En el
Palacio de Tribunales hoy se desarrollará la audiencia pública entre Clarín y
el Estado nacional.
En la calle,
al mismo tiempo, será mucha la gente que participará de la Jornada Popular en
defensa de la ley de medios de la democracia. Es decir, de la misma ley que se
expondrá, en sus partes duras y blandas, en la audiencia convocada por la Corte
Suprema de Justicia.
Allí
estaremos. Adentro y afuera del Palacio.
Adentro,
porque esta vez el Estado somos todos. Y así lo deben sentir los representantes de nuestro destino
colectivo que sabrán defender allí lo que el pueblo decidió hace ya cuatro años.
Afuera, tal
como reza la convocatoria de hoy, a partir
de la mañana y hasta que las velas ardan, habrá música en el aire.
Que para mí,
es la palabra del pueblo argentino, diría el General.
Cuando los
pueblos hacen su camino con sus propias manos, cuando construyen una casa, una
escuela o una ley que los beneficia, sólo hay lugar para la alegría.
Que el odio
y el rencor se abstengan este día. Ya tienen bastante con la representación de
intereses que sólo buscan la rapiña, el saqueo, el monopolio y la violación que
ejercen a diario contra la Libertad de expresión.
No abundan
los ejemplos como los que nos lega la construcción de esta ley de medios.
Nació de un
puñado de hombres y mujeres libres y fue creciendo al cobijo de la democracia.
Y luego fueron miles. Y luego fueron millones los que la apoyaron. Y fue una
presidenta, tenía que ser mujer, la que finalmente parió el proyecto concebido
desde el pie y lo envió al Congreso para que lo acunen y le otorguen un nombre
y le dieran su documento nacional de identidad.
Pese al
camino recorrido, de nuevo esta ley es obligada a mostrar su DNI.
Así lo quiso
la Corte.
Alguien
dirá: “pero ya la votó el Congreso, ya es ley, ya nació, sólo hay que hacerla
cumplir”…y tendrá razón. Pero la razón,
como la verdad, tiene enemigos poderosos; tan poderosos, que les dan la chance
de pelar por el título aunque no estén en la categoría ni den en la balanza ni
tengan en regla sus papeles.
Ya está. Que
la próxima audiencia sea para notificarnos lo que decidan 7 hombres y mujeres en nombre de la ley.
La luz ya
iluminó la caverna. La podrán debilitar o apagarla nuevamente. Pero eso sí:
ahora ya sabemos de qué caverna se trata. La vida y la luz están del lado de
los pueblos.
O sea. Del
lado del más débil.
Cristina y
el Pepe se abrazaron ayer en Montevideo y fue como si volviera Artigas.
Al final del
día, la Presidenta anunció otra buena nueva para los trabajadores: casi el 90 %
de ellos y casi el 100 % de los jubilados no pagarán Impuestos a las Ganancias.
En la vida
hay que elegir. Y Cristina elige.
El Argentino, miércoles 28 de agosto de 2013
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