domingo, 28 de diciembre de 2014

Hebe, Ofelia, los pibes y Malvinas


Hay veces que la historia de los pueblos se resume en un instante preciso y en un mismo lugar.
Fue hace pocos días en el Museo Malvinas, el que fue construido por decisión de la presidenta sobre la tierra herida y doliente de la Ex ESMA.
Ofelia, con sus ochenta largos, avanza a pasos calculados para no tropezar en su camino hacia donde estaban las Madres de Plaza de Mayo esperando el momento del homenaje que allí recibirían.
Hebe, también con sus ochenta largos, la ve venir, la abraza y se abrazan todas como si fueran niñas reencontradas en el patio del recreo en una  escuela de La Plata.
Menos Ofelia, todas llevan el pañuelo blanco sobre sus cabezas.
De pronto hace su entrada Andrés “Cuervo” Larroque y todas se vuelven a abrazar y a reír como viejos compinches que se escapan a la siesta para ir a jugar a la vereda. Después de todo, es el Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos.
Hay música en el ambiente, variada y linda música.
Un Granadero hace ritmo con sus altas botas negras, mientras la banda musical agita el viento y hace balancear el avioncito de Fitzgerald colgado del techo del Museo.
Miro la escena y pienso emocionado: “De aquí ya no se vuelve”.
Todas esas mujeres compañeras de Hebe, perdieron a sus hijos en las manos sangrientas de los genocidas, civiles y militares, de la última dictadura.
Ofelia, en cambio, es madre de la presidenta que al igual que su marido, el presidente Néstor Kirchner, reparó con justicia tanto dolor causado a esos compatriotas muertos, torturados, exiliados, encarcelados y desaparecidos, muchos de los cuales fueron sus compañeros de militancia en los años setenta.
Todo ocurre en el domicilio de la Causa Malvinas. Y como si fuera poco se suma Vicky Cabo, la hermana de Dardo, el jefe de aquel operativo “Cóndor” que aterrizó en Malvinas con las 7 banderas de las cuales una exhibe su proeza en el Museo.
“La historia reparada”, pienso, mientras musito por lo bajo por esas cosas del pudor: “Tenemos patria, tenemos patria”.
Ninguna ofensa a nadie. Ningún insulto se escucha en esa tarde de homenajes y despedida del año. Ningún desmadre. Hay tanto dolor acumulado allí por cada metro cuadrado que alcanzaría para hacer un mar de lágrimas y espanto y sin embargo no deviene ni un centímetro en rencor, sino en muestras de amor y más amor.
“Te recuerdo Amanda” canta en el Museo el maravilloso coro del ECUNHI y  Roberto Caballero se refriega los ojos y lloramos todos, mientras los pibes de los barrios entregan sus regalos a las Madres.
Y tanto amor tenía que producir otro milagro: Hebe, con sus ochenta largos y sus pasos cortos andando con un andador, se pone de pie y empieza a bailar al compás de los bombos y los clarinetes que acompañan las consignas que entonan los pibes de La Cámpora. Hebe ya no baila sola. Hebe baila con todos y todos la aplauden y siguen llorando de emoción mientras la ven pasar entre el Gaucho Rivero y Luis Vernet y el acordeón nostalgioso de un ex combatiente de Malvinas.
Javier, hijo de Paco, el que supo ser Urondo para todos los tiempos, acerca una copa y brindamos juntos. “Por la vida” dicen las Madres y repetimos todos: “Por la vida”. Y está todo dicho.
Tristán Bauer y María Rosenfeldt se acercan y me dicen temblorosos de emoción: “Guardemos este momento en algún lugar del museo”.
Claro que sí. Hay que guardarlo como un mojón del alma colectiva, porque cada vez que reímos y bailamos es una batalla cultural ganada a tanta tristeza compartida, la que nos viene de antaño y la honda tristeza más reciente, cuando Néstor partió no sé hacia dónde, aunque sigamos cantando por los siglos de los siglos que no se morirá jamás.   
Chachi Velázquez entrega una carta de Alicia Kirchner y el aire vuelve a llenarse de consignas.
Teresa Parodi habla y nos volvemos a emocionar. La ternura aletea por aquí y por allá.

El ex combatiente, Ernesto Alonso, habla y ríe a carcajadas con un  militante kirchnerista que ahora tiene su edad cuando él combatió en Malvinas.
A este país de amor se lo puede tocar, acariciar, invitarlo a bailar como baila Hebe.
Cabe una pregunta inocente en el Día de los Inocentes: ¿Al país de Magnetto se lo podrá encontrar fuera de los albañales del odio y de la cría que dejó la dictadura?
Nos estamos yendo hasta el año que viene y el balance se resume en aquella tarde junto a Hebe, Ofelia, los pibes y la Causa Malvinas.
Dos proyectos de país se vienen enfrentando desde hace ya dos siglos. Pero se ven la cara recién en estos últimos años.
El que expresa y representa la injusticia y la exclusión, la dependencia y la entrega del patrimonio de los argentinos, la subordinación política a los poderes corporativos, ese poder que archiva en su madriguera tanto olor a muerte, ese poder financiero que con sólo dar una orden por control remoto hace estallar países por el aire, ese poder es el que quiso la violencia para este final de año.
Y no pudo.
El proyecto del que formamos parte tiene la guardia en alto porque los conoce bien y en el cuero propio. Pero eso no impide que bailemos festejando una nueva victoria, y no esta última  victoria, sino la que se aproxima a pasos agigantados. 
A diferencia de otros tiempos y de otros países hermanos, la Argentina no tiene una grieta social como quisieron vendernos. Hay remeras con la cara de Néstor y Cristina, de Hugo Chávez y Fidel, del Che Guevara y las Malvinas, ¿alguien vio una remera con la cara de Magnetto, el verdadero jefe opositor?
Suben las ventas en los comercios grandes, medianos y pequeños, las rutas se llenan con 2 millones de turistas presurosos por un cacho de playa o de montaña, la radio informa que subieron las reservas del Banco Central a 31 mil millones de dólares y que las naftas bajarán el 5 % a partir de enero, el cielo de la noche navideña se llena de colores, los vecinos levantan sus copas de vereda a vereda, los violentos estarán mordiendo el freno en sus aguantaderas.
Ha ganado el sentido común de los argentinos y la paz social es su mejor custodia.
El año que llega será mucho mejor todavía.
Hay proyecto de patria para rato.


