La Presidenta habló por Cadena
Nacional y rindió cuentas ante la sociedad acerca de la ayuda estatal a los
damnificados por el temporal del pasado 2 y 3 de abril.
¡Cuánta distancia entre la palabra de
una Presidenta que trabaja de Presidenta y los opositores que sólo cumplen el
triste papel de lenguaraces del poder económico y mediático!
Dejemos el soneto por un rato.
Después de la extensa exposición del
equipo económico en el Senado de la Nación reafirmamos algunas certezas:
El gobierno busca blanquear los dólares no declarados en
el sistema financiero. Y la oposición,
no.
El gobierno busca generar propuestas
alternativas y novedosas para enfrentar las cuevas de la economía ilegal. Y la oposición, no.
El gobierno busca defender y
profundizar su modelo de crecimiento con inclusión social, creando herramientas
útiles y necesarias para crear a su vez más empleo y producción. Y la oposición no.
El gobierno camina calles, comercios,
empresas y bancos buscando acortar la distancia entre los intereses sectoriales
y los intereses colectivos. Y la
oposición, no.
El gobierno reafirmó su decisión
irrenunciable de no enfriar la economía, de no devaluar la moneda nacional, de
no rebajar los salarios, de no destruir ni frenar el proceso de
industrialización abierto en los diez últimos años, de no apostar al ajuste
salvaje ni estimular el desempleo ni el endeudamiento externo. Y la oposición,
sí.
Esta ristra de certezas fue dicha por
los Senadores de la oposición como una letanía de las tapas de Clarín y La
Nación de todos los días.
Vergüenza ajena.
Llama la atención la sanata catastrófica
de opositores y periodistas “especializados” contra las iniciativas del gobierno, cualquiera fuese esta.
Ante cada pasoque da elgobierno contra
las corporaciones económicas, mediáticas y financieras, los opositores sanatean
como si fuese el fin del mundo.
Así pasó con la recuperación del
ahorro de los trabajadores y la demolición del negociado espurio de las ex AFJP; con el uso de reservas del
Banco Central para afrontar las deudas heredadas de gobiernos anteriores; con
la ley de movilidad jubilatoria; con la recuperación de Aerolíneas e YPF; con la ley de matrimonio igualitario; con
el “No al ALCA” y el “Chau FMI”.
La lista sigue.
Entonces que ningún opositor se enfade
si le preguntan: ¿A quiénes defienden ustedes?
Al ciudadano de a pie, seguro que no.
Porque si el
gobierno hubiese claudicado ante cada sanata e intento de golpe de mercado de
los últimos años, la Argentina volaría por los aires como en el 2001 y 2002.
Paciencia. La solidaridad con los
inundados está garantizada.
La felicidad del pueblo y la grandeza
de la nación también.
El
Argentino, viernes 10 de mayo de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario