunión empresarial que el mercado volvería a torcerle el brazo al Estado como en el pasado, estaban operando en defensa de sus intereses cueveros y parasitarios.
Repasemos la información para comprobarlo: “Altos directivos de las empresas más importantes del Grupo Clarín engrosan la lista de contribuyentes que tienen cuentas que, según la AFIP, no fueron declaradas en Suiza, y se suman a causas judiciales pendientes.
Estas cuentas habrían sido concretadas a través de una serie de plataformas ilegales montadas por el banco HSBC con el fin de facilitar la evasión en el pago de impuestos, en maniobras por al menos 3.000 millones de dólares”. 
Y la información sigue, consignando algunos nombres de los presuntos implicados:“Saturnino Herrera Mitjans, del Grupo Clarín; Pablo César Casey, sobrino de Héctor Magnetto y otros”. 
“Serían 4.040 cuentas de clientes del HSBC Suiza que son de nacionalidad argentina de los cuales 300 todavía no fueron identificados y que, de acuerdo con una estimación de la AFIP, la evasión fiscal estimada podría tener un piso de 3.000 millones de dólares”.
Los diputados se animaron a investigarlos, ¿se animarán los jueces?
Lejos de esa podredumbre, Cristina recibió el apoyo unánime de la UNASUR en Ecuador y al día siguiente, desde el mojón que separa al mundo por el medio, la memoria de Néstor saludó a los pueblos unidos de la América del Sur, como diciendo, “o estás de un lado o estás del otro”.