Miradas al Sur, domingo 28 de diciembre de 2014




domingo, 21 de diciembre de 2014

Cuba y esa terca dignidad de los humildes


Y el nuevo siglo nos encontró unidos y no dominados.
Cuba venció a los mil intentos de derrotarla.
El Mercosur se fortaleció en los pagos entrerrianos de Urribarri.
Cristina marcó la cancha a propios y ajenos al señalar que el proyecto será reelecto con el candidato que asegure la profundización del modelo de país que ella conduce.
Todos los organismos internacionales de relieve mayor, la CEPAL, la UNICEF, la UNESCO, la OIT, la ONU en toda su extensión, reconocieron durante el 2014 que Argentina es el país del continente que más logros conquistó en su lucha por la igualdad social.
La Plaza de Mayo volvió a brillar en una tarde-noche de tormenta y de amor incondicional por Cristina.
Racing salió Campeón. 
Cuántas cosas pasaron en una sola semana.
He allí el pulso de este cambio de época.
Abordar el análisis de los hechos sucedidos en este puñado de días, quizá sea lo más parecido al ejercicio extraordinario de besarle la frente a la historia.
¿Cómo sería acariciar la piel de la historia?
¿Cómo sería sentir la brisa fresca de su paso terrenal por la puerta de tu casa?
¿Cómo sería haber visto a Perón saludando en el balcón de la Casa Rosada y en el balconcito de la residencia de Gaspar Campos cuando volvió del exilio?
¿Cómo sería haber recibido un juguete y un abrazo de Evita cuando niño?
Las memorias que se guardan de la historia no siempre son las que aprendimos de los libros en el aula de la escuela.
Hay memorias alegres y memorias dolorosas que guardamos en la piel.
¿Cómo fue aquella noche en la Plaza de Mayo cuando el gobierno de Cristina resistía el embate de la patronal rural y se apareció Néstor Kirchner entre los militantes?
Hay una generación diezmada que nació a la militancia con Perón y el Che, con el Tío Cámpora, Salvador Allende y Fidel, con el Tío Ho Chi Minh y Mao TseTung y que hacía la historia como hacía el amor poniendo al desnudo el cuero de su propia juventud.
Pues bien, los restos del naufragio  y la continuidad del alma de esa generación, es la que hoy conduce los destinos de la mayoría de los países de la región.
Y la nueva juventud, la que hoy participa, canta, ríe, agita las banderas de liberación en las marchas y actos oficiales, reconoce su origen en aquella otra más lejana.
Por ahí anduvo y anda la historia nacional y popular de la América Latina.
Diremos también que la UNASUR y la CELAC son el instrumento más perfecto que hereda aquel espíritu juvenil que es de todos los tiempos desde hace 200 años.
Pregunta: ¿es posible acaso analizar y valorizar la decisión de Obama por afuera de este contexto histórico? ¿Es racional querer apreciar el deshielo entre los EE.UU. y Cuba por afuera del avance de la Patria Grande en este siglo XXI?
No se trata de reducir ni segmentar ni achicar el campo de la política cuando se trata de caracterizar y definir un cuadro de situación tan importante. Las cosas en su contexto. Y en ese contexto hay que saber apreciar el papel que cumple el Papa Francisco, por ejemplo.
No es que el planeta haya corrido su eje de rotación hacia la izquierda; sería más justo decir que el mundo se está peronizando, aunque la categoría escandalice a las señoras gordas de los barrios cerrados.
Al mismo tiempo que la geopolítica estratégica del capitalismo dominante clava sus garras sobre la Rusia de Putin y amenaza a los países petroleros del mundo emergente con la baja del precio político del crudo, los EE.UU. se ven desbordados por la situación descontrolada en Medio Oriente y más acá, en su “patio trasero”, México sufre una catástrofe social con la desaparición de los 43 estudiantes y el imperio de los narcos en toda su extensión.
En ese marco alborotado y sin hegemonía política interna, el presidente Obama decide recuperar la iniciativa a través del atajo justiciero en relación a Cuba.
Pero no hubiese hecho lo mismo si no existiera esta América Latina unida.
Por eso estamos felices. Porque estamos asistiendo, como dijo Cristina, al triunfo de la dignidad de los pueblos que luchan por su libertad. Y Cuba es la medida de la dignidad en la región y el mundo desde el primer día de su Revolución.
Los pesimistas que creían y sostenían sin rubores que la realidad, cual si fuese un péndulo moviéndose al compás de la ley de gravedad, volvería a correrse a la derecha, han fracaso estrepitosamente. La realidad se vistió de pueblo y democracia y al hacerlo, al triunfar la política del diálogo y la paz, los que pierden son los guerreristas, los armamentistas, los violentos, los injustos.
Por eso gana Cuba. Y triunfa la Patria Grande. 
Al interior del país, Cristina aparece ubicada en la senda correcta.   
Hay que nacionalizar en los análisis el posicionamiento internacional de los dirigentes políticos. Y preguntarse y responder en consecuencia: ¿De qué lado se ubicaron y ubican los opositores en el tablero planetario? ¿Apostaron a la UNASUR? ¿Apoyaron a Cristina en su política exterior soberana, la que desplegó en sus años de mandato? ¿O más bien la rechazaron?
Las respuestas son obvias: patearon en contra, casi siempre. 
En febrero de 1972, Perón decía en “Actualización doctrinaria y trasvasamiento generacional”: “En lo interno ya no tenemos oposición, solamente opositores y opositores ofuscados, que no representan ningún peligro. A esos opositores los hemos de vencer como se vence en las democracias: con las urnas y con los votos”
Cuanta actualidad, Perón. Y no porque se han detenido las agujas del reloj de la historia, que de eso venimos hablando, sino porque la injusticia se ha quedado sin argumentos convincentes.
Los opositores representan el lado oscuro de la vida y la política del odio y la mentira. Aunque para ser justos, habría que decir que esta mediocridad opositora con la que convivimos, haría enrojecer de vergüenza ajena a los opositores de Perón en los setenta.
Pero no descendamos.
Hay que concluir que si Cuba es la medida de la dignidad de los pueblos en este lado del mundo, la Argentina se ubica en ese mismo lado.
Por eso estamos felices.
Porque los días más felices siempre fueron peronistas. 

Miradas al Sur, domingo 21 de diciembre de 2014







domingo, 14 de diciembre de 2014

Las Madres desembarcan en Malvinas



Quizá la democracia y la historia sean un continuo desembarco en playas nuevas.
Claro que para desembarcar antes hay que elevar las anclas, soltar las velas del barco y echarse a mar abierto. Sólo después se desembarca. Y se vuelve a andar.
Y así va la vida. 
Lo cierto es que desde el día que desembarcó Néstor Kirchner en la Casa Rosada, las playas se sucedieron sin descanso.
Nos llevaría varias páginas repasar cada una de ellas. Pero hay que recordar el punto de partida que no fue otro que un Presidente desgarbado que barría de un plumazo a la Corte menemista, a los altos mandos militares que aun guardaban olor a naftalina y a dictadura, la bajada de los cuadros de los genocidas, la anulación de las leyes de la impunidad y el indulto, la reapertura de los juicios de lesa humanidad y la recuperación de la ESMA para resignificarla con vida, con memoria y con el respeto a los derechos humanos de todos quienes habitamos suelo argentino.
Una de las primeras en entrar a ese predio con sus compañeras del pañuelo blanco fue Hebe de Bonafini.
Cuentan incluso que ante la amenaza de cerrarle las rejas para impedirle pasar, Hebe les manifestó que entrarían igual, aunque tuvieran para ello que cortar los candados.
Allí empezó a nacer el ECUNHI, Espacio Cultural Nuestros Hijos, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, un lugar de música y amor y solidaridad con los más humildes presidido más tarde por la cantora popular Teresa Parodi, actual Ministra de Cultura.
Fue entonces que Hebe confesó que había sentido la sensación de estar desembarcando en una nueva playa donde estaba la memoria de sus hijos queridos.
El próximo 19 de diciembre a las 4 de la tarde, Hebe y sus compañeras volverán a desembarcar en la ex Esma,en el Espacio de la Memoria y los Derechos Humanos. Pero esta vez harán pie en el Museo Malvinas, justo enfrente del ECUNHI, para ser recibidas con flores y canciones y danzas y ex combatientes y militantes de toda una vida y jóvenes de los barrios y gente simple y sencilla que seguramente se dará cita para rendirles el merecido homenaje que ellas, las Madres, se merecen.
Será una manera de agradecerles tanta vida y reparar con caricias los golpes que recibieran para la misma fecha en el 2001.
La política de Derechos Humanos del gobierno de Néstor Kirchner primero y de Cristina después, es una voluntad militante llevada a la categoría de política de Estado.
Desde esa voluntad se transformó el país de cuajo, desde los cimientos, desde el pie. No entender este origen del proyecto nacional y popular expresado por el kirchnerismo en estos años, es no haber entendido  nada de la historia, de la política, de la vida.
Si cambió la época, como afirmamos, es porque el Estado que mataba jóvenes y exaltaba la guerra, hoy convoca a los jóvenes para construir una democracia cada vez más justa, soberana e inclusiva.
Vaya con la diferencia.
Y si esta es realmente la hondura de la política de Memoria, Verdad y Justicia, la hondura de la declaración de Mauricio Macri sosteniendo que si llegara a la presidencia se terminaba “el curro de los derechos humanos”,llega hasta la propia dictadura cívico militar.
Desmerecer, desdibujar o subestimar sus dichos sería un error que nos puede costar muy caro como sociedad
Si proyectáramos esa nefasta afirmación llegaríamos a la insalvable conclusión de que  un cambio abrupto en la dirección de los vientos del proceso político iniciado en el 2003 implicaría el intento, también desde el Estado, de echar por tierra con los cimientos de la nueva época.
No es broma. No es dramatizar al cuete. No es sobreactuar la proclama cuasi golpista de los que quieren dinamitar el actual proyecto de país en curso. Es simplemente advertir a tiempo lo que puede suceder si gana Macri o cualquier otro invento opositor.
Nada de eso sucederá. Pero la política es voluntad y a la voluntad hay que dotarla de organización y convicciones para lograr más victorias en beneficio del pueblo y de la vida.
La Plaza de Mayo ayer llena de pueblo, con el claro liderazgo de Cristina, es un certificado de garantía hacia el futuro. No hay que dormirse en los laureles hasta que llegue la hora del nuevo desembarco. Estamos navegando en aguas agitadas a nivel mundial. Acechan los peligros de este a oeste y de sur a norte.
Por eso sobresale Argentina que, como dice la FAO, logró recuperar el valor adquisitivo de los salarios destrozados en la crisis del 2001.
Pero lo novedoso, lo que marca la nueva época en toda su extensión y profundidad es que toda la región ha crecido como ningún otra en el mundo.
Dice José Graziano da Silva, Director General de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, FAO: “América Latina y el Caribe se ha convertido en un referente mundial en la lucha contra el hambre. No sóloe s la única región del mundo que ha logrado alcanzarla meta del hambre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio reduciendo a menos de la mitad su proporción de personas subalimentadas desde 1990, sino que se trata de la única que todavía tiene a su alcance la meta más ambiciosa dela Cumbre Mundial de la Alimentación (CMA), que busca reducir el número total de personas con hambre, un reflejo de la prioridad que la región completa le ha otorgado a la lucha contra el hambre.Los logros regionales no son producto del azar ni del mero desarrollo económico. Nacen de una decisión expresa de asumir la lucha contra el hambre como un compromiso político al más alto nivel, respaldado, abrazado y empujado por toda la sociedad.”
El Informe anual de la FAO indica: “Según el Panorama 2014, en números absolutos el hambre en la región bajó de 68,5 millones de personas a 37 millones en poco más de veinte años. La mayor reducción se ha dado en América del Sur: de 60,3 millones en 1990-92 a 29,5 en la actualidad…La región ya alcanzó la meta del hambre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio”
Que las Madres de la Plaza desembarquen la vida en el Museo Malvinas significa que aunque falta mucho por andar, los sueños revolucionarios de sus hijos ya son una realidad. 

