lunes, 30 de septiembre de 2013

Votar en defensa propia



Algunos grandes medios, como Clarín y La Nación, estarán esperando gustosos que hoy la Corte Suprema de los EE.UU. falle en contra de Argentina.
Todo lo que es malo para el gobierno nacional, para el país y para los ciudadanos de a pie, es bueno para los intereses de los “libertadores” mediáticos.
Siempre fue así en el último siglo de vida republicana.
Festejaron la caída de Perón e Illia con el mismo fervor con que celebraron la dictadura que encabezó Videla.  
Con estos antecedentes no es extraño entonces que la tapa del diario La Nación de ayer domingo parezca el boletín partidario de Sergio Massa.
Las editoriales del centenario diario de los Mitre y del diario Clarín muestran sin pudores que están contentos con la performance de su nuevo mascarón de proa.
Se frotan las manos y se regodean con las encuestas que favorecen al candidato Massa rumbo a las elecciones legislativas del 27 de octubre.
Y Ud. sabe:  
“Cuando la oligarquía festeja, es por que el pueblo está triste” decían don Arturo Jauretche y Rodolfo Whals y lo relataba don Ernesto Sábato desde otro lugar del pensamiento. Y va de suyo que ambos diarios representan desde hace muchos años a eso que el sentido común de los argentinos definió como el poder económico dominante y otros simplemente, oligarquía.
A 27 días de las elecciones un fantasma recorre el escenario montado por los grandes medios: la oposición mediática que encarna Sergio Massa amenaza con desandar una por una las conquistas sociales logradas con el kirchnerismo en estos últimos años.
Para poder hacer ese nuevo desguace antisocial tendrá que ganar la mayoría en las urnas.
Y tendrá que ganar la mayoría en las Cámaras de Diputados y el Senado de la Nación.  
Y tendrá que juntar voluntades con otros bloques opositores para volver a conformar una renovada versión del tristemente célebre “Grupo A”.   
Y tendrá que llevarse por delante las reglas de la democracia y asaltar nuevamente las comisiones legislativas y por qué no, la presidencia en Diputados.  
No les será fácil.
Lo alarmante es que esa nueva mayoría legislativa anti-oficialista podría intentar de acá a dos años rebajar el caudal de empleos quitando fondos presupuestarios para la producción, anular la entrega de  viviendas del Plan ProCreAr y anular la Asignación Universal por Hijo por la vía de quitarle fondos al Tesoro y maniatando la operatividad de la ANSES.
Y todo por el módico precio de hacerse pasar por “peronistas” y amigos del poder.   
¿Cómo evitar una nueva tragedia social?
El ciudadano de a pie tiene un deber moral que cumplir en estos días: sumar voluntades para que, como pueblo, votemos en defensa propia y no en defensa de nuestros próximos verdugos.  