                                      Miradas al Sur, domingo 7 de diciembre de 2014

domingo, 30 de noviembre de 2014

El allanamiento


La opereta del  desgaste contra Cristina está en pleno desarrollo.
La falta de propuestas alternativas de la oposición, explica las operaciones judiciales de la prensa hegemónica.
¿Qué país seríamos si en plena dictadura los medios de comunicación y la justicia hubiesen denunciado con esta misma fiereza que hoy emplean contra Cristina, los asesinatos a mansalva tras el manto impune de seudo “enfrentamientos con la subversión”?
¿Y qué país seríamos, Margarita, si en plena democracia los que hoy conforman el circense arco opositor hubiesen denunciado con la misma pasión con que hoy denuncian a la Presidenta, el enriquecimiento de lesa humanidad de los empresarios mediáticos que se quedaron con Papel Prensa en la dictadura cívico-militar? 
Uno los ve penosamente deambular por los estudios de TN cual si fuesen los fiscales del juez Griesa y los fondos buitres y entonces sabe que ya no podrán redimirse de tamaña ofensa al honor nacional. 
Estamos transitando el desfiladero donde se dirime la suerte del proyecto de país que queremos para los próximos cien años.
Los enemigos del pueblo saben que es así y por eso tanta rabia y desmadre y tanta desvergüenza para atacar la figura presidencial y la de nuestro Néstor querido y la de sus hijos y la de su familia y la de millones de pibes que la quieren y valoran por lo que supo jugarse por los argentinos. En particular, por los más humildes.  
Pero aunque nos enseñaron que ni las guerras clásicas ni los conflictos fronterizos focalizados ni los antagonismos políticos o religiosos se ganan con argumentos sino con relaciones de fuerzas favorables, el amplio y complejo espacio popular del que formamos parte está obligado ante la historia a esgrimir hechos y argumentos todos los días del año. La memoria que pregonamos es, al fin de cuentas, el permanente ejercicio de la verdad y la justicia.
Es la política, la única arma que nos es permitida usar en democracia.
Allí y sólo allí habitan nuestros argumentos.
Ahora bien, con esos tipos de enfrente no hay reconciliación posible. Ellos vendrán por todo si la suerte electoral les abriera una rendija. Vendrán por la ley de medios, por la AUH, por la ley de matrimonio igualitario, por la jubilación estatal, por las reservas monetarias, vendrán por todo. ¿O acaso no intentaron ejecutar en estos últimos años todas las maniobras sediciosas del manual de operaciones de la derecha antidemocrática, la del país, la de la región y la del mundo?
Corridas bancarias, alzamientos policiales, parodias de piquetes, embargo de la Fragata “Libertad”, campañas devaluatorias, paros anti obreros como los del transporte esta semana, amenazas de desacatos de los fondos buitres de adentro y de afuera y todo salpimentado por mil operaciones de prensa contra el gobierno y el proyecto de país que representa.
La novedad histórica no es cómo actúa esa derecha aquí y a nivel planetario.
Lo novedoso, lo innovador, lo transgresor, lo nuevo es la conducta firme de una Presidenta que sostiene la pulseada y ella también va por más junto al latido de su pueblo.
Habrá que saber acertar con el registro comunicacional de esa pulsión de vida, so pena de dejarse arrebatar el vocablo “cambio” por los que mueven la palanca de cambios sólo marcha atrás. Cristina es el cambio. Y quien la suceda en su nombre deberá seguir su huella para no errar el camino.
De eso se trata esta batalla cultural con doble llave de entrada:
1.- Por las transformaciones que produjo en la estructura productiva del país y
2.- Porque a diferencia de otros gobiernos populares que lo antecedieron, el de Cristina construye memoria colectiva explícita, en los barrios, en las escuelas y universidades, en los nuevos museos y centros culturales, en las vacunas incorporadas, en los nuevos textos literarios, en el redescubrimiento de la verdadera historia, en estimular desde el Estado y desde el pueblo una cultura del Bicentenario.
Nos estamos acercando aceleradamente al nudo de la cuestión histórica. Y eso es bueno, aunque nos de vértigos. Es decir, como sociedad, mayoritariamente, estamos empezando a descubrir que ni el neoliberalismo ni el proyecto nacional y popular son tan sólo modelos económicos en pugna. Son dos cosmovisiones sociales y culturales antagónicas. En una, el neoliberalismo del mercado que pregonan los opositores que viven angustiados por “la inflación”, el valor del dólar y el no endeudamiento en el mercado de capitales, toda salida de la presunta crisis empieza por recetar la exclusión social, el endeudamiento externo, el enfriamiento de la economía y el recorte del “gasto social” por parte del Estado.
En otra, el  modelo nacional, la inclusión social y la soberanía ordenan el horizonte, el presupuesto del Estado y las políticas de ensanchamiento y profundización de la democracia.
En definitiva, eso es el Kirchnerismo.
América Latina alumbra el nuevo siglo en un mundo occidental que se cae a pedazos. Depende de esta generación, de estos gobiernos populares, de esta juventud activa y participativa en la cosa pública, que la oportunidad histórica no se nos escape de las manos. Para que ello no ocurra hay que prepararse para ganar las próximas elecciones y seguir profundizando el proyecto que hoy gobierna en la región y en particular en la Argentina.
El futuro que promete lo más viejo del mundo es la policía de los EE.UU. asesinando a un niño de 12 años que portaba un arma de juguete y a un joven afroamericano desarmado y son las altas tasas de desempleo creciente en Europa y en los EE.UU.
Hay que desmarcarse de ese futuro consolidando este presente que vivimos.
Que nadie se confunda en esta hora.
No son “despropósitos” sino operaciones políticas los allanamientos a  edificios buscando encontrar presuntas “bóvedas”, presuntas “cajas”, presuntos “papeles”.
Con semejante odio y si pudieran, allanarían el alma del proyecto kirchnerista.
¿Acaso no allanaron y ultrajaron los féretros de Evita y de Perón?
Se equivocan de nuevo.
El honor de Cristina tiene su residencia en las casas del pueblo.
Tendrán que allanarlas a todas, señor juez.


Miradas al Sur, domingo 30 de noviembre de 2014

domingo, 23 de noviembre de 2014

El día que la democracia recuperó Malvinas


Perón decía que el pueblo reclamaba su regreso del exilio y la vuelta del peronismo al poder, “no porque hayamos sido muy buenos, sino porque los que vinieron después de nosotros fueron muy malos”.
Nos resultaría fácil decir ahora algo parecido midiendo la profundidad del abismo cualitativo que existe entre el Kirchnerismo y la oposición.
Pero no.
El Kirchnerismo demuestra con sus acciones de gobierno que expresa un proyecto de país, una estrategia política y un liderazgo social ampliamente superior y superador de todas las variantes opositoras.
O sea.
Revirtiendo aquel concepto de Perón, con todo respeto por el General, podríamos afirmar que el oficialismo es tan eficiente en su gestión de gobierno que deja en orsay permanente a una oposición que se quedó sin combustible, con el tanque vacío y lo que es peor, sin un conductor que los transporte por caminos más seguros.
Habría que decir que el verdadero conductor está fuera de la pista de carrera.
En conclusión: si la oposición se demuestra mala es porque el Kirchnerismo se demuestra bueno, políticamente hablando.
No vamos a caer en la tentación reduccionista de calificar el último desaguisado de Carrió con la recurrente frase: “está piantada”. Y no lo haremos, no por una cuestión de buenos modales, sino porque no acordamos con esa calificación, más allá del rigor psiquiátrico que puedan ostentar los que la afirman. Pero si seguimos ese camino tendríamos que ser justos con el resto de la oposición y decir que todos están piantados. Porque si no parecería que la única responsable de la caída vertical de la oposición ante la sociedad es Carrió. Y son todos ellos. No se salva nadie. Viven haciendo abstracciones sobre la realidad, o mejor dicho, viven una realidad que no vive la gente del común, quedaron anclados en la Argentina pre-kirchnerista. Y eso es muy grave. Porque cualquier dirigente político, opositor u oficialista,  puede tener un desliz en su derrotero, pero transcurrir la vida en un desliz permanente y prolongado, significa que se cayeron del mapa de la democracia real. Y del mapa de la cordura más elemental.  
Hay una nueva sociedad ¿no se dan cuenta acaso que están pasando muchas cosas en la superficie y en el subsuelo de la patria y el pueblo? ¿Dónde viven? ¿Sólo en la tapa del Clarín y La Nación y en los estudios de TN?  ¿No son capaces de preguntarse siquiera a qué obedece esta demanda masiva de alquileres veraniegos ya a esta altura del año? ¿No son capaces de salir a recorrer las calles y las plazas de las ciudades más populosas para observar con sus propios ojos los bares y pizzerías repletos de clientes? ¿No se preguntaron por qué en la Noche de los Museos en Buenos Aires casi un millón de personas circularon llenos de entusiasmo y ganas de pasarla bien y comprando un libro o un recuerdo para la familia?
Podrán estar o no de acuerdo con la realidad, pero no pelearse con ella.
Eso sí que es locura total.
A propósito.
El sábado 15 de noviembre sucedió algo maravilloso en el Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos, en general y en el Museo Malvinas, en particular. Era un mar de personas que se contaban por miles los que allí llenaron de pueblo la Noche de los Museos. Ya desde temprano, el ECUNHI, Espacio Cultural Nuestros Hijos de Madres de Plaza de Mayo, se llenó de un piberío multitudinario que participaban de una actividad organizada por la entidad con el auspicio del Ministerio de Cultura y el Ministerio de Educación de la Nación.
Desde allí, al cierre del festival, se dirigieron con sus tambores y su colorido a encender las luces del Museo Malvinas. Y fue una fiesta. La multitud ingresaba a la ex ESMA y se dirigía al Centro Cultural “Haroldo Conti” y de allí culminaba el recorrido en el Museo Malvinas.
Cuando las bandas de música hicieron oír sus primeros acordes, los chicos y los miles de jóvenes que colmaron las instalaciones del Museo y el Parque que lo rodea, se largaron a bailar y a cantar con los pies en el espejo de agua que simboliza nuestro mar argentino y que tiene en su centro una escultura a escala de las Islas Malvinas. Danzaban al grito de “el que no salta es un inglés”, cantaban canciones de amor, se besaban y se abrazaban emocionados como si en democracia los argentinos hubiésemos recuperados las Islas.
Fue una constante ver con los pies desnudos caminar entre el Museo y el simbólico mar (la “pileta” para los desinformados) a los pibes que disfrutaron de la Noche hasta bien pasadas las 3 de la mañana.
Señor opositor, señora opositora: ¿cómo explican este hecho cultural en vuestro país imaginario?
Algo está pasando para que los pibes jueguen en el Espacio de la Memoria y pisen Malvinas y rían a carcajadas, libres, libres, libres.
En definitiva, podríamos decir que toda acción de gobierno que sea propositiva encastra   armónicamente con los deseos y los intereses de la sociedad y viceversa, la sociedad responde positivamente a las propuestas gubernamentales que vayan en esa dirección por donde anda la vida en los días que corren. 
El tacticaje político de la oposición, como bien conceptualiza el dirigente radical Leopoldo Moreau a los desvaríos de sus antiguos correligionarios, los llevó a perder el rumbo definitivamente. Están envueltos en una crisis terminal toda vez que, hagan el movimiento que hagan en el tablero político electoral, el resultado será catastrófico. 
Lo que cuecen por un lado, lo descuecen por el otro.
La UCR, aunque quiso disimularlo, se feudalizó y al hacerlo, sellaron su suerte y la suerte ajena del resto opositor. ¿O quién le dará la estructura territorial a Macri y a Massa sino los radicales?
En este marco se entiende que la pateada de tablero de Carrió no fue más que otro intento de acumular por derecha lo que definitivamente perdieron por centro-izquierda. Se morderán la cola cada vez más, a medida que empiecen a vencer los plazos electorales.
Es la consecuencia letal de la falta de proyecto político.
Encima el capitán no está en la cancha embarrada sino dando órdenes desde un palco VIP.
Alpiste.  

