Cuando
Carlos Melconián, el economista del PRO, dice lo que dijo ayer, que los fondos
buitres son unos buenos tipos que sólo quieren cobrar lo que la Argentina les
debe y que la que está en falta es Argentina porque “es un país garca”, nos
preguntamos razonablemente: ¿este señor está cual lobo estepario, solito su
alma, ladrándole a la luna? ¿O tiene atrás suyo más gente con la cola sucia alentándole a que diga
lo que dijo?
Cuando López
Murphy dijo hace unos días, que después que se vaya el kirchnerismo del
gobierno habrá que retornar a sus hogares a los genocidas presos por delitos de
lesa humanidad ¿está tan solo como se cree? ¿O hay mucha gente con el alma
sucia y las manos manchadas de sangre alentándolo?
Cuando Elisa
Carrió compara a la Presidenta con Isabel Perón y su colega Jorge Yoma dice que
si no se cambia de modelo, el gobierno se cae ¿están diciendo en nombre de un
conglomerado de poder mayúsculo que entramos a la etapa final de esta democracia
inclusiva?
Cuando la
Corte Suprema falla a favor de la Sociedad Rural y en contra del Estado
democrático y le da igual representatividad al pueblo argentino y al monopolio
Clarín en la convocatoria a la audiencia pública del miércoles 28 ¿está
empujando al hastío colectivo a una sociedad que no está decidida a retroceder un
centímetro en su calidad representativa, republicana, federal y democrática?
Cuando los
jueces de la Cámara de los EE.UU. fallan en contra de la Argentina y
direccionan ante la Corte Suprema de la potencia del Norte para que nos termine
de arrojar a un nuevo incendio social con otra crisis letal devenida de la
deuda con los fondos buitres ¿accionan solos o están estimulados por intereses
locales y trasnacionales que alientan desde Buenos Aires el caos y el
escarmiento a la Argentina por el proyecto de país implementado en esta última
década?
Y cuando
Lanata en representación de Magnetto
insulta y ofende a la Presidenta, a la
memoria de Néstor Kirchner, a una parte importante de este pueblo, a las
Organizaciones Sociales y comunitarias que parió la patria en estos años y a
los jóvenes de La Cámpora que dan lo que no tienen cuando de militar por el prójimo se trata
¿están de nuevo provocando a la respuesta violenta como tantas veces lo
hicieron en la historia?
Esta columna
se declara desde hoy, columna libre del pecado de inocencia ante estos tipos. Y
ante la inocencia de los que se ponen
del lado de los buitres para ver si pescan algo en las aguas revueltas que
resulte de una Argentina que se caiga nuevamente del mapa.
Se llamen
como se llamen esos tipos opositores.
Se digan de
la progresía o de Mongo Aurelio.
Nos están
atacando.
Digo. Por si
no nos dimos cuenta.
El Argentino, martes 27 de agosto de 2013
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