Mal que les
pese a algunos, la Segunda Década ya comenzó.
No se puede
detener el tiempo, ni el calendario, ni el reloj, ni la historia cuando hay un proyecto
de país en danza y voluntad para bailarlo; desde el pie, hasta las alturas. Y
viceversa.
Y vaya qué
manera de iniciar el nuevo tramo.
El Gobierno
trabajando y gestionando, como dijo ayer el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal
Medina y la oposición desparramada y desorientada sobre la mesa de arena de Magnetto
y compañía.
Las voces
de la histórica Plaza en este 25 de Mayo aun baten sus alas en el aire, cual si
fuesen pájaros bullangueros.
Nadie se
quiere ir de esa memoria ardiente.
Nadie
quiere dejar de contar lo que vivió ese día.
Nadie
quiere dejar de convertirse en historiador o analista político de esa multitud
que vibró plena y esperanzadamente con la palabra de Cristina.
Ese
discurso presidencial clausuró conceptualmente la Década ganada 2003-2013 y le
dio la bienvenida a esta Segunda Década que empezamos a transitar.
Fue como
darle la bienvenida al futuro.
Algunos
tramos de esa guía presidencial para no perdernos, fueron:
1. “Es necesario empoderar al pueblo, a la sociedad de estas
reformas y de estas conquistas para que ya nunca nadie más pueda
arrebatárselas, y sé de qué estoy hablando”.
2. “El cambio de un gobierno por otro, ¿es fin de ciclo o en
realidad a lo que se están refiriendo es a que cuando yo me vaya se va a acabar
todo lo que hemos conquistado en esta década ganada? Me parece que se refieren
a eso”.
3. “Yo digo que los precios no los ponen los trabajadores ni
el gobierno. Yo digo que los precios los fijan los empresarios y los grandes
monopolios”.
4. “Si no se organizan, si no participan, si no cuidan
ustedes mismos lo que es de ustedes, van a venir otra vez por todos ustedes
como lo han hecho a lo largo de toda la historia”.
5. “Tenemos los argentinos el deber de no depender de una
persona; tenemos el deber, pero sobre todo la necesidad, de empoderarnos
nosotros mismos de esas conquistas y de esos derechos y de organizarnos para
defenderlas. Con eso sueño”.
6. “Tenemos que cerrar ese río con memoria, con verdad, con
justicia, con trabajo y con convicciones de que tenemos que unirnos porque la
patria es el otro, sea quién sea”.
Y Cristina finalizó así su mensaje al pueblo:
7. “Amigos, amigas, compañeros y compañeras, argentinos y
argentinas: ¡siempre por la patria, por el futuro, por nuestros hijos y
nuestros nietos! ¡Adelante!”
Habría que ensamblar este Apunte con el discurso entero.
Pero vayan estas siete notas sobre un pentagrama para recordar
aquel proverbio que dice:
“Cuando soplan vientos de cambio, algunos levantan muros y otros construyen molinos.”
“Cuando soplan vientos de cambio, algunos levantan muros y otros construyen molinos.”
El Argentino, martes 28
de mayo de 2013
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