Miradas al Sur, domingo 23 de noviembre de 2014

domingo, 16 de noviembre de 2014

No se vaya que ahora viene lo mejor


El proyecto opositor ha fracasado. Estalló por el aire. Se hizo añicos la meta de juntar toda o una buena parte de la oposición en un mismo frente o alianza, ni bien asomaron las primeras definiciones acerca de candidaturas rumbo al 2015.
Era de esperar, pero es una pena para el oficialismo no tener con quién discutir proyectos de país diferentes, debatir ideas, marcos de referencia democráticos para la región y el mundo.
Es que la mediocridad hizo estragos en las filas de una oposición política y  mediática que intentó unificarse en torno a un motivo que la historia reciente demuestra como ineficaz en términos de construcción: la oposición por la oposición misma.
Chau, no va más.
Ni FAUNEN, ni la progresía anti-K, ni el radicalismo, ni el massismo comelotodo, ni el macrismo como fase superior de la derecha neoliberal, expresan hoy una opción superadora y tentadora para la porción de ciudadanos que querrían votar una alternativa al gobierno actual.
Pero atención: eso no significa que el escenario quede libre de opositores. Por el contrario, igual van a llover ofertas desde de la diáspora obstruccionista contra todo lo que haga o deje de hacer el gobierno nacional.  
Venimos sosteniendo desde hace tiempo que la falta de liderazgo político y la ausencia de un proyecto de país sustentable que pueda presentarse como pretendido “cambio” del actual proyecto nacional, popular y democrático, tornaba inevitablemente estéril cualquier intento de armado político superador. 
Es lo que viene pasando.
Nito Artaza, de la UCR-FAUNEN, sostiene que cometieron un tremendo error cuando firmaron un acuerdo con Elisa Carrió.  
Luis Juez, el dirigente ex progresista cordobés de FAUNEN, sostiene la necesidad de acordar con el PRO de Macri.
Otro radical importante como Gerardo Morales sostiene que hay que acordar con Sergio Massa.
Otro correligionario importante como Mario Barletta, afirma que no deben opinar puertas afueras del FAUNEN, que todo deben discutir puertas adentro del partido.
Ernesto Sanz y Elisa Carrió promueven la necesidad de aliarse con Mauricio Macri. 
Hay más, pero el muestrario sirve para mostrar el grosero contraste entre una oposición que sólo sabe mirarse el propio ombligo al enfrentarse entre ellos mismos y un Frente para la Victoria gobernante que casi en soledad, en cuanto representación institucional, enfrenta a los Fondos Buitres, al gobierno de Obama por prestarles su apoyo, al Reino Unido en defensa de la soberanía argentina en las Malvinas y a las principales cuevas financieras que responden a grandes bancos y que son autores penalmente responsables de sobrevalorar el dólar y atacar continuamente la moneda nacional.
Imagínese el país que nos aguardaría con estos señores gobernando. La ciudad porteña, en tal sentido, sigue siendo una maqueta viviente de esa oposición. Un ejemplo sirve para explicarlo todo, decía Napoleón: la mortalidad infantil, que es el principal indicador de calidad humana en todo el mundo, ha descendido constantemente a nivel nacional, menos en Buenos Aires donde aumentó en el último año.  