El Argentino, lunes 30 de septiembre de 2013



domingo, 29 de septiembre de 2013

Así en el cielo como en la tierra



En sólo una semana la presidenta fue capaz de:
Enfrentarse en la ONU a la hipocresía de las grandes potencias.
Inaugurar un nuevo tramo en la entrega de viviendas del Plan ProCreAr.
Inaugurar las nuevas obras en Misiones que embellecen la provincia  y garantizan el funcionamiento de la Represa Yaciretá.
Inaugurar el simulador espacial del INVAP  y aprobar un nuevo satélite argentino.
Es como la construcción del cielo, aquí en la tierra.
El proyecto nacional, popular y democrático, es un camino de ida; pero sus logros y victorias, no.
El ministro de Ciencia, Lino Barañao, dice que todo lo logrado en estos años se puede ir al diablo si vuelven las políticas neoliberales.
Días antes, la presidenta también fue enfática al advertir que el pasado está a la vuelta de la esquina.
Y  para reafirmar esa idea, vaya la paradoja, llegó Massa y su equipo aclarando que él no es la expresión de un “kirchnerismo prolijo”, sino que él apuesta a las políticas y a los políticos de los años noventa. Massa es la expresión de otra cosa, de otro proyecto, de un modelo distinto donde no haya más computadoras para los pibes, ni ley de medios de la democracia, ni subsidios del Estado para estimular el trabajo y la producción, ni impuestos a la renta financiera ni retenciones a la patronal rural ni ciencia ni tecnología ni la jubilación administrada y garantizada por el Estado como es ahora.
Por si quedan dudas, el que dirige su equipo económico es Martín Redrado,  discípulo predilecto de Domingo Cavallo, el que mandó a los científicos a lavar los platos. Ni que hablar de sus socios: Duhalde, Solá, la delegada del Grupo Clarín, Mirta Tundis, Aldo Rico, Reutemann, la Sociedad Rural y la Mesa de enlace. 
O sea. Si esta gente vuelve a gobernar y legislar, el peligro de que se vaya todo al diablo, está.  
El debate por el Presupuesto aprobado esta semana por el bloque oficialista mostró, cual si el Congreso fuese un banco de pruebas, que esta oposición política es irrecuperable para la democracia inclusiva.
Pedirles que cambien es como pedirle a Clarín que deje de mentir. Con ellos sólo cabe el concepto de la “tolerancia”, porque habrá que seguir tolerando sus infamias, su negacionismo, su falta de propuestas, su obstrucción permanente, su cipayismo.
No queda otra que ser tolerantes. Pero son irrecuperables para un país que aprendió con Néstor y Cristina que se puede ser libre de cualquier tutela, interna y externa, que se puede gravar la renta financiera y que se puede redistribuir el ingreso y la riqueza del lado de los justos y no de los injustos. Nada ni nadie los puede cambiar. Ni siquiera Magnetto consigue la proeza de echarlos andar con luz propia. Por eso los reprende en público. Tienen miedo de cruzar la calle si les sueltan la mano. Nada bueno se podrá esperar de ellos, más que nuevos dolores. Y eso sí que es preocupante.
Resulta agotador seguir criticando a Hermes Binner por sus recurrentes frases reaccionarias. Es tan “socialista” como los socialistas europeos que se quedaron a la derecha de Obama en su intento frustrado de bombardear a Siria. Binner desciende de Américo Ghioldi y por eso estuvo siempre en las antípodas de los dignos Alfredo Bravo y Jorge Rivas.
Es tan patético que discrimina a los hermanos bolivianos mientras otro socialista, Ariel Basteiro, es nuestro embajador en Bolivia.
También resulta ocioso criticar a Macri porque dejó entrever que el gobierno de la democracia es peor que el de Videla. Macri es eso. Prefiere al dictador Cacciatore antes que a un gobernante elegido por su pueblo. 
Y así podríamos seguir diagnosticando sobre opositores como Carrió, Solanas, De Narváez y los que responden a De la Sota en Córdoba.
Pero crucemos a la otra orilla del río, que es primavera y bien vale un respiro.
El Ministerio de Salud de la Nación y organismos internacionales de prestigio, como la UNICEF, informan que la Argentina logró bajar la tasa de mortalidad infantil del 16,5 % en el 2003 al 11,2 % en el 2013; con otro dato sustancial: la curva estadística continúa bajando. 
Por la defensa de ese sólo logro, uno entrega la vida si es preciso. Por los pibes de la patria.
Hagamos pedagogía con quien tenemos al lado en el trabajo, en la escuela, en el super del barrio y contémosle esta información y que la Argentina está próxima a llegar al Hambre Cero.
Pero también digámosles que estos datos se explican porque mejoró la calidad de vida de los argentinos y porque tenemos más vacunas, más proteínas consumidas, más viviendas, más protección del Estado y que por eso mismo, son el fruto de un proyecto de país inclusivo.
Nada nos fue dado por la gracia divina. Todo lo hicimos nosotros, los argentinos.
Y aunque duela recordarlo, tendríamos que saber que cuando hace apenas 20 años se moría el 25,6 %  de cada mil niños nacidos, también fue por decisiones políticas: las injustas decisiones de un país injusto. 
Estos datos esperanzan y estremecen a la vez: cuando asumió Néstor Kirchner, en el 2003, el índice de mortalidad infantil anual era de 16,5 por mil. Entonces eran 11.494 pibes menores de un año los que se morían. En el 2010 esa cifra descendió a 8.961. En el 2011, bajó a 8.878, el 11,7 por mil. Esa cifra siguió descendiendo en el 2012  y en lo que va del 2013 se ubica cerca del 11 por mil. 
Que se salven más de 3.000 argentinitos por año es fruto de este proyecto de país. Habrá que seguir avanzando para que ningún pibe se muera por estar a la  intemperie.
“Nuestros satélites ya no tendrán que ir al exterior para probar su capacidad aeroespacial; ahora lo harán aquí, en la Argentina”, anunció Cristina en Bariloche. 
El proyecto político que lidera Cristina también es un invento argentino y latinoamericano.Y como toda obra humana, crece mientras la voluntad humana quiere que crezca. Sin esa voluntad, todo lo humano perece.
¿De quién depende entonces que los logros del país inclusivo y de la esperanza sean un camino de ida? De la mayoría de los argentinos.
Sólo ellos decidirán si este proyecto es un suspiro en la historia.
O es la historia misma. 

Miradas al Sur, domingo 29 de septiembre de 2013

viernes, 27 de septiembre de 2013

¿Otra vez sopa?



El calendario dice que en cinco domingos más volvemos a las urnas. 
¿Ud. ya decidió su voto? ¿Votará en defensa propia o no? ¿Le gusta un candidato más que otro?
Si hay debate en estos días, habría que aprovechar para escucharlos y sacar conclusiones. Pero si no hay debate porque alguno se niega a debatir, habrá que saber escuchar lo que dice cada uno de ellos.
“Por la boca muere el pez”, dicen.  
Más allá de lo que digan o dejen de decir los candidatos, habría que hacerse tres preguntas claves antes de decidir el voto.
Treinta años de democracia son más que suficientes para educar nuestro deber de ciudadanos.
¿O no?
Uno se preguntaría, entonces, con toda la buena fe:
1.- ¿Cuáles son las propuestas políticas de los candidatos?
2.- ¿Cuáles son sus aliados políticos?
3.- ¿Cuál es el principal sector socio-económico donde se referencian?
Veamos un ejemplo clarito y concreto.
Las declaraciones de Sergio Massa tienen la virtud de sincerar algunos puntos centrales de su pensamiento político. Ayer confesó que él no está de acuerdo con que se entreguen las computadoras a los pibes de la secundaria como las viene entregando el gobierno nacional.
¿Usted sabe de dónde sale el dinero para comprar las netbooks y distribuirlas en todas las escuelas del país? ¿De la Anses como dijo Massa? Falso. La plata sale del Tesoro Nacional.
Antes, en otra declaración, el candidato Massa también dijo que no está de acuerdo con el sistema jubilatorio y que él propondrá un sistema semejante al que existía en tiempos de las ex AFJP. O sea que propone derrumbar el sistema actual de la movilidad jubilatoria.
También remarca en su campaña que habría que eliminar las retenciones al campo. La pregunta es: si no se redistribuye la renta y los ingresos de manera más solidaria como es ahora ¿de dónde saldrá la plata para afrontar la inversión social? ¿Endeudándonos con el FMI nuevamente? ¿O simplemente cortando de cuajo la inversión social y las obras públicas y el plan de viviendas ProCrear?
Si  vemos que Massa se unió a toda la vieja guardia conservadora del “peronismo disidente” y se junta con Duhalde, Reutemann, Barrionuevo, Cariglino, Redrado, Felipe Solá, Aldo Rico y Graciela Camaño, para presentarse como “lo nuevo”, está claro que es más de lo mismo de los años noventa.
El apoyo explícito que se brindan mutuamente con los medios del Grupo Clarín y con la Sociedad Rural y compañía, revela a qué poder económico  responde Sergio Massa.
Importan los candidatos, pero no se votan individuos; se votan proyectos de país muy diferentes.
¿Ud. votaría a quien le está diciendo en la cara que terminará con las conquistas sociales de estos años? ¿Otra vez sopa?
Piénselo. Por el bien de todos.

El Argentino, viernes 27 de septiembre de 2013

jueves, 26 de septiembre de 2013

El Granadero de Perón



Federico Deacon era soldado granadero en 1973.
Estaba asignado a la custodia de la Residencia presidencial de Olivos, cuando el 20 de Junio de ese año volvió Perón a la patria.
Y fue la Masacre de Ezeiza.
Y una piba de la JP llamada Cristina Fernández se encontró de golpe con la balacera y corrió para seguir viviendo.
Y en Olivos el granadero Federico vio a Perón por primera vez. Y Perón lo saludó y le puso ambas manos sobre el hombro.
Con el paso del tiempo, Federico fue capitán de barcos, hasta que renunció por un infarto provocado por las políticas neoliberales que entregaron nuestro mar en los años noventa.
La joven fue diputada, senadora y después presidenta.
Ahora se escribieron.
Y es imposible no emocionarse en los tiempos que corren.
A cada paso que damos, la vida nos regala una caricia como esta para convencernos que no nos merecemos el dolor de volver a ningún pasado feo. 
Es imposible no emocionarse con el discurso de la Presidenta en la ONU.
Es imposible no alegrarse con la noticia que afirma que las ventas aumentaron en agosto 15% en supermercados y 20,1 en shoppings y reírnos con la inocente y certera definición del legislador Juan Cabandié: “Clarín le quiere hacer creer a la gente que Massa es Mickey Mouse y Tigre es Disney World".
Es imposible no indignarse y enojarse con Hermes Binner cuando acusa a los compatriotas chaqueños, paraguayos y bolivianos de la pobreza  que sufre Santa Fe desde que el propio Binner era gobernador.
Es todo pasión en los días que corren.
Es imposible no esperanzarse con la noticia que informa acerca de  los trenes que vendrán  a mejorar nuestro sistema ferroviario,  como lo viene anunciando el ministro Randazzo y que el ministro Rossi anuncie que  después de varias décadas volvemos a construir embarcaciones para la Defensa  y que Mariano Recalde informe sobre el crecimiento continuo  de Aerolíneas Argentinas y  que el ministro De Vido anuncie nuevas obras para la sufrida Córdoba.
O sea.
Avanzamos en rutas, en trenes, en barcos y en aviones… ¿y en serio que no te emociona?
Martín Fresneda presentó el libro “La patria es el otro”  de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, ligando la defensa y el valor de esos derechos en todos los terrenos de la vida, en el trabajo, en la educación, en el deporte, en la cultura. ¿No es para emocionarse?
¿Y no es para indignarse observando la reiterada postura de la oposición en el Congreso votando y discurseando contra el Presupuesto Nacional enviado por el Poder Ejecutivo cada año?
El corazón no da para respiro: al final de la jornada Cristina entregó certificados de la casa propia a otros miles de argentinos.
O sea. La Argentina ya no vive a la intemperie.

El Argentino, jueves 26 de septiembre de 2013

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Sólo la paz es justa



Todos hablaron de la paz en la 68° Asamblea General de las Naciones Unidas.
Todos pidieron por la paz y negaron la guerra como vía de resolución de los conflictos que hoy sacuden al mundo. Todos condenaron el uso de armas químicas.
Aún el mismo Barack Obama con su duro discurso de gendarme mundial con fecha de vencimientoapostó por la paz; eso sí,en medio de amenazas,por las dudas. A ver si alguien se da cuenta que el gigante está más débil.
Tendrán que repensar el rol de los EE.UU. ante el mundo. Nadie les dio el rol de país “excepcional” para violar la soberanía de ningún pueblo en la tierra.
La apelación a la paz es una buena noticia. Ahora habrá que defenderla y transformarla en hechos.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no tuvo pelos en la lengua cuando condenó sin ambigüedades el espionaje de los EE.UU. que afectó a su país.
Imagine Ud. a su vecino pinchándoleel teléfono o pispiando por arriba de la medianera  para saber qué hace Ud. en la intimidad de su hogar. ¿Lo podría saludar amablemente al otro día como si no pasara nada?
El nuevo presidente de Irán, Hassan Rohani, también abogó por la paz.Y le tendió una mano al presidente Obama en retribución al llamado a negociar que aquel hiciera antes. “La paz está a nuestro alcance” dijo, como convocatoria a formar una coalición mundial por la paz y contra todo tipo de guerra.
“Hay que traer la primavera y expulsar al invierno”, citó a un poeta iraní.
Y luego habló la presidenta de los argentinos solidarizándose con las víctimas de Kenia y de todos los atentados terroristas en cualquier lugar del planeta.
Propuso con firmeza la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU por demostrarse obsoleto ante el conflicto en Siria y ante todos los conflictos.
“Derecho de veto, no; consenso, sí” fue la propuesta de Cristina.
Hiroshima y Nagasaki, el napalm en Vietnam, las cámaras de gas de los nazis, los cadáveres de estadounidenses arribando a su tierra, desfilaron por su discurso. 
Porque “No hay guerras justas, sólo la paz es justa”, enfatizó.
Condenó al Reino Unido por militarizar con armas nucleares el Atlántico Sur.
“No tenemos doble estándar, lo condenamos”, afirmó.
Son los que hablan de derechos humanos, pero no los respetan. Respondió indignada contra el discurso único que prevalece en aquellos que hablan y miranimperialmenteal mundo.
Pidió reformar y empoderar a la ONU.
Con elocuencia exigió a Irán, avanzar en la causa AMIA.
Malvinas, el armamentismo, Siria, la crisis mundial, la pasión y el mensaje del Papa y los fondos buitres estuvieron presentes en el discurso de Cristina.
Y en todos ellos, la idea madre de que la paz no sólo es una meta. La paz es el camino.

El Argentino, miércoles 25 de septiembre de 2013