Miradas al Sur, domingo 14 de diciembre de 2014


domingo, 7 de diciembre de 2014

Néstor Kirchner, en la mitad del mundo


La Patria Grande ya tiene su propio domicilio.
Desde ahora, el imponente y bello edificio de la UNASUR, en Ecuador, a 13 km de Quito, en la mitad del mundo, albergará al proyecto unificador sudamericano que tuvo en Néstor Kirchner “su primer presidente”, como dijera Evo Morales el día que por unanimidad de los mandatarios de toda la región, el ex presidente argentino asumiera la Secretaría General del organismo. 
Con la unidad lograda, el nuevo mundo es cada vez más nuevo ante un mundo viejo que se viene a pique de la mano del neoliberalismo depredador que azota a Europa, Japón y  los EE.UU.
Aquí, en la América Latina, siempre fueron así los hombres del poder real.
Desde que llegaron de España no hicieron más que saquear a los pueblos, dividir y fragmentar la Patria Grande, vivir a costillas del trabajo ajeno.
Siempre fueron así. Las clases rentistas coloniales que nos dominaron durante cinco siglos tienen su modelo en aquella Potosí que desangraron hasta la última gota. Y estos ladrones de guante blanco que fugaron miles de millones de dólares durante los últimos años, vienen del mismo modelo saqueador de Potosí.
Siempre fueron así. Parásitos. Ladrones. Delincuentes. Saqueadores. Indolentes. Criminales.
Y vaya con la paradoja, porque es ahora que, todos quienes abrazamos el proyecto emancipador americano, estamos en condiciones de aplicarles su propia medicina al decirles a los sectores sociales colonizados por los grandes multimedios de comunicación que les hacen eco, que miren hacia afuera de nuestro continente, miren allende los mares, miren más allá de sus narices y de su propio ombligo para darse cuenta de qué se trata el mundo en este siglo XX.
Allí están los “países serios” como ejemplificaron siempre y pusieron de modelos para imitar.
Empecemos por nuestra bien o mal llamada “madre patria”, España, el país colonizador de la región, el que nos legó la lengua y mixturó su cultura con la de otros países y pueblos originarios, pero aun así, no nos arrancó ese espíritu indomable que llevamos en la sangre y la memoria, que es el mismo espíritu que tuvieran García Lorca y Miguel Hernández y los republicanos derrotados por el franquismo. 
Siguen llegando españoles a nuestras playas por millares en busca de trabajo.
Un dato revelador: los trámites para residir en la Argentina se triplicaron durante la presidencia de Cristina.  Bienvenidos todos a un país con futuro como somos nosotros.
La canciller alemana, Angela Merkel, aceptó esta semana que “Europa no es ahora mismo una tierra de futuro para los jóvenes”; los pibes europeos sufren tasas de desempleo del 40% y dicen tener escasa confianza en encontrar un puesto de trabajo. Sondeos de opinión calificados afirman que 6 de cada 10 jóvenes españoles desean emigrar en busca de empleo y lo que es más dramático, dicen estar convencidos que en el futuro ellos vivirán peor que sus padres. Allí se impone un nuevo vocablo que califica a un amplio conglomerado social surgido de la crisis: “el precariado”, lo llaman. Son jóvenes estudiantes y profesionales, artistas y comerciantes, pequeños empresarios y trabajadores desocupados que deambulan entre la inclusión y la exclusión social en busca de pasar la hora más dramática de sus vidas.