Una vergüenza total, tratándose de la comarca más rica de la Argentina.
Claro que con el quiebre final del último partido que aún queda en pie del viejo sistema de partidos políticos fagocitados por la crisis del 2001 (el radicalismo), es posible que el voto a Macri, pese al dramático dato mencionado antes, termine siendo vendido por la corporación mediática como el voto útil de la derecha.
Qué país generoso, diría mi padre.
Si a la dirigencia opositora le va de mal en peor, a su base social conservadora no le va nada mejor. ¿Por qué lo decimos? Porque no hay que dejar de señalar el rotundo fracaso del último y desesperado intento de convocar a un nuevo “cacerolazo” este jueves pasado. No fue nadie. Y los que fueron, asustaban a los chicos que pasaban por allí, que creyendo ver fantasmas, lloraban pidiendo upa a sus respectivas madres.   
Es de antología la consigna que utilizaron para esta nueva convocatoria fracasada: “Patria o Kirchner”. ¿Quién les escribe el guion? ¿El juez Griesa? ¿Paul Singer? ¿Frankenstein?  ¿Nelson Castro? ¿Quién?
Si no fueran tan vendepatrias y  no estuvieran tan llenos de odio, sinceramente nos darían mucha pena. Pero como argentinos que somos, sólo nos despiertan indignación. Mucha indignación.
El Kirchnerismo deberá estar atento a las operaciones cruzadas que prenderán instalar sobre la cabeza de sus dirigentes. Esas operaciones siempre serán orquestadas desde afuera de la gestión de gobierno y del frente gobernante. Le inventarán candidaturas, reuniones “secretas” que se hacen públicas, alianzas que nada tienen que ver con la génesis del Kirchnerismo, aviones que se cruzan en la pista.  
El mundo es un pañuelo, Magnetto; y en esta historia nos conocemos todos.
En cambio, la oposición no precisa que nadie lo opere desde afuera, porque se operan entre ellos mismos con sus rencillas internas.
Por eso, cuando repetimos la muletilla televisiva de que “no se vaya que ahora viene lo mejor” estamos diciendo, en serio, que si lo mejor está por venir para el grueso del país a partir de las políticas de estado del gobierno de Cristina, lo más estruendoso de la caída opositora todavía no ocurrió.
Será para alquilar balcones.
No es esta una afirmación del orden de la moralina, como dijimos en una nota anterior. Es una estricta descripción y cotejo de un gobierno que juega en las grandes ligas que definen el futuro del país, de la región y el mundo, de un lado y del otro, una oposición que se la pasa jugando a la silla vacía en el patio de su casa.
¿Nos vamos cantando una de Silvio Rodríguez?
“Me vienen a convidar a arrepentirme, me vienen a convidar a que no pierda, me vienen a convidar a indefinirme, me vienen a convidar a tanta mierda.
Yo no sé lo que es el destino, caminando fui lo que fui. Allá dios, que será divino.
Yo me muero como viví, yo me muero como viví”
O sea.
La única necedad que admitimos, es la de honrar la vida.  
Y esto lo reafirmamos con dos patriotas de nuestro tiempo: Néstor y Cristina.


