Tendríamos
que empezar con un “¡cuerpo a tierra!”
Es
que la palabra “miedo” es un misil que dispara la tele sobre nuestras cabezas
diariamente.
Mirta
Legrand dice que “hay miedo en la sociedad”.
Adrián
Suar dijo lo mismo.
Lanata
también dice que “hay miedo”, mientras ofende graciosamente a la presidenta de
los argentinos.
Eduardo
Duhalde le faltó el respeto de modo autoritario y machista y siguiendo los
pasos de Nelson Castro, afirmó que Cristina
no está bien de la cabeza.
El
diario La Nación dice que “Perón no cayó por obra de las armas que alzó la
Revolución Libertadora en 1955. Cayó, básicamente, porque su régimen se había
agotado y abundaban los escándalos y las burdas muestras de autoritarismo.”
Cuando
Osvaldo Bayer dijo ayer que “El editorial de La Nación es una clara incitación
a terminar con el gobierno constitucional” y el Jefe de Gabinete, Abal Medina
dijo que esa misma editorial golpista “me dio escalofríos”, uno cae en la
cuenta que realmente buscan voltear al gobierno.
Los
sectores del poder económico concentrado intentan desesperadamente cambiar el
curso de acción en la Argentina. Para ellos, como en 1955 y 1976, hay que
terminar con eso de YPF y Aerolíneas soberanas y con la redistribución del ingreso
y la palabra.
Quieren
barajar y dar de nuevo. Y para eso hay que escarmentar al gobierno diciendo que
es “corrupto” y que “fomenta la división y el miedo”.
Ya
el 12 de junio de 2005 Isidoro Ruíz Moreno escribió en La Nación que el
bombardeo a Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955 estaba justificado por “la
asfixiante atmósfera política” que se vivía con el peronismo.
Y
agregó: “La historia enseña que los dictadores creen que no deben ser
sustituidos y que ninguno de ellos considera haber concluido su
"etapa" ni que ha llegado el momento de traspasar el mando
pacíficamente. La experiencia indica que deben ser desalojados de su posición
por la violencia.”
A
poco de asumir Néstor Kirchner, fue una editorial de La Nación la que le dio
cien días de vida a este proyecto.
Lleva
ya diez años de gobierno.
A
poco de saberse que la candidata en el 2007 sería Cristina, fue Héctor Magneto,
el CEO de Clarín, el que le bajó el pulgar.
Y
hoy Cristina está en la plenitud de su segundo mandato.
O
sea.
Fueron
los dos diarios más tradicionales de la Argentina los que impulsaron la
intentona de cercar al gobierno kirchnerista en estos diez años.
Y
fueron derrotados en su intención destituyente una y otra vez.
Así
será nuevamente.
Siempre
y cuando tengamos memoria larga y corta.
Piedra
libre al golpismo: “el miedo” es el nombre de una opereta política que tiene
una trágica historia.
El
Argentino, miércoles 4 de septiembre de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario