jueves, 31 de marzo de 2011

La Universidad de la Igualdad


Como se podrá leer y ampliar en las noticias del día, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró ayer personalmente el primer ciclo lectivo de la flamante Universidad Nacional de Avellaneda y a distancia, el ciclo correspondiente a la Universidad “Arturo Jauretche” de Florencio Varela, más un nuevo edificio de una escuela de Berazategui, más viviendas construidas por las cooperativas del Programa “Argentina Trabaja” que coordina la ministra Alicia Kirchner y mantuvo, además, un fluido dialogo con alumnos, docentes, intendentes y ministros, sobre diversas cuestiones sociales, ambientales y educativas. Ocurrió aquí, en la Argentina. Todo al mismo tiempo. Se crean nuevas Universidades en el territorio donde habita el pueblo, se amplía la matricula estudiantil, se estimulan las carreras que demanda el crecimiento económico del país. Esta es la realidad concreta. Que cada uno haga lo que quiera con ella. Pero lo que no podrá hacer es negarla. Cuando asumió Kirchner en el 2003 existían 36 Universidades en estado de permanente caos. El 26 de marzo de ese año los rectores encabezaron una protesta nacional advirtiendo que el recorte presupuestario dispuesto por el entonces presidente provisional Eduardo Duhalde, llevaba a la desaparición de la educación superior. No sólo que no se cerraron, sino que se abrieron 9 Universidades más desde que asumió Kirchner. Son verdaderas fábricas de sueños. Dice el maestro Paulo Freire en “Pedagogía de la esperanza”: “El discurso crítico sobre el mundo es una forma de rehacerlo…la educación debe perfilar las conjeturas, los diseños, las anticipaciones del mundo nuevo…el sueño es también un motor de la historia. No hay cambio sin sueño, como no hay sueño sin esperanza”. De estas cosas estamos hablando cuando hablamos de la inauguración de una escuela, de una Universidad nacional, pública y gratuita. La Presidenta nos convocó a hacer memoria para saber de dónde venimos. Adherimos y decimos: *En 1945 la matricula universitaria llegaba a los 47.400 alumnos. *En 1949 el peronismo estableció la Universidad pública y gratuita. *En 1955, cuando derrocaron a Perón, la matricula ya ascendía a 136.362 alumnos. Esto significa que la redistribución del ingreso es y debe ser compatible con la redistribución del conocimiento, de la cultura, de la educación en todos sus niveles. De esto hablamos en la Argentina de hoy. Por eso se escuchan consignas de cambio en actos como el de Avellaneda, ayer. Por eso la alegría de los pibes. Y por eso las convicciones de una Presidenta que al decir las cosas que dice y de la forma como las dice, parece una más entre los argentinos y argentinas que la acompañan.


El Argentino, jueves 31 de marzo de 2011

miércoles, 30 de marzo de 2011

Quizás, quizás, quizás...


Cruzaba la Plaza San Martín, luego de darme el bello gusto de ver a nuestra Presidenta junto al Presidente venezolano, Hugo Chávez, cuando me entero que el último candidato radical, Ernesto Sanz, se bajaba de la interna partidaria. No se porqué me puse a cantar bajito aquel viejo bolero llamado como el título de nuestra columna de hoy. “Siempre que te pregunto, que cómo, cuándo y dónde, tu siempre me respondes, quizás, quizás, quizás” Minutos después vuelvo a escuchar a Mauricio Macri anunciando la fecha de las elecciones porteñas y ya que estaba, lanzando un agresivo ataque político contra esta democracia forjada con tanto sacrificio por el pueblo argentino. Porque eso de decir que “este es el peor momento desde 1983” es claramente una ofensa contra el buen gusto, el sentido común y el esfuerzo de la sociedad en su conjunto, más allá de toda bandería. “Y así pasan los días y yo desesperando, y tu, tu contestando, quizás, quizás, quizás” Sigo leyendo noticias y llego hasta la provincia de Chubut y la indignación no encuentra techo. Ahora se sumó la apertura de una urna vacía y votos encontrados por la directora de una escuela. “Estás perdiendo el tiempo, pensando, pensando. Por lo que tu más quieras, hasta cuándo, hasta cuándo.” Dan vergüenza ajena estos opositores que integran el bochornoso “Grupo A”, o como los llamó sagazmente un conductor televisivo: “la bancada de Clarín”. Para que no nos gane la bronca y la indignación, seguimos caminando y respirando el airecito fresco de saber que la Argentina alcanzó el menor grado de desigualdad de las últimas décadas, que el consumo en los grandes mercados creció un 16,3 % y la industria nacional un 8,9 %. Eso significa más trabajo, más producción, más consumo interno, más inclusión social. Esa baja en la desigualdad, según el coeficiente Gini anunciado ayer por Cristina, significa en esencia que varios miles de pibes y pibas de este bendito país ya no duermen con la barriga vacía y que las madres embarazadas tienen la certeza, no tan sólo la ilusión, de que sus hijos nacerán con un pan bajo el brazo con la Asignación Universal por Hijo. ¿Cómo decir entonces que este es “el peor momento de la democracia”? ¿O será una proyección de los miedos que tiene la derecha representada por Macri? Se tendrán que acostumbrar a convivir con ellos. O superarlos si pueden, haciéndose más buenos y más justos. Si ello sucediera, sería la confirmación que verdaderamente somos un continente mágico. La nave del cambio que conduce Cristina, como afirmó Chávez anoche en La Plata, navega con rumbo firme y ya nada ni nadie torcerá ese rumbo. ¿Lo podrán entender los opositores? Quizás, quizás, quizás. El Argentino, miércoles 30 de marzo de 2011

martes, 29 de marzo de 2011

Pido la palabra



“Esto no pasaba en tiempos de la dictadura”, era la frase recurrente de cuanto fascista andaba suelto. Veamos el trasfondo que escondía cada una de las palabras de esta triste expresión: “Esto…” es el nombre que le dan despectivamente al ciudadano en democracia; a los hombres y mujeres del pueblo, participando, luchando, cantando, acertando o errando; pero, en libertad. “No pasaba” era el circulo de fuego y muerte que impuso la dictadura. No pasaba, no pasa, ni sobrevivirá el que se resista al terrorismo de Estado. “En tiempos de la dictadura” era la remembranza de una época donde se imponía aquello de que “el silencio es salud”, se desaparecía gente por pensar distinto y se escribía y se decía lo que permitían los dictadores, exclusivamente. Hoy pido la palabra y la tengo fácilmente. Porque estamos en democracia y en el momento de mayor libertad desde que la recuperamos. Cada diario dice lo que quiere de la Presidenta para abajo. Cada insulto que duele al sentimiento popular es transmitido en cadena monopólica sin que nadie se lo impida. Y está bien. Pero si no hay más querellas ni injurias para el periodismo, por decisión presidencial, tampoco habrá más penas ni olvidos, por mandato popular. Pido la palabra para citar el libro “Decíamos ayer”, de Blaustein y Zubieta. Editorial de Clarín del 24 de abril de 1978, en pleno genocidio: “Una vez más es necesario salir a la palestra para defender en la Argentina la libertad de prensa. Ello parece contradictorio con la situación que en la realidad se vive. Los órganos periodísticos se manejan con prudencia. El gobierno no ejerce presiones indebidas…La prensa escrita se alinea sin dificultades en el rumbo general del proceso…” Así cualquiera, Clarín. Cómplices de la dictadura, prepotentes en democracia, autoritarios con los trabajadores. Pido la palabra. Sentimos vergüenza por los opositores que se alinearon rápidamente con sus patrones mediáticos. Ni siquiera se tomaron la molestia de hablar con los trabajadores, de criticarlos de frente si este era el caso por la metodología que emplearon, de conocer la historia del conflicto. Los condenaron sumariamente y de paso, citaron a la ministra Nilda Garré. Qué vergüenza. ¿No son acaso representantes del pueblo? ¿O se asumen definitivamente como representantes de los poderosos? Ahí llegó el Presidente Hugo Chávez, también bastardeado por los grandes medios en su país y en el nuestro. Prenda usted un canal de televisión en Caracas. Hay 111 en total. 61 son privadas. 13 son públicas. 37 comunitarias. ¡Las cosas que dicen de Chávez! Pero la libertad de expresión, allá como acá, están garantizadas. Por eso, pido la palabra.


El Argentino, martes 29 de marzo de 2011

lunes, 28 de marzo de 2011

El sucio trapo de un golpista



El momento que vivimos es histórico. Todos nos mostramos tal cual somos. Mírenlos, allí están, cual patrones de una republiqueta de terratenientes, dueños de las vacas y la soja, secuestradores de la renta diferencial, del puerto y la aduana desde que nació la patria contra sus disgustos. Se llamaba Martínez de Hoz en tiempos de dictadura. Se llaman hoy Mario Llambías de la CRA y Hugo Biolcati de la Sociedad Rural. Uno de estos personajes, Llambías, el de la patronal rural, el de la Mesa de enlace, el que lideró junto a otros innombrables el enfrentamiento más violento contra el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, acaba de afirmar: “Quieren reemplazar la bandera por un sucio trapo rojo”, reivindicando la introducción golpista a la dictadura cívico-militar y celebrando el lockaut patronal contra el gobierno democrático de Cristina. No le tengamos miedo, pero tampoco lo tomemos a la ligera. Hay que denunciarlo con la misma indignación que lo condena la historia. El gobierno que ellos agreden, puso en alto como nunca se hizo antes, la figura de Manuel Belgrano. “El miedo sólo sirve para perderlo todo” fue una de las citas del prócer más difundidas durante los festejos del Bicentenario. Le confesamos algo Llambías, pero no se lo diga a nadie: esa frase hoy se la dedicamos a usted. Es este proyecto de país que gobierna el que siempre tuvo en alto la bandera azul celeste y blanca de Belgrano. Fueron ustedes los que no querían otra bandera más que la renta de la pampa húmeda. El único trapo sucio que se izó en los mástiles de la patria fue el que ustedes izaron o hicieron izar a los dictadores. Es tan vieja esta historia, Llambías, que cuando Belgrano enarboló por primera vez la bandera nacional, el 27 de febrero de 1812, uno de los suyos Llambías, Bernardino Rivadavia era su nombre, ordenó bajarla porque la única bandera era la española y los únicos aliados a defender eran sus patrones del Imperio inglés. Le digo más Llambías: Belgrano no lo escuchó y mandó a los patriotas jurar de pie ante la bandera: “Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores y la América del Sur será el templo de la Independencia y la Libertad” Y para que nadie dude que hablaba en serio, bautizó a cada batería de guerra dispuesta sobre las barrancas del Paraná con esos nombres, “Independencia” y “Libertad”. Le digo otra Llambías: el creador de nuestra bandera, Manuel Belgrano, es hijo y padre del mismo proyecto de patria que soñó San Martín, Moreno, Castelli, Artigas, Rosas, los Caudillos, Yrigoyen, Perón, Evita, los 30 mil y Kirchner. Una sugerencia Llambías: antes de volver a hablar en público, lave sus trapos en su casa.


El Argentino, 28 de marzo de 2011

domingo, 27 de marzo de 2011

Kirchner y el hilo de Ariadna



La figura del “Néstornauta” emergiendo por sobre los rostros de ese Néstor Kirchner que portaban miles de jóvenes en la marcha de este 24 de marzo, conmueve por su significado histórico, más que por su estética artística. Es la primera resultante masiva y elocuente de aquel dolor colectivo cuando su muerte en octubre pasado. Nunca antes, una sola figura, un solo nombre y apellido, una sola historia de vida, resumía y potenciaba, como lo hace Kirchner, aquellas luchas y este presente. Kirchner está expresando para la cultura y la conciencia política de nuestro pueblo, algo mucho más profundo que su solo recuerdo. Es el hilo de Ariadna de la mitología en tanto nos llevó a enfrentar, desde nuestras propias debilidades, a los viejos monstruos del pasado, para guiarnos después hasta la salida, evitando perdernos en ese laberinto que el genocidio sembró en los pasajes más oscuros de la sociedad, resurgiendo finalmente a cielo abierto, airosos y con la memoria intacta. Kirchner es quien culmina el ciclo trunco de su generación, el que lo hace cierto, el que demuestra que se puede gobernar y tocar el horizonte al mismo tiempo, el que cierra victorioso y digno la partida con su propia muerte. El que completa la obra colectiva porque se abrazó a los sueños y a las convicciones de aquellos que fueron sus compañeros: los militantes que ofrendaron sus vidas resistiendo a los dictadores, como se debía o como se podía. Nada ocurre porque sí. Si esa militancia que combatió, que cayó, que se levantó, que peleó, que murió, que fue presa y torturada, que probó la melancolía agria del exilio, hoy es reivindicada como bandera de lucha, es porque del otro lado, se pone luz sobre los civiles de la dictadura. Los que pergeñaron el genocidio, los que lucraron con la muerte. Este salto en la conciencia colectiva está indicando la necesidad de organizar el enorme potencial humano que se ha despertado en el vientre de esta nueva sociedad, expresado hoy con rasgo singular, en la irrupción de una nueva generación de jóvenes. Es justamente lo que Cristina afirmó en su discurso del 11 de marzo, cuando llamó a institucionalizar desde el pie, el amplio espacio nacional, popular y democrático que ella representa y conduce. Todo lleva a suponer, definitivamente, que hay una gesta en marcha, una épica en movimiento, una causa popular en época de retoño. Es algo más que una cuestión partidaria, o un mero dato de la coyuntura. Y por eso mismo, obliga a renovar esfuerzos, a no caer en ninguna trampa divisionista, a organizar con un brazo las fuerzas políticas allí donde uno esté y con el otro, sostener la memoria y el proyecto de país como se viene haciendo. Si es este el andarivel por donde camina la militancia kirchnerista, no habrá que tentarse en caer al barro que propone una oposición en estado de pánico. Que sean ellos los que gritan “¡a los botes!”, no significa que es esa la realidad del conjunto; sino su contrario. Son ellos y sus incertidumbres. Sus mezquindades. Su degradación. Son ellos y su descomposición. Es eso lo que muestra la elección en Chubut. El gobernador, Mario Das Neves, piloteó un resultado amañado a sus necesidades personales, casi escrito de antemano y en la caída, arrastró a los socios del pejotismo disidente que lo acompañaban: Francisco De Narváez, Felipe Solá, Graciela Caamaño, entre otros. Desde ese día, Das Neves se parece mucho a la diputada golpeadora; la diferencia es que ella agredió a un militante curtido en las mazmorras de la dictadura, Carlos Kunkel, mientras Das Neves tiró trompadas contra la esencia de la democracia: el voto popular. El Frente para la Victoria de Chubut viene dando una lección de civismo a propios y ajenos. Por su prudencia, su temperamento y por sobre todo, por su firmeza en defender el sufragio de la gente. Se escuchó decir que el kirchnerismo no debía cacarear tanto con el posible fraude, que esa actitud podría convertirse a futuro en un gol en contra, que había que celebrar el resultado magnífico del candidato Carlos Eliceche. Punto y aparte. Si así hubiese resultado la acción a seguir por la dirigencia política e institucional del kirchnerismo, a nivel nacional y provincial, se hubiese firmado un plazo de vencimiento para la fuerza política que hoy gobierna el país. Pero no ocurrió tal cosa. La actitud elegida fue la misma, en otra variante, en otra circunstancia, que aquella que enseñó con su ejemplo Néstor Kirchner cuando reconoció la derrota electoral en junio de 2009 en la provincia de Buenos Aires. Si entonces no esperó los resultados del escrutinio definitivo para admitir públicamente la suerte electoral de ese día, fue porque leyó correctamente el mensaje de las urnas. Y no sólo lo admitió, que era su obligación de demócrata, sino que además corrigió y profundizó el rumbo cuando otros leyeron lo contrario. Fue una conducta que estará para siempre como un faro, en las antípodas de la vieja política a la que él combatió. A veces perdiendo, a veces ganando. Hacer la vista gorda ante la trampa ajena supone aceptar que uno es de la misma calaña. “No condeno porque no quiero que me condenen cuando yo haga lo mismo”. Eso se llama “liberalismo” de la peor especie. Pero lo que es más grave de la actitud comprensiva o cómplice con el posible fraude, es entregar atada de pies y manos la voluntad popular. ¿Quién dijo que los votos del pueblo son una ficha a jugar a gusto y placer por los dirigentes votados? El resultado final podrá revertir o no lo proclamado en esa noche de borrachera en el Titanic de Das Neves. Lo que importa es saber que cuando se advierte fraude, no es fraude contra tal o cual candidato. Es fraude contra la voluntad popular. Y cuando ocurre, no se negocia nada. Es la conducta genuina que siempre tuvo el campo nacional y popular. La conducta contraria la tuvieron y siguen teniendo, lamentablemente, los opositores que se identifica más con el “fraude patriótico”, que con una democracia de todos y para todos.


Miradas al Sur, domingo 27 de marzo de 2011

miércoles, 23 de marzo de 2011

No ha sido en vano

Mañana es el Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia.
No ha sido en vano ni la lucha ni el dolor.
Las banderas y las consignas de una nueva generación de argentinos y argentinas ganarán las calles y las plazas del país.
Los pañuelos de las Madres y las Abuelas y los Hijos, marcarán el ancho camino por donde seguir andando.
No ha sido en vano.
Aquella generación de militantes que dejó su vida por sus convicciones, tiene un nuevo DNI. Alto, claro y transparente. De nombre: Néstor. De apellido: Kirchner.
La economía crece al 9 %, el trabajo industrial al 14 %, el superávit fiscal, 19 %.
No ha sido en vano.
La Presidenta trepa alto en las encuestas y en el amor de su pueblo.
Millones de argentinos disfrutarán un fin de semana largo, pero sin dejar la memoria colgada en un perchero.
La denuncia de fraude en Chubut demuestra que esta es una democracia fuerte con políticos que no rifan el voto popular. Las democracias débiles son las amañadas al costumbrismo fraudulento de la vieja política. Y uno puede ser generoso y dadivoso si quiere con lo que le pertenece, pero lo que es del pueblo se defiende con uñas y dientes. Porque los votos son del pueblo y no de un dirigente.
No ha sido en vano.
Los tres candidatos del Frente para la Victoria de la Ciudad de Buenos Aires, Amado Boudou, Carlos Tomada y Daniel Filmus, participarán juntos en un mismo acto, con un mismo público, con el mismo proyecto. La cita es esta noche en Argentinos Juniors, allí en La Paternal. Estará la Juventud, la militancia que se abraza al proyecto de país que conduce la Presidenta y estarán los candidatos que ofrecen su corazón para recuperar la ciudad de los porteños al proyecto nacional.
¿Qué venimos diciendo hasta aquí?
Que la Argentina encuentra este nuevo 24 de Marzo construyendo sólidamente una nueva cultura política.
Que ya no es el Día de la Resistencia, sino un día de Reafirmación de las conquistas sociales, económicas y políticas logradas con los gobiernos de Néstor y Cristina.
Que ese es el mejor homenaje a los compatriotas que fueron asesinados, desaparecidos, torturados, encarcelados, exiliados y perseguidos por querer construir un país más equitativo.
Que los pibes tomaron la posta que aquellos muertos queridos dejaron.
Que los prolongan y mejoran en cada paso cotidiano que damos hacia ese país más justo.
Que de nada valdría el llanto y la memoria si bajáramos los brazos, si la tristeza nos gana la partida, si la melancolía nos arroja a la banquina de la historia.
Que hay que dar cuenta del pasado para seguir construyendo el horizonte, mirando siempre la plomada vertical del mejor albañil de la historia: el pueblo.
No ha sido en vano.

El Argentino, miércoles 23 de marzo de 2011

martes, 22 de marzo de 2011

El voto del pueblo no se mancha



“¿Cuánto das por un fraude electoral?”
“Un Das Neves”
Fue uno de los tantos chistes amargos que circularon ayer, luego de las elecciones en Chubut.
Lo sucedido en esa provincia, llena de vergüenza a la democracia argentina toda.
Por el oscurantismo del sufragio que le negó a la ciudadanía el derecho a informarse y por el parloteo arrogante del gobernador Mario Das Neves adjudicándose el triunfo con 5 décimas de diferencia y no por los 30 puntos que había pronosticado; pero lo que es peor, cuando hay técnicamente 15 urnas sin escrutar y más de 4 mil votos entre anulados y recurridos.
Un dirigente que pretendía tener estatura para aspirar a la presidencia del país, debería haber tenido el decoro de esperar los resultados del escrutinio final para cantar victoria. Si los votos que faltan contabilizar le dan el triunfo, podrá hacerlo. Pero ya le será inevitable ocultar que quedó definitivamente magullado y malherido en su proyección nacional.
¿Y si los votos marcan lo contrario? La sola posibilidad aritmética de que esto sea posible, inhabilita cualquier gesto triunfalista.
Más allá del resultado final, lo ocurrido deja algunas lecciones para la reflexión de todos los argentinos, no sólo de los chubutenses.
* La oposición al modelo nacional, popular y democrático de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, es de una mediocridad absoluta, a estar por lo ocurrido en Chubut. En esa barca del fraude, estuvieron bailando hasta la madrugada De Narváez, la diputada golpeadora Graciela Caamaño, Felipe Solá y otros.
*Una elección se puede ganar o perder, pero lo que no se debe hacer es enturbiar la necesaria transparencia que la democracia exige a todos los ciudadanos y mucho más, a sus dirigentes.
*Se puede ganar la elección de un cargo por un solo voto, pero los liderazgos se ganan con holgura y con conducta. O no existen.
*Los medios de desinformación monopólica fueron cómplices de la operación de fraude dando por válidas las bochornosas declaraciones de Das Neves y adjudicándole el triunfo a su candidato.
*Las elecciones presidenciales de octubre próximo no deben ser un momento fugaz, ocasional, circunstancial de la historia que venimos construyendo como sociedad.
Si así fuera, ese momento sería pasible de verse afectada por estas oscuras maniobras que degradan la democracia.
Octubre tendría que ser la coronación de un proceso político colectivo, donde valoremos las conquistas alcanzadas con el modelo gobernante, de un lado y del otro, recordemos a quienes en el 2001 provocaron aquel grito desesperado que aún sigue resonando: “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”.
¿Qué parte no entendió, gobernador Das Neves?


El Argentino, martes 22 de marzo de 2011

lunes, 21 de marzo de 2011

Una oposición en caída libre



La oposición entró en estado de pánico.
Como ya no pueden ocultar la voz del pueblo, ayer impidieron en Chubut que la ciudadanía se informe en vivo y en directo, escondiendo la información sobre los resultados durante varias horas.
Eso se llama impotencia y secuestro a la verdad.
Lo denunciaron el ministro Randazzo y el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
Hace una semana el radicalismo perdió en Catamarca y ayer, el pejota disidente de Duhalde, De Narváez, Graciela Caamaño, Felipe Solá, socios del gobernador Mario Das Neves, trastabilló en Chubut.
Esta es la oposición que declama por “una mejor transparencia institucional”.
“¿Qué hacer?” Se preguntan en el bunker de los capanga del grupo mediático. Imposibilitados de ejercer la hegemonía por vías del voto popular, apelarán a cualquier operación sucia para desviar la atención, embarrar la cancha y dividir el espacio que acompaña al gobierno.
Si fueron incapaces de construir una propuesta alternativa al modelo gobernante, creíble socialmente y ganadora electoralmente, habrá que cuidarse mucho de no caer en las provocaciones y emboscadas que tenderán de ahora en más.
Empezamos hoy la Semana de la Memoria.
Se acerca el 24 de Marzo y el corazón se nos instala en todo el cuerpo hasta desbordarlo, abrazando a cada uno de los desaparecidos en la oscura noche de la dictadura.
El mejor homenaje a todos ellos será entender y difundir el carácter político de aquella dictadura que fue cívico-militar.
Que se castigue con cárcel a los genocidas es una parte sustancial, pero sin olvidar que fueron instrumentos de un modelo de país empobrecido, achicado, enmudecido, privatizado, con muchos súper pobres de un lado y pocos súper ricos del otro.
Que se sepa el entramado civil de esa dictadura es imprescindible, además, para saber que ellos o su cría andan por los alrededores del barrio, en los medios de difusión, en las grandes empresas, en los recodos más oscuros de la sociedad.
Si no nos desinfectamos a fondo, seguirán habiendo jefes de gobierno como Macri que convocan a exegetas de los dictadores como Abel Posse y políticos como Eduardo Duhalde que reivindican la posibilidad de amistarse con el genocida Videla y seudo periodistas que se hartan de la memoria condenatoria de Hitler, Mussolini y los dictadores de cabotaje.
Finalmente, la muerte del hincha de fútbol es un palazo fatal contra la democracia inclusiva de los argentinos.
Como si el viejo país represivo se resistiera a desarmar sus odios y violencia.
La sociedad deberá acompañar decididamente a la ministra Nilda Garré para que llegue a fondo en el objetivo de construir una policía de la democracia y para la democracia.




El Argentino, lunes 21 de marzo de 2011

domingo, 20 de marzo de 2011

Cuando la risa no se rinde



El poder mediático quedó en orsay nuevamente, junto a la dirigencia política opositora que le responde dócil y vergonzosamente.
Buscaban que el espacio nacional y popular y su conducción, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, empiecen a discutir hacia adentro, agrietándose, debilitándose, mordiéndose la cola, olvidándose de su mandato principal que es la defensa y la profundización del modelo gobernante.
Y fallaron.
Desde que nacimos como nación, en 1810, todos los procesos populares que fueron derrotados, enseñan y advierten que el primer logro de sus enemigos fue hacer caer en la trampa a la dirigencia popular, agudizando, falsamente, sus contradicciones internas.
Algo aprendimos.
En este marco histórico hay que ubicar lo sucedido en torno a la figura de Hugo Moyano.
La tapa de Clarín con la supuesta presión cegetista para colocar el próximo vicepresidente; la enésima declaración de Carrió contra Moyano; el exhorto suizo que no fue tal, fueron capítulos de la última operación del monopolio mediático.
Es probable que de acá en más estas operaciones desestabilizadoras estén a la orden del día.
Para hacerlas frente, habrá que evitar jugar con cartas ajenas, manteniendo contra viento y marea, la unidad política del campo popular.
La suspensión de la medida sindical de la CGT, el viernes pasado, es una decisión correcta, tomada al calor del enfrentamiento con una operación política de magnitud extraterritorial.
El mismo día, en Concordia, Entre Ríos, la Presidenta elogió el nombre del libro que le había obsequiado la Comisión de la Memoria local: La risa no se rinde.
En sus páginas un puñado de ex presos políticos durante la última dictadura cívico-militar, relatan de qué manera enfrentaban el acoso de los verdugos.
Sabían que ejecutaban un plan científicamente elaborado que tenía como fin principal, quebrar la moral de los prisioneros y reducirlos a un mero despojo de carne, sin alma y sobre todo, sin ideología ni identidad política.
Dolía más la soledad de la celda en aislamiento, que la patada artera y cobarde de un guardia sobre las costillas. Dolía más saber del compañero prisionero que firmaba su arrepentimiento como militante popular, que estar a oscuras en un calabozo. Dolía más desmontar la artimaña del divisionismo entre los presos, provocado por los dictadores, que resistir varios años de cárcel y mantenerse entero.
La estrategia que se oponía desde los militantes presos para enfrentar esa circunstancia, fue evitar las provocaciones, enarbolando la alegría como arma de combate
No una alegría boba, vacía, edulcorada. Sino la alegría de las convicciones, de una forma de vida, de un destino colectivo, de pelear por la justicia.
De eso habla el libro que elogió la Presidenta. De la alegría como una categoría política superior.
Si no se hubiese entendido esto, a lo largo de 200 años de historia de luchas, con sus victorias y sus derrotas, este país hubiese sucumbido hace ya tiempo.
Es de vieja data la estrategia. Los enemigos del progreso y la justicia social ya montaban campañas de desprestigio y desmoralización contra Manuel Belgrano y Mariano Moreno.
Es preciso en esta etapa, más que nunca, releer la historia y comprobar cómo se repite la fórmula de la crispación para someter al pueblo y sus dirigentes.
¿Qué hicieron los patriotas en todo tiempo y lugar?
No pisaron el palito que tiraba el enemigo.
Andaban con el morral dispuesto para la pelea, pero nunca faltaba un musiquero que alegraba los fogones cuando se podía. Peleaban a destajo por la patria y por su pueblo, pero eso sí, mientras cantaban tenían en claro que el campo de batalla y el momento indicado, no lo ponía el enemigo, sino los mismos patriotas.
Cuando así no lo hicieron, fueron, fuimos, derrotados.
En una mirada panorámica sobre la realidad que hoy vive la Argentina es posible advertir que el triunfo kirchnerista en Catamarca, la buena elección de hoy en Chubut, las movilizaciones populares de permanente apoyo a la Presidenta, la irrupción política de una nueva generación de jóvenes, las medidas transformadoras del gobierno nacional, la recomposición de la unidad política del movimiento nacional, popular y democrático, son indicativos del histórico avance que viene dando la sociedad desde el mismo día que asumió Néstor Kirchner y afirmó:
“Por mandato popular, por comprensión histórica y por decisión política, esta es la oportunidad de la transformación, del cambio cultural y moral que demanda la hora. Cambio es el nombre del futuro”.
El giro copernicano en la Argentina pasa porque un grueso de la sociedad, la que aspira a seguir protagonizando socialmente el cambio cultural, asocia este sentimiento colectivo con la figura de la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Es el drama de los opositores, identificados cada vez más, con lo viejo, con lo crispado, con la mentira, con el país que dejamos atrás en el 2003.
Comprender y compartir este razonamiento nos podría ayudar a entender el porqué de la desesperación del Grupo Clarín y sus “políticos cama adentro” por embarrar la cancha, llenar de humo el escenario político, tirar cizañas permanentemente sobre el amplio frente que acompaña al gobierno, tratar de dividir las fuerzas del movimiento popular, desempolvar fantasmas del pasado para plantarlos en la coyuntura, escupir groseramente sobre el triunfo catamarqueño, tensar la cuerda para que caigamos en su provocación y de buenas a primera, hacerles el juego para que el eterno adversario del progreso social parezca “a la ofensiva” y las fuerzas del cambio, parezcan estar como hace diez años, en plena resistencia.
Si esto sucede, la estrategia del país virtual se anotaría un tanto a su favor.
Como dijo la Presidenta: claridad en los objetivos, templanza para aguantar el embate y firmeza en la conducta, son las claves para seguir avanzando.
Y ella es la persona que más sabe de operaciones mediáticas. ¿O no?
Por eso en su mensaje en Avellaneda, se condensa la sabiduría de todo un pueblo: la unidad es un camino de ida. Siempre.


Miradas al Sur, domingo 20 de marzo de 2011

viernes, 18 de marzo de 2011

La reconquista de la alegría



Es la memoria la que baila con ritmo de murgas en el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada.
Quién te ha visto y quién te ve.
La memoria es implacable y generosa cuando baila y canta.
Por eso el olvido se escapa por los techos para no ver ni escuchar.
No pudo la feroz dictadura borrarnos la alegría de sentirnos pueblo.
Los murgueros cantan frente a la Presidenta que se abraza a todos.
Y ella canta por lo bajo y al mismo tiempo nos dice, citando a Jauretche:
“Nada grande se puede hacer con la tristeza”.
La memoria es así, en tiempos de murga y en tiempos de justicia.
Marcela y Felipe Noble Herrera tendrán que extender el brazo finalmente, confirmó la Cámara Federal de San Martín.
“No tenga miedo” dirá la enfermera con una sonrisa.
“Es sólo un minuto”, calmará el doctor, para agregar enseguida, “Ya se pueden ir”.
Y la sangre extraída hará su camino de tubos y reactivos, de pruebas y contrapruebas en el Banco Nacional de Datos Genéticos, hasta saber al fin, hijos de quiénes son.
La sangre, cuando es auténtica, no sabe de mentiras.
Cuando se muestra, dice toda la verdad.
Hay que articular este caso con todo lo que nos viene aconteciendo desde que Néstor Kirchner bajó los cuadros de los genocidas y recuperó para la luz de la cultura, los oscuros calabozos de la ESMA y otros centros de detención y torturas.
No es un eslabón perdido en los pasadizos de la justicia y la impunidad del poder. No es la tardanza de un berrinche juvenil. Ni es el llanto del pibe en la falda de la madre negándose al pinchazo aunque le digan que duele menos que un mosquito cuando pica.
Es la historia de los argentinos la que se saca sangre para mostrarnos lo que de ausente sigue estando entre nosotros.
Y además, no hay madre que te sostenga, pibe, porque se la llevaron.
La vida se entiende sólo si miramos las dos Argentina; la real y la virtual, la de la justicia social y la de las injusticias.
La del carnaval y la de la crispación.
La progresía placeba, siempre funcional a la derecha, se desespera y manda a romper las puertas del Ministerio de Trabajo. El ministro Tomada los denuncia en nombre de la democracia y dice: “Casualmente esta agrupación actúa en forma partidaria con Pino Solanas de Proyecto Sur; esto significa un paso atrás en las prácticas democráticas”.
Perdieron la memoria. Sólo así se entiende la agresión a un gobierno que recuperó 5 millones de empleos, bajó drásticamente el desempleo, invirtió más del 6 % del PBI en educación, creó el programa Argentina Trabaja y la Asignación Universal por Hijo.
Paciencia. La huella genética de la memoria no afloja así nomás.
Ganó en Catamarca y ojalá que gane este domingo en Chubut.


El Argentino, viernes 18 de marzo de 2011

jueves, 17 de marzo de 2011

El corazón del pingüino



La muy renombrada y premiada fotógrafa de la vida silvestre, Sue Flood, declaró a distintos medios periodísticos europeos que no lo podía creer cuando reveló la fotografía de ese pingüino emperador.
Allí estaba él, altivo, orgulloso, de mirada buena y lejana, de pie, firme mirando a la cámara.
Y en su pecho lucía un corazón, dibujado naturalmente entre su plumaje.
“¿Será alguien que nos mandó una señal desde algún rincón de los milagros?”
Preguntó aquí, un esperanzado.
“Es una mera coincidencia de la naturaleza”, afirmó el pragmático.
“Es sólo un truco”, sonrío el escéptico.
Todo es posible, pero en tiempos donde una tragedia como la que sufre el pueblo de Japón, nos conmueve en lo más hondo de nuestra humanidad y donde la mezquindad y la maldad de tanto miserable anda suelta por las calles, es un aliento para la vida ver a este pingüino fotografiado con el corazón pintado sobre su pecho.
Hay que decirlo así, sin falsos pudores.
¿O qué sería de nosotros si no ponemos un poco de buena onda y de ternura?
“Con el corazón se ganan las verdaderas batallas”, dijo Cristina en Huracán.
En una de esas, el pingüino la escuchó.
Y ya que hablamos de la Presidenta, ayer siguió con su agenda habitual de inaugurar obras, empresas, caminos, escuelas, presidiendo un acto en Sunchales, Santa Fe.
Se inauguraba un gran edificio de la Cooperativa SANCOR y la reconstrucción de la Universidad de Rosario, con aportes del Estado nacional.
Hablando del crecimiento económico, dijo la Presidenta:
“No se trata de viento de cola, ni de magia ni de suerte, ya que suerte tienen los vagos y, resultados concretos, tienen los que creen y trabajan todos los días para lograrlo”.
No se porqué, pero muchos nos acordamos de Mauricio Macri.
El jefe del PRO tenía que presentarse mañana viernes ante la justicia por la acusación que pesa sobre él por la actuación de la UCEP en hechos violentos contra vecinos humildes de la ciudad.
Tenía que solucionar el drama de los vecinos que ocupan un predio en Villa Soldati. Tenía que solucionar el problema de las escuelas con obras no terminadas.
Tenía que laudar en la grave crisis interna entre sus delfines, Horacio Larreta y Gabriela Michetti.
Pero el hombre que se tragó el bigotito en su noche de bodas, armó sus valijas y se fue para Washington y París, decidido a superar su propio récord “Guiness” de ausencia del gobierno.
Son ya 200 días desde que asumió, según la legisladora Gabriela Cerruti.
Esta es la dirigencia del PRO.
La misma que expresa el diputado sojero, Alfredo Olmedo, citado por un Juez de La Rioja, acusado de tener en estado de servidumbre y esclavitud en su finca, a 400 trabajadores rurales.
¿Se presentará?


El Argentino, jueves 17 de marzo de 2011

miércoles, 16 de marzo de 2011

La seguridad nuestra de cada día



La oposición que encabeza el Grupo Clarín y la dirigencia política que le responde servilmente, muestran que los tres ejes de ataque feroz contra el gobierno nacional son: “la inflación, la falta de inversión económica y la inseguridad”.
Esos temas son repetidos incansablemente y cubren con rojo sangre las tapas del ex “gran diario”. Ni qué hablar de TN.
Para nosotros, un solo muerto es una tragedia humana. Pero así como condenamos duramente todo hecho delictivo y violento, también condenamos el uso obsceno, inmoral y politiquero que le da la oposición al tema.
Ayer, por si alguien todavía tiene dudas sobre la deshonestidad periodística del monopolio, Clarín habla en su tapa del peligro de los piojos y “el plan para combatirlos”, pero no dice absolutamente nada del acto donde la Presidenta y la ministra de Seguridad, Nilda Garré, entregaron nuevo equipamiento tecnológico a la Policía Federal.
Cuando Cristina Fernández de Kirchner expuso ante el Congreso de la Nación el 1º de marzo, los lineamientos de su gobierno y lo actuado durante el año 2010, se ocupó extensamente en referirse al equipamiento de las fuerzas policiales y de la gendarmería en el marco de una política de seguridad que nos hace uno de los países más seguros del mundo. Esa es la verdad.
Sin embargo, al otro día, los heraldos y amigos del Grupo Clarín se cansaron de repetir una mentira: “La Presidenta no habló de la seguridad”.
Un testimonio grotesco fue el despiste radial de Magdalena Ruiz Guiñazú ante los sólidos argumentos del Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
¿No es para la tapa de Clarín, que vive usando el tema “inseguridad”, consignar que la Presidenta encabezó la entrega del equipamiento a la Policía Federal en la explanada de la Casa de Gobierno y que la nueva flota está compuesta por 110 patrulleros, unidad móvil de comando y comunicación de última generación, hidroelevador telescópico, unidad de investigación de explosivos y vehículos todo terreno contra incendios?
¿No es para titular en letras de molde que la ministra de Seguridad anunció que se agregarán 2.000 policías que realizaban otras tareas al trabajo de patrullaje en las calles?
Y hablemos de inflación: ¿No saben que en un país que crece se mueven los precios como se mueven los salarios, el consumo creciente, la producción?
Y hablemos de inversión: ¿No tomaron nota de lo anunciado por la Presidenta ayer en Pilar y antes de ayer inaugurando la nueva terminal de barcos cruceros más grande de América del Sur?
La Argentina es el país con el nivel más alto de inversión extranjera en toda la región.
Y con una la inversión nacional récord.
¿Y saben porqué?
Porque es un país seguro.


El Argentino, miércoles 16 de marzo de 2011

martes, 15 de marzo de 2011

Los que ganan y los que pierden



¡Largaron!
Ya votó Catamarca. Ahora se viene Chubut.
Decíamos ayer que habría que calificar siempre cada acto electoral como una clara victoria de la democracia.
Y del pueblo que conquistó el derecho a elegir quiénes son sus gobernantes y legisladores.
Pero hay otros ingredientes interesantes que convendría apuntarlos para entender el nuevo mapa político que se está construyendo en este año electoral.
¿Quiénes perdieron en Catamarca?
Perdieron los que apostaron a un modelo contrario al modelo que expresa el kirchnerismo a nivel nacional y provincial.
Perdió el cobista Brizuela del Moral, pero con él perdieron los que fueron a acompañarlo ese día para festejar por la noche una “victoria contra el gobierno nacional”, como habían pronosticado previamente.
¿Quiénes son esos dirigentes?
Anote: Ernesto Sanz, Ángel Rozas, Ricardo Gil Lavedra y Julio Cobos, todos del radicalismo.
¿Y quiénes más perdieron? Los dirigentes catamarqueños encabezados por Luis Barrionuevo, es decir, por el “PJ disidente”, que arañó ¡apenas el 2 % de los votos!
Con el 1 % de los sufragios se ubicaron a la cola, como de costumbre, los seguidores del partido Obrero y del MST-Proyecto Sur.
Para tener clara dimensión del voto catamarqueño digamos que mientras la ganadora y gobernadora electa, Lucía Corpacci, pasó holgadamente los 80 mil votos emitidos, que sostienen ese 49 % del resultado general, los últimos candidatos oscilaron entre mil y tres mil votos cada uno.
Perdieron quienes se subieron al cambalache alentado por el Grupo Clarín el día que confluyeron en el “Grupo A” del Congreso.
¿Se acuerdan? Allí estaban todos juntos, desde Solanas y Macri, hasta Duhalde, Carrió, Sanz y Alfonsín.
“Y en el mismo barro, todos enlodados”.
Pero si hay que ponerle un rostro a los derrotados en Catamarca, empezaríamos por el desvergonzado de Julio Cobos y por Eduardo Duhalde.
¿Por qué? Porque son los jefes políticos de los derrotados el domingo.
¿Y quiénes ganaron?
En primer lugar hay que decir que ganó el pueblo catamarqueño y el proyecto nacional y popular a nivel nacional.
Y esta afirmación tiene nombres y apellido: Cristina Fernández de Kirchner.
Así como “la gente” volvió a ser Pueblo, así, con mayúscula, el país de la fragmentación volvió a ser una sola y gloriosa Nación.
No son golpes de suerte. Son la consecuencia de la reconstrucción política, social y económica que vive la Argentina desde el 25 de Mayo de 2003.
Por eso la juventud canta lo mismo; sea en la cancha de Huracán, sea en Catamarca.
El pueblo argentino, reconstituido, es el que vuelve a protagonizar la historia.
Es eso lo que viene ocurriendo.
Y es eso lo que seguirá triunfando.
El Argentino, martes 15 de marzo de 2011

lunes, 14 de marzo de 2011

Un pueblito aquí, otro más allá...


Todos coincidimos en afirmar que la democracia ganó por amplio margen en Catamarca. Pero habrá que decir mucho más que eso desde ayer. Porque más allá del resultado tan reñido en lo electoral, ganó la esperanza de un pueblo y ganaron los sueños de un país más justo. El dato histórico es que esa esperanza que ayer se votó, nace desde la certidumbre de una realidad que hoy viven los argentinos a lo largo y ancho del país. Con esta realidad cabe preguntarse sinceramente, sin prejuicios ni preconceptos: ¿Porqué razones los ciudadanos de Catamarca o de otra provincia deberían votar en contra de los candidatos provinciales de un gobierno nacional que recuperó cinco millones de puestos de trabajo? ¿Porqué motivos habría que votar en dirección opuesta a la Asignación Universal por Hijo, al 6, 47 % del Producto Bruto Interno para Educación, al Matrimonio Igualitario, a la Ley de Medios, a la mejora de los haberes jubilatorios? No hay razones que expliquen un voto adverso al proyecto nacional y popular porque tampoco hay alternativas de cambio político que puedan ser calificadas como superadoras del rumbo actual. Un rumbo que seguramente deberá profundizarse, pero que por eso mismo requiere del voto patriota de los argentinos. Hoy dan ganas de cantar por las calles del país entero, esa bella canción catamarqueña titulada Paisaje de Catamarca: Desde la cuesta del Portezuelo mirando abajo parece un sueño:un pueblito aquí, otro más allá y un camino largo que baja y se pierde. Paisaje de Catamarca con mil distintos tonos de verde;un pueblito aquí, otro más allá y un camino largo que baja y se pierde. Veníamos diciendo en los últimos días que la marea popular que arrancó en aquella memorable Fiesta del Bicentenario en mayo del 2010 no cesó ni un momento de expresar que la Argentina estaba protagonizando un nuevo tiempo. Es el pueblo el que toma la antorcha del cambio entre sus manos. ¡Y agarrate Catalina que la alegría llegó para quedarse!La semana fue intensa en señales. El acto realizado en el estadio de Huracán, marca un punto de inflexión en el escenario político. La masividad fue importante, pero mucho más expresivo y elocuente en términos de perspectivas fueron la alegría y el entusiasmo de los miles de jóvenes que participaron acompañando a la Presidenta de la Nación. Cristina Fernández de Kirchner voló horas después hasta Chubut, para acompañar a los candidatos del Frente para la Victoria que competirán en las elecciones del próximo domingo. La muy buena elección de la candidata kirchnerista en Catamarca, Lucía Corpacci, está indicando que el triunfo nacional y popular viene avanzando, un pueblito aquí, otro más allá…
El Argentino, lunes 14 de marzo de 2011

domingo, 13 de marzo de 2011

Un amor colectivo a cielo abierto



El “huracanazo” del pasado viernes consagró definitivamente el liderazgo nacional, popular y democrático de Cristina Fernández de Kirchner.
Hubo una coyuntura antes del acto del 11 de Marzo en el estadio de Huracán y empieza otra, de aquí en adelante.
Los datos de la realidad muestran y demuestran que a partir de los festejos del Bicentenario, pasando por esa tristeza sin fin cuando la muerte de Néstor Kirchner y culminando recientemente en los días carnavaleros, que la Argentina empieza a vivir por razones tan distintas, otro momento aluvional en la participación ciudadana y en la construcción de la historia.
Este frente político y social que expresa el Kirchnerismo, está diciendo que es un movimiento que avanza de menos a más progresivamente, que sin estridencias ni fanfarrias construye sus propios tiempos, inventa sus rendijas cuando hace falta, edifica de abajo hacia arriba una nueva sociedad con igualdad de oportunidades, libera a la política de todas sus prisiones, enfrenta a los poderosos a paso de Quijote cuando no cabe otra y estalla en pueblo como lo hizo en Huracán.
Se siguen rompiendo todos los manuales con el tiempo político abierto el 25 de Mayo de 2003.
Tiene de histórico y permanente su contenido más hondo, ese que abraza al proyecto de nación y pueblo desde Belgrano, Moreno y Castelli, San Martín, Bolívar y Artigas, los Caudillos Federales, Yrigoyen, Perón y Evita.
Cámpora y los 30 mil compañeros desaparecidos.
Pero el devenir kirchnerista es de otro tiempo, es hijo de la crisis más profunda que hayamos padecido en cien años. No entró a la historia en multitudes. Se hizo multitudes paso a paso, como quería el técnico de ese Racing que era el amor futbolero de Kirchner.
Estamos andando un momento de crecimiento multitudinario.
Lo demuestran las encuestas nacionales y distritales con Cristina allá en lo alto. Pero son y de manera fundante, los resplandores de pueblo que vienen alumbrando desde hace un año, los elementos que corroboran lo que venimos diciendo.
“Ahora hay que ir por más”, dice la militancia y dice la buena gente.
No hay que parar un instante hasta dejar atrás, definitivamente, el oscuro país que quisieron para nosotros los que falsificaron la historia desde Bartolomé Mitre hasta Videla y Martínez de Hoz.
Hay que inaugurar, más pronto que tarde, un nuevo país donde se discutan nuevos temas, nuevas perspectivas, nuevos objetivos, pero desde este piso que construyeron Néstor y Cristina junto al pueblo.
El adversario político, conservador, injusto y colonizado, pasa por el peor momento de su propia historia: no tiene jefe político. Y ese dato, en sí mismo, es gravísimo en tiempos de pura democracia. En dictadura, la jefatura brota de la boca del fusil (con el permiso de Mao) pero en democracia, no alcanza con que Magnetto-Noble bajen las órdenes en la sobremesa de Clarín. Después hay que salir a la cancha, allí donde la voz del pueblo es el único voto calificado que baja de las tribunas.
El adversario además, no tiene un programa común y lo que es más grave: queda en orsay todo el tiempo con la ofensiva todo terreno que aplica el gobierno de Cristina. Se quedaron sin iniciativa porque no tienen políticas de recambio que sean superadoras, novedosas, creíbles para las mayorías.
Volvamos a Huracán.
Nuevamente el héroe colectivo fue la militancia, ese pueblo organizado en porciones, que no tiene fatigas y cuando las tiene, las disimula.
La presencia masiva de la juventud en los distintos agrupamientos que participaron del acto vuelve a ratificar la certidumbre de estar ante la primera irrupción generacional, desde los años setenta a la fecha. Es la generación del Bicentenario, como la llamó Cristina pero también, la primera generación protagónica del siglo XXI.
Si los llamados setentistas fueron los primeros que surgían como generación de cambio, después de aquellos jóvenes trabajadores que hicieron el 17 de Octubre del ‘45, esta juventud de hoy no arrastra ni la marca violenta del pasado ni la frustración por la mediocridad de la vieja política pusilánime de una democracia en estado de abandono.
Por el contrario, esta generación que se incorpora, completa un círculo virtuoso que tiene errores y aciertos, victorias y derrotas, muertos y desaparecidos, pero que se juega entera por ser la que consolide definitivamente los cimientos de un nuevo país, más justo, inclusivo, soberano, democrático y más integrado a la Patria Grande latinoamericana.
El mismo viernes del acto, lejos de Huracán pero cerca del pensamiento nacional y popular, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, presidía la inauguración de la piedra basal para la sede central de la UNASUR y la conformación legal del organismo.
Se hizo un emotivo homenaje a su primer Secretario General, Néstor Kirchner, a quien Correa nombró “el presidente heroico que acabó con el neoliberalismo en la Argentina” y uno de los protagonistas de “construir la segunda y definitiva Independencia de la América del Sur”.
La sede a edificar en Ecuador, llevará el nombre, precisamente, de Néstor Kirchner.
Sobre el escenario donde se desarrolló el acto, un enorme cartel decía con toda elocuencia: “Suramérica Unida, un sueño que se hace realidad”.
En estas realidades efectivas habrá pensado la Presidenta cuando habló de institucionalizar, desde abajo, el modelo vigente y de consolidar y profundizar el proyecto, ya no peleando contra las dictaduras blindadas o mediáticas derrotadas culturalmente, sino construyendo una Argentina llena de sueños.
Esta generación no es hija de la resistencia, como la que la precedió en los setenta, sino de la democracia inclusiva. Y esa diferencia cualitativa significa un salto hasta el cielo en la mirada política y cultural.
Por eso se explica el llamado presidencial a ser ellos mismos, valorando aquel principio grabado desde 1810: no hay pueblo sin nación, ni nación sin pueblo.
La cercanía vislumbrada por Kirchner hace un año, hoy es el abrazo de un pueblo que se reencontró con su propia historia y su propia identidad.


Miradas al Sur, domingo 13 de marzo de 2011

viernes, 11 de marzo de 2011

Un huracán de pasión y amor



Hoy será un gran día.
Con las banderas al viento, los bombos imitando el sonido del corazón, las consignas de los pibes, con ese Néstor que vuelve a cada rato, la memoria a flor de piel.
La cita es en la cancha de Huracán, allá donde el Parque de los Patricios cobija la historia de un club que tuvo su primer gran estadio con el peronismo, pero que había nacido mucho antes, cuando el siglo XX amanecía.
Se llamó entonces: “Verde esperanza y no pierde”.
Un título tan largo y bello es digno de recibir hoy a la Presidenta de los argentinos y testimoniarle, en vivo y en directo, todo el amor que le tienen.
No se que pensará René Houseman, un ídolo eterno de ese querido club, pero esta tarde en ese estadio alumbrará la alegría nuevamente, como lo hacía él cuando frotaba la lámpara con sus gambetas milagrosas.
Permitido llorar.
A los que recordaremos a Néstor hace justo un año en otro club, Ferrocarril Oeste, hablando desde el corazón ese último 11 de marzo con nosotros:
“Se me caen las lágrimas no sólo porque la amo sino porque la admiro”.
“Me siento orgulloso de la compañera que tengo y de la Presidenta que tienen los argentinos.”
Fue una declaración de amor a cielo abierto.
Y siguió diciendo aquel día de marzo del Bicentenario: “Yo la llamo Cristina Coraje, porque todos los días está poniendo lo que tiene que poner. Ella debe soportar el agravio y la ingratitud de aquellos que mejoraron muchísimo con el modelo.”
“Si no fuera por el coraje de nuestra Presidenta el país estaría paralizado y millones de trabajadores, en problemas”, “No hay destinos individuales, la política es construcción colectiva.”
No se olvidó de los “grupos mediáticos concentrados”, a los que consideró desestabilizadores.
“Les pedimos que reflexionen, que demos todos los debates que haya que dar, porque de los debates salen las síntesis renovadoras. Tenemos que tender puentes de plata que permitan una mayor convivencia”, afirmó. “Les pedimos que no se enojen tanto, que no se pongan nerviosos”.
Como ayer, cuando estaba Néstor y aún antes del genocidio, cuando se festejaba el triunfo de Cámpora-Solano Lima el 11 de Marzo de 1973, el estadio mostrará la algarabía de un movimiento popular frentista que, como aquel Frente Justicialista de Liberación del 73, fuera definido hace justo un año por Néstor Kirchner como “un peronismo abierto, frentista, que incorpore a otros sectores del espacio nacional y popular”.
En eso anda tu pueblo, Néstor. En eso anda Cristina, la Presidenta Coraje como la llamabas.
Y en eso andamos todos, honrando la vida para que siga Cristina enorgulleciéndonos con su Presidencia.
¿Sentís?
El huracán empezó a soplar sus primeras brisas.


El Argentino, viernes 11 de marzo de 2011

jueves, 10 de marzo de 2011

El diablo metió la cola



*Diablo número uno.
El jefe de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, faltó sin aviso previo a la inauguración del ciclo lectivo 2011 en las escuelas secundarias porteñas.
Que un gobernante asista a un acto de tan magna importancia no asegura una educación de excelencia a ningún sector de la comunidad educativa.
Pero que un gobernante no asista al acto donde lo esperaban los estudiantes, los profesores, los padres y tutores, sí es una señal de que al gobernante le importa un comino la educación de los pibes.
*Diablo número dos.
El ministro de educación, Esteban Bullrich, justificó la ausencia de Macri “por un tema de agenda”.
¿Hay acaso un problema de agenda más importante que la educación de nuestros pibes?
¿No era que los conservadores y la derecha en general les asignaban un rol excluyente a la educación?
Diablo número tres.
El ministro Bullrich declaró además, que esperaba que este año "la política no meta la cola" en este ámbito, en directa alusión a los reclamos estudiantiles y docentes. Y también contra el debate en las escuelas de temas vinculados a la inclusión democrática, a la transformación social, al relato de la verdadera historia de los argentinos y América Latina.
El ministro del PRO afirmó:
"Por suerte estamos arrancando el año con muchas ganas. Esperamos que siga así, que no meta la cola la política en la educación porque necesitamos educar a nuestros jóvenes".
Minutos después afirmó:
"A los chicos hay que mostrarles que vivimos en un país donde las instituciones funcionan y que el escrache es ilegal y antidemocrático, es una forma de hacer justicia por mano propia", argumentó.
¿No era que Macri y sus amigos, Vargas Llosa, el ex presidente español José María Aznar, ex funcionarios de George Bush, se autoconvocan a menudo para discutir políticas contra las democracias inclusivas sudamericanas?
O sea, ¿la política es sólo para que la discutan ellos y no los jóvenes de la ciudad?
Todos estos funcionarios del PRO y sus legisladores, deberían tomarse una hora al día al menos para aprender Democracia uno, Democracia dos, Democracia siempre.
Es inconcebible que mientras la Presidenta de la Nación inaugura la escuela número mil, las nuevas instalaciones de Ciencias Económicas como lo hizo ayer, las nuevas Universidades que florecen a lo largo y ancho del país, eleva en más del 6 % el total del Presupuesto nacional para educación, la mediocridad gobernante en la ciudad de Buenos Aires no es capaz siquiera de asistir a la inauguración del ciclo lectivo 2011.
Y es inconcebible que un funcionario macrista afirme que la política es sinónimo de diablo.
El verdadero diablo es la ausencia de gestión del PRO.

El Argentino, jueves 10 de marzo de 2011

miércoles, 9 de marzo de 2011

Y en un carnaval volvió Néstor


Cuando el pintor mendocino Norberto Filippo le regaló a la Presidenta, allá en la Fiesta de la Vendimia, ese hermoso cuadro retratando como nadie lo había hecho antes, la mirada profunda de Néstor Kirchner y enseñó que la pintura fue realizada con una técnica especial, mezcla de óleo y de malbec, supimos que él había vuelto en vino, como se debe volver en tiempos de cosecha.
Como vuelven sólo los grandes hombres, los poetas y los cantores, los militantes populares.
En el malbec, volvía el hombre y en el sagrado óleo de Samuel, el eterno líder de este pueblo.
Pero la vuelta no hubiese estado completa sino lo hubiéramos visto, de cuerpo entero, caminando con los pibes de La Cámpora y con los murgueros festejando la recuperación del carnaval, en San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo…
La alegría es así, nos junta siempre, nos resucita, nos dignifica, nos vuelve a todos más buenos e inocentes.
Desde el escenario las Murgas traían a Cristina, la Presidenta, en sus coplas carnavaleras, le agradecían haberle arrebatado las mordazas de la dictadura, a un carnaval que les pertenece por derecho propio y la proclamaban Reina de los Carnavales y volvían a agradecer una y otra vez.
Es así este pueblo.
Agradecido con los que lo defienden.
Memorioso e implacable con los que lo ofenden.
Cuando una Murga porteña subió a cantar una canción para Néstor, un sentimiento colectivo nos hermanó a todos los que allí estábamos.
Sur, paredón y después…
Si algunos derramamos una lágrima y le culpamos a la espuma tirada a granel por chicos y por grandes, es porque pensamos:
Sólo un gran dolor como el que sufrimos en su partida, podía parir esta alegría colectiva.
Con estos sentimientos se hace la historia grande de un país. No hay vuelta que darle, es así nomás.
En la mañana de ayer, en el Día Internacional de la Mujer, las Madres de la Plaza, con Hebe al frente como siempre, le regalaron a Cristina otra pintura gigante, no sólo por sus dimensiones, sino porque está Evita y está Cristina, juntas en el tiempo, saludando desde el balcón de la historia en la Casa Rosada.
“El amor y la pasión nos llevarán al triunfo” rubrica al pié la imagen.
¿Vieron que todo se junta en algún momento de esta historia?
Hay que estar atentos con los días que vendrán porque serán mejores cada vez más.
Mientras haya un pueblo festejando y vivando a su compañera Presidenta, como lo hizo ayer y en estos cuatro días locos que volvimos a vivir, un pueblo que tiene a tanto piberío acariciando el cielo mientras saltan con sus banderas al viento, Jauretche desde alguna estrella sabrá que se aprendió, cantando, esa lección inmortal:“Nada grande se puede hacer con la tristeza”.

El Argentino, miércoles 9 de marzo de 2011

domingo, 6 de marzo de 2011

La construcción de certezas



Esta semana, como pocas veces antes, rondó la sensación colectiva de que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ya quebró el empate; que se puede resolver definitivamente en Octubre el viejo pleito entre lo viejo y lo nuevo; que ya dimos vuelta el codo de nuestras peores desgracias como sociedad; que ahora vamos por más y en el terreno que sea.
Que la sociedad va por más derechos civiles y sociales, ya no parece haber dudas.
El momento de inflexión, creemos, fue cuando la Presidenta anunció ante el Congreso, la extensión de la Asignación Universal por Hijo a las mujeres embarazadas.
“No se por qué me emocioné tanto” fue una frase escuchada adentro y afuera del recinto desde entonces. Y muchos coincidimos en la emoción colectiva.
Arriesgamos para desentrañarla, una breve reflexión.
Nos emocionamos porque la Presidenta, la mujer, la ciudadana, la compañera, la militante política de toda la vida, se muestra en toda su integridad cuando decide medidas de esa talla humana. El proyecto de país que representa y conduce, alcanzó el pico más elevado del crecimiento económico con inclusión social en 200 años de historia y ella, la Presidenta, lejos de dormirse en los laureles y festejarlo como se merece, giró su mirada para posarla en la madre embarazada más humilde, tenderle el brazo del Estado y subir con ella un nuevo peldaño en la reparación de derechos y valores.
Con ese gesto, todos alcanzamos una altura superior en calidad como sociedad.
Pero nos emocionamos también, porque la decisión atraviesa los espacios porosos de la economía, de la política, de lo social, de lo moral y fundamentalmente de lo humano. Con todos esos espacios se construye un país con igualdad de condiciones, un país inclusivo, un país decente que aprende a cuidar la vida y en particular, la vida de los pibes. De todos ellos, pero mucho más de los pibes pobres. Porque son los que más necesitan la presencia del Estado reparador y re componedor del tejido social donde van a nacer y crecer como personas.
Nos emocionamos porque estas medidas son las que construyen ideología y mística (perdón por la antigüedad) construyendo esperanzas y certezas de que ahora sí, le encontramos el agujero al mate.
Ya sabemos quién nos gobierna y ahora sabemos hacia dónde vamos con esa mujer que nos gobierna.
No es un detalle menor, en un país que naturalizó las agachadas de los políticos que tomaron o toman el te y el whisky en la embajada, pidiendo de la manera más indigna que la flota más poderosa del planeta invada bélica o mediáticamente nuestro territorio, como hace más de un siglo algunos pidieron que los colonialistas disparen sus cañones para cortar las cadenas que esos gauchos retobados le pusieron al río de la patria en la Vuelta de Obligado.
Se llamen unitarios ayer o Mauricio Macri y Ernesto Sanz hoy, los que alentaron la extranjería.
Se llamen federales ayer o peronistas kirchneristas hoy, los que defienden la soberanía.
Nacionales y populares, tenían que ser.
Ahí está para comprobar el ciclo, la última anatomía de la infamia: sale un informe de la DEA de los EE.UU. condenando a la Argentina por el asunto de las drogas, Clarín lo pone en tapa y los opositores al gobierno, como Ricardo Alfonsín, repiten el libreto, como si fueran el perro de Pavlov.
Menos mal que el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, puso las cosas en su lugar en nombre de los argentinos, reaccionando como se debe ante una intromisión extranjera tan descabellada como colonialista.
Esto hay que recordarlo y ensamblarlo históricamente, para no ser funcionales con los cultores del “viento de cola” y otras paparruchadas.
Si el desamparo se achica, es porque se agranda la inclusión social. Y si hay más inclusión es porque hay un gobierno que pone el acento y la voluntad política en lograrlo. Nada nos viene de arriba. Esa es otra certidumbre.
La otra certeza que asoma es comprobar entre todos que la alegría es una categoría política.
Como lo es el sexo y la música, la poesía y el compromiso social allí donde se expresen.
Este revoltijo lindo que nos viene pasando como país, es el responsable de pensarlo de este modo.
Que la Presidenta haya recuperado la celebración de los carnavales como fiesta de los pueblos, tiene una dimensión histórica.
Nuestros padres de la patria celebraban con música y baile antes y después de cada batalla por la Independencia.
Esta certeza sí que nos viene de muy lejos.
Por ejemplo, de cuando José Gervasio Artigas, Padre del Federalismo, escribía a su lugarteniente, Andresito Guacurarí, el 23 de setiembre de 1815: “No eche usted en olvido los músicos que le tengo pedidos, ellos deberán venir con sus instrumentos. Así podremos celebrar los triunfos de la patria”
Los criollos siempre pelearon cantando. Como si estuviese escrito en el ADN de la Patria Grande.
Como si dijeran nada de venganzas, la alegría es un bien universal y hay que saber compartirla.
También cantaron y bailaron en la Plaza los trabajadores del 17 de Octubre del ‘45:
Yo te daré, te daré Patria hermosa…
La Argentina es un territorio de incertidumbre y tristezas, sólo cuando la apartan de su destino histórico.
Porque cuando el proyecto nacional y popular es el que está en el timón del Estado, siempre por mandato de la voluntad del pueblo, la Argentina se torna un país de certidumbres y de sueños.
La mayoría de los ciudadanos tienen la certeza de que hoy vivimos en un país mas justo; con asignaturas pendientes, pero un país mejor del que encontró Kirchner el día que asumió como Presidente.
Esta es una realidad que se puede tocar, gustar, oler, mirar, oír.
Una realidad que hasta se puede viajar, recorriendo y celebrando un carnaval que por primera vez se dice federal y lleva como lema una cita de Arturo Jauretche:
“Nada grande se puede hacer con la tristeza”
Vaya con la parábola de la historia:
La generación de la utopía, es la que vino a construir certezas con el pueblo.
Quizás por eso mismo se desatan todos los sueños y se espantan los peores fantasmas del desamparo.


Miradas al sur, domingo 6 de marzo de 2011

viernes, 4 de marzo de 2011

Todavía cantamos, todavía soñamos




Volvieron los Carnavales y uno siente en la piel que la dictadura del miedo ha sido derrotada definitivamente.
El país entero se parece a una murga de mujeres y hombres liberados.
Los tristes y crispados, amargos y desesperanzados, abstenerse.
¿Para qué van a hacerse más mala sangre?
Violín en bolsa que ya llegará el miércoles de ceniza. Y aquí no ha pasado nada.
“Polvo eres y en polvo te convertirás” dicen los ayunantes ese día.
Pero los negritos y las negritas lindas que ahora son cobijados por la Asignación Universal por Hijo y que padecieron años de ayuno, no porque querían, sino porque no tenían para comer, esos hermanos, nosotros todos, desde hoy y hasta el martes, celebraremos el Carnaval Federal de la Alegría.
Permitámonos la satisfacción de no sentir pudor y decir bien fuerte: la vida es bella, porque el pueblo canta.
La Presidenta recobró el Feriado, en el marco de la campaña “Argentina con vos, siempre”.
¿Vieron? La alegría es una categoría política.
Y además, claro, “un mundo de sensaciones” como cantaba Sandro.
Nos viene de lejos la certeza.
De cuando José Artigas, Padre del Federalismo, escribía a su lugarteniente, Andresito Guacurarí, el 23 de setiembre de 1815 (¡mire desde cuando!):
“No eche usted en olvido los músicos que le tengo pedidos, ellos deberán venir con sus instrumentos. Así podremos celebrar los triunfos de la patria”
Los criollos peleaban cantando. Está en el ADN de la Patria Grande.
Celebraban las victorias con música y baile para todo el pueblo.
Nada de venganzas.
La alegría es un bien universal y hay que compartirla.
Así lo hicieron San Martín y Belgrano, guerreando.
Así lo hicieron los trabajadores el 17 de Octubre del 45, bailando en la Plaza y en las calles.
“Yo te daré, te daré Patria hermosa…”
Como dice mi amigo Quique:
“La emoción, la pasión y la alegría son nuestra ventaja como pueblo”.
Don Arturo Jauretche lo expresaba con esta belleza:
“El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente”.
Y termina con la frase que, justamente, se eligió para este Carnaval:
“Nada grande se puede hacer con la tristeza”.
Este pueblo que somos no dejó de cantar jamás.
Y si en la peor de las tristezas, cantó hasta en las cárceles de la dictadura ¡cómo no va a ganar la calle para celebrar este tiempo de reparaciones, de memoria, verdad y justicia!
Así que permiso, Compañero Heredia:
“Todavía cantamos, todavía pedimos,todavía soñamos, todavía esperamos.A pesar de los golpes que asestó en nuestras vidas el ingenio del odio, desterrando al olvido a nuestros seres queridos”




El Argentino, viernes 4 de marzo de 2011

jueves, 3 de marzo de 2011

Con un pan bajo el brazo



La Presidenta sigue reparando sueños, como canta Silvio en una de sus más bellas canciones.
Ayer fue el turno de San Nicolás y los trabajadores de Somisa.
El martes fue en el Congreso, anunciando frente al mismo Judas, la extensión de la Asignación Universal por Hijo a las mujeres embarazadas.
¿Nos damos cuenta de la dimensión del anuncio?
El decreto debería llamarse: La condición humana.
¿O acaso no nos hizo más libres y más justos a quienes habitamos esta bendita tierra?
Se desatan los sueños y se espantan los peores fantasmas del desamparo.
Si los opositores, con su egoísmo, criticaron por que “la Presidenta no habló de otras cosas”, habrá que darles la razón. No habló de la luna, ni del ratón Pérez, ni de Mongo Aurelio.
Habló de las madres y de sus hijos. Es decir, habló del sentido universal de la vida.
No entienden lo que está pasando.
¿O creen que la vida de los más humildes también se va “por la canaleta del juego y de la droga”, como dijo el senador Sanz?
El desamparo se achica porque se agranda la inclusión social.
Entiéndalo senador.
Y guárdense el odio, al menos un momento y escuchen:
“La cebolla es escarcha cerrada y pobre. Escarcha de tus días y de mis noches…
En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba…Una mujer morena resuelta en lunas, se derrama hilo a hilo sobre la cuna. Ríete niño que te traigo la luna cuando es preciso”.
Así escribía Miguel Hernández pensando en el hijo por venir, desde el centro del dolor de su prisión, en plena represión franquista, allá en España.
“Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca. Boca que vuela, corazón que en tus labios, relampaguea. Es tu risa la espada más victoriosa, vencedor de las flores y las alondras. Rival del sol. Porvenir de mis huesos y de mi amor. Desperté de ser niño: nunca despiertes. Triste llevo la boca: ríete siempre. Siempre en la cuna defendiendo la risa, pluma por pluma…Vuela niño en la doble luna del pecho: él, triste de cebolla, tú satisfecho. No te derrumbes. No sepas lo que pasa, ni lo que ocurre”.
También aquí hubo una madre que en plena dictadura, atravesó los muros para llegar hasta su hijo preso y decirle a la distancia: “Te traje un pan hecho con mis manos, pero los guardias, ay, no me lo permitieron”.
¿A quién se le ocurría andar así por el mundo y sus tormentos, si no a una madre?
Hay otras Madres que siguen de ronda por la Plaza con un pan bajo el brazo.
Y en ese pan va la vida. Y un horizonte de justicia y dignidad para todos.
Gobernar es dar trabajo. Y es cuidar la vida allí donde florezca, para poder honrarla como se merece.
¿No es lo que hace la Presidenta?


El Argentino, jueves 3 de marzo de 2011

miércoles, 2 de marzo de 2011

La construcción de la certeza



La Argentina es un territorio de incertidumbre cuando la apartan de su destino histórico.
Pero cuando el proyecto nacional y popular es el que está en el timón del Estado, por mandato de la voluntad del pueblo, la Argentina se torna un país de certidumbres y de sueños.
De estas cosas habló ayer la Presidenta ante el Congreso, al afirmar que se alcanzó en los últimos años "el crecimiento, con inclusión social más importante de la historia".
Destacó el crecimiento de la economía superando la crisis mundial más importante de la que se tenga memoria.
Recordó la figura de Néstor Kirchner al señalar que sentó "las bases de la acumulación económica con inclusión social" y que en el año 2010 "se construyeron las certezas de que ese era el modelo indicado para que Argentina creciera como nunca lo hizo".
En este contexto anunció la ampliación de la Asignación Universal por Hijo a mujeres embarazadas.
La mayoría de los argentinos tienen la certeza de que hoy vivimos en un país mas justo; con asignaturas pendientes, pero un país mejor del que encontró Kirchner el día que asumió como Presidente.
Los datos que brindó la Presidenta acerca de la marcha de la economía, de la cultura, de la educación, de la seguridad, de las relaciones exteriores, del desarrollo social, son más que elocuentes. No son un muestrario de buenas intenciones.
Son una realidad que se puede tocar, gustar, oler, mirar, oír.
Vaya con la parábola de la historia:
La generación de la utopía, es la que vino a construir certezas.
El que quiera negarlas está en todo su derecho, pero tendrá que demostrar verdades de igual o mayor talla para no caer en el absurdo.
De todos modos, si un pueblo y su gobierno construyen las certezas enunciadas ayer por la Presidenta, la oposición quizás identifica el rigor de las suyas, si las tiene, en aquel texto de Jorge Luís Borges (“El idioma analítico de John Wilkins”) en el que relata:
“Esas ambigüedades, redundancias y deficiencias recuerdan las que el doctor Franz Kuhn atribuye a cierta enciclopedia china que se titula Emporio celestial de conocimientos benévolos. En sus remotas páginas está escrito que los animales se dividen en a) pertenecientes al Emperador, b) embalsamados, c) amaestrados, d) lechones, e) sirenas, f) fabulosos, g) perros sueltos, h) incluidos en esta clasificación, i) que se agitan como locos, j) innumerables, k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, l) etcétera, m) que acaban de romper el jarrón, n) que de lejos parecen moscas.”
Algunas declaraciones opositoras, así como la barra irrespetuosa de Julio Cobos, son tan desopilantes, que ni el genio de Borges las hubiese imaginado.


El Argentino, miércoles 2 de marzo de 2011

martes, 1 de marzo de 2011

Rendición de cuentas



Hoy habla la Presidenta de la Nación en la inauguración del 129 º periodo anual de Sesiones Ordinarias del Congreso.
Adentro del recinto estarán los legisladores, escuchándola.
Afuera, en la Plaza, los movimientos sociales, los trabajadores y especialmente la juventud, estarán acompañándola con sus banderas y su música.
En las fábricas, en las escuelas, en los comercios, en los hogares, el pueblo estará testimoniando la rendición de cuentas que la Presidenta dará institucionalmente.
La única verdad es la realidad.
El último mensaje fue el que instaló la noción de un país real y un país virtual.
¿Se acuerdan?
Quizás sigan estando presentes ambas dimensiones, pero con una diferencia histórica: el verdadero país, el que se explica con la industria de la construcción creciendo 11, 7 % en enero o con el impacto masivo en la matrícula escolar de este año como consecuencia de la Asignación Universal por Hijo o con un alza del 12 % en el consumo de servicios públicos y un consumo general de la población que promete batir el récord alcanzado en el 2010, ese país real, venció por goleada al país virtual de los agoreros del pesimismo, de los "mala onda", de los "mala leche", de los desesperanzados y reaccionarios.
Los argentinos ganaron. Los pesimistas perdieron.
Se quebró el empate, señores. Casi no importa si lo aceptan o no.
Pero como es preocupante para la salud mental de cualquier persona pelearse con la realidad, ojalá tomen nota de que:
*Las inversiones crecieron un 17 % y colocó a la Argentina como el segundo país del continente, después de Brasil.
*Se recuperaron los Feriados Nacionales y volvió la alegría.
*Hay Deporte para todos.
*Hay Ley de Matrimonio Igualitario.
*Hay Ley de Medios de la Democracia
*Se creó el Ministerio de Seguridad con Nilda Garré al frente.
*Se inició el histórico Juicio por el Plan de robo sistemático a los pibes durante la dictadura civico-militar.
*Se utilizará el 2 % del PBI para afrontar las deudas del país y el 6,47 % para la educación.
*Entró en vigencia el aumento en la jubilación por aplicación de la Ley de Movilidad, acumulando en dos años un aumento del 77,94 % en los haberes jubilatorios. Argentina ya es el país de mejor cobertura social de la región.
*Se crearon 1.097 escuelas en todo el país ¿Y saben qué? Los pibes de La Cámpora y un voluntariado nacional conmovedor, pintaron más de mil escuelas.
Hay gobierno. Hay nación. Hay pueblo. Hay sueños. Hay un proyecto de país que avanza sin descanso.
Y nadie podrá impedir ese avance social.
Aunque el dolor se despierte nuevamente al ver esa banca que emite una luz propia y no verlo allí a Néstor Kirchner, en su debido lugar.


El Argentino, 1 de marzo de 2011