Miradas al Sur, domingo 16 de noviembre de 2014


domingo, 9 de noviembre de 2014

El candidato natural del Kirchnerismo


Aclaremos de entrada nomás que para nosotros el único “candidato natural” del Kirchnerismo se llama Cristina Fernández de Kirchner.
Pero como la legislación vigente impide al pueblo votarla, el Kirchnerismo deberá construir, para triunfar, un candidato que lo pueda expresar con meridiana claridad.
Como fuerza política democrática, el Kirchnerismo podrá ganar o perder elecciones.
Lo que no está en su ADN ni en su hoja de ruta es la posibilidad de perder o licuar su identidad.
Tener en claro este apotegma ilumina cualquier análisis que se haga sobre el porvenir que nos espera en el horizonte electoral del 2015.
Ahora que ya votó Brasil, nos toca a nosotros.  
Por eso hay un bullicio que crece por adentro y por afuera del amplio espacio kirchnerista.  
Aunque el único apuro en este lío lo tiene la oposición que no da pie con bola en ninguna de sus variantes.   
Son ellos, los opositores con Magnetto al frente, los que están desesperados por inventarse una carta para poder entrar en el juego democrático electoral.
Calma: el candidato Kirchnerista saldrá de las PASO el año que viene.
Seguramente antes, la conducción del proyecto nacional, o sea Cristina, tendrá mucho para decir. 
Pero ya ronda una convicción colectiva: quien la suceda viene para profundizar el proyecto, no para frenarlo.
En este marco, el Kirchnerismo debería instalar un candidato propio que garantice coherencia y consecuencia con el camino que iniciara Néstor Kirchner y hoy conduce Cristina; que crezca en la instalación pública y en la intención de votos.
Los tiempos de la etapa los decide la conducción.
Que nadie se haga los rulos: pensar en ir a la elección encabezados por un candidato salido del formato noventista, sólo es garantía para la desesperanza y la incertidumbre.  
Además, el Kirchnerismo siempre fue transgresor, jamás posibilista. Se atrevió a encarar las empresas más difíciles con 2 $ en el bolsillo. Si hoy saliera de ese carril, se desnaturalizaría en menos que canta un gallo.
O sea.  
Lo peor que le podría pasar al Kirchnerismo no sería perder con Macri o con Massa, sino ir a elecciones con un candidato que se pareciera a esos dos.  
De ganar así, incluso, se compararía un boleto de ida a una crisis generalizada en la cima del poder político del próximo gobierno.
Y de perder así, sólo habría reproches y desmoralización. Y se sabe: uno puede perder con lo propio, pero nunca con lo ajeno o con lo que le vino prestado.
La derecha, la que tiene intereses de clase, ideología y herramientas suficientes para bancar esa ideología, sufre su hora más angustiosa en los últimos cien años: no logra aferrarse al terreno donde se disputa poder en democracia.
Es que cuando confrontan dos proyectos de país, como en este caso, los contendientes buscan hacer pie en una playa de desembarco para alcanzar desde allí la conquista de la colina. Es decir, de la hegemonía en disputa.
Si no tenés un punto de apoyo, no será posible activar la palanca para transformar la realidad.
El Kirchnerismo construyó una enorme playa de inclusión social allí donde antes sólo había exclusión y desesperanza y tiene en la juventud movilizada, el más importante sujeto social de cambio.  
La derecha, en cualquiera de sus versiones, no logró hasta hoy encontrar un agarre al terreno para poder derrotar a su adversario.     
Con otro agravante: las políticas sociales y culturales del oficialismo empiezan a demostrarse partes de un nuevo sentido común. Es la única explicación del cambio de opinión acerca de lo que es “derogable” y lo que no, según esa derecha.
Mantendrían algunas partes del proyecto kirchnerista, dicen, habida cuenta del alto costo que tendrían que afrontar si derogaran la AUH, Fútbol para Todos o la Jubilación estatal.
Como si fuera posible salvar un brazo o una pierna del cuerpo, mutilando el proyecto de país que nos gobierna desde el 2003. 
¿Podrá Magneto y compañía encontrar en los próximos meses el candidato que le posibilite alcanzar esa playa de desembarco, con representatividad y votos propios?   
Todo indica que no; que están en un serio problema, habida cuenta de la ristra de derrotas electorales sufridas por la derecha en toda América Latina.
¿Qué harán entonces?
Creemos que seguirán horadando la confianza pública en la Presidenta y en su gobierno. Al menos lo intentarán. Mentirán. Difamarán. Provocarán. Escandalizarán.
Con un movimiento de pinzas buscarán agrietar el espacio social que acompaña al gobierno ya que su deseo inconcluso sigue siendo construir ese punto de agarre al terreno que les hace falta imperiosamente. 
O sea.   
Balurdo financiero, más balurdo callejero.
Si se le facilitara a la derecha, desde el “adentro” del campo nacional, desembarcar a una hipotética confrontación electoral a través de candidatos que siempre fueron condescendientes con los poderes fácticos y monopólicos, la derrota y la fragmentación social estará a la vuelta de la esquina.
Y eso el Kirchnerismo lo tiene más que claro.
Brasil demuestra que la derecha no olvida ni perdona.
Por eso el mundo financiero reaccionó tan rabiosamente con la victoria de Dilma. 
Si tuvieran una luz de distancia a su favor, pasarían a degüello todas las conquistas sociales realizadas a costa de la distribución más equitativa y justa del ingreso. En consecuencia, los gobiernos populares de la región, deberían apurar el ritmo de la profundización de sus respectivos proyectos transformadores.
Es ahora o nunca.
Repasemos.  
El candidato del Kirchnerismo, en este marco conceptual, será aquel que exprese el más amplio espacio de unidad nacional, desde (y sólo desde) la centralidad del proyecto político que representa Cristina.
Descentralizar ese eje de representación política, sería como viajar sobre un rodado sin volante.
No es una cuestión de moralina, es una cuestión de estricta razón política. 
Si el Kirchnerismo tiene el liderazgo indiscutible de Cristina, un proyecto político de país y    una fuerte inserción y organización territorial ¿cómo no tener entonces un candidato que lo represente?    
Naturalmente, digo.      

Miradas al Sur, domingo 9 de noviembre de 2014