¿Qué se estará incubando en esa sociedad que empuja al desamparo a millones de ciudadanos que sienten perder su propia identidad de tales? ¿Podrá llegar a tiempo el partido “Podemos” de gente tan valiosa que nutre sus raíces en nuestra experiencia latinoamericana? ¿O crecerá la ultra derecha como crece en Francia y como crece en Suecia al punto de derrumbar al flamante gobierno de socialdemócratas y ecologistas?
Ahora ajústese el cinturón, porque es preciso que sepamos, que admitamos y que divulguemos que esos depredadores del pasado, del presente y del futuro no están sólo en Europa, están entre nosotros. ¿O quiénes son los que fugaron nuestra riqueza a bancos en el exterior, en cuevas financieras y paraísos fiscales?
Investigaciones como las reveladas por la AFIP, a las que el gobierno de Cristina impulsa seguirlas hasta llegar a fondo, caiga quien caiga y cueste lo que cueste, fueron muchas veces el fugaz y hasta romántico contenido de variados mamotretos de formación política-económica de honrosas organizaciones populares; pero jamás materia de análisis y decisión estratégica de un gobierno, de un estado, de una gestión oficial, como es ahora.
Cuando desde el poder en las sombras que ejercen esos tipos impulsaron la truchada judicial allanando una oficina vacía de un supuesto hotel de la familia presidencial y cuando proclamaron en una reunión empresarial que el mercado volvería a torcerle el brazo al Estado como en el pasado, estaban operando en defensa de sus intereses cueveros y parasitarios.
Repasemos la información para comprobarlo: “Altos directivos de las empresas más importantes del Grupo Clarín engrosan la lista de contribuyentes que tienen cuentas que, según la AFIP, no fueron declaradas en Suiza, y se suman a causas judiciales pendientes.
Estas cuentas habrían sido concretadas a través de una serie de plataformas ilegales montadas por el banco HSBC con el fin de facilitar la evasión en el pago de impuestos, en maniobras por al menos 3.000 millones de dólares”. 
Y la información sigue, consignando algunos nombres de los presuntos implicados:“Saturnino Herrera Mitjans, del Grupo Clarín; Pablo César Casey, sobrino de Héctor Magnetto y otros”. 
“Serían 4.040 cuentas de clientes del HSBC Suiza que son de nacionalidad argentina de los cuales 300 todavía no fueron identificados y que, de acuerdo con una estimación de la AFIP, la evasión fiscal estimada podría tener un piso de 3.000 millones de dólares”.
Los diputados se animaron a investigarlos, ¿se animarán los jueces?
Lejos de esa podredumbre, Cristina recibió el apoyo unánime de la UNASUR en Ecuador y al día siguiente, desde el mojón que separa al mundo por el medio, la memoria de Néstor saludó a los pueblos unidos de la América del Sur, como diciendo, “o estás de un lado o estás del otro”.


                                      Miradas al Sur, domingo 7 de diciembre de 2014