Pase, vea y
compare.
Al mismo
tiempo que la Presidenta se reunía con su par venezolano Nicolás Maduro,
firmando convenios de intercambio de alimentos y energía, producción,
tecnología y trabajo para nuestros respectivos pueblos, el jefe del PRO regresaba
de su gira por los Estados Unidos donde declaró que “el kirchnerismo es un
accidente en la Argentina”.
Y al mismo
tiempo que una multitud de Unidos y Organizados se convocaban en el estadio de All
Boys para agasajar como se merece al ilustre visitante del país hermano,
elegido en Venezuela por la mayoría de su pueblo, un grupo de diputados
opositores de allá y de acá se reunían para desconocer impunemente la voluntad
popular y amenazar incluso que el día que triunfen
desandarán el MERCOSUR que construimos y
hasta propondrían la reedición del ALCA que Kirchner, Lula y Chávez se
encargaron de enterrar en Mar del Plata.
Para tener una
clara y precisa dimensión de la suerte
que se juega en toda la América Latina es necesario cotejar las conductas y los
proyectos de los diversos actores políticos, sociales y económicos que hoy
confrontan: o modelos nacionales de desarrollo inclusivo o modelos de
involución y exclusión social.
Esta
similitud opositora,más allá de las fronteras, amerita preguntar: ¿Hay un
patrón común allá y acá?
Por lo que
se ve Macri no está solo. Capriles tampoco. Ambos tienen un patrón que los
protege.
Lo
importante es que el final del recuento electoral efectuado por el Tribunal
Supremo de Venezuela demuestra, a propios y extraños, que Maduro tiene un
pueblo que va con él como antes iba de la mano del Presidente Chávez.
Mientras
tanto la oposición en el Senado volvió a demostrar ayer su blanca palidez en el debate por la Reforma
Judicial.
No pegan
una.
Si hasta Carrió
fue atendida como se merece por la Justicia que le rechazó por improcedentela
presentación que hizo contra el supuesto
“pacto del Presidente de la Corte Suprema”.
Las medidas
adoptadas para atraer los dólares que están fuera del circuito bancario legal
anunciadas por el equipo económico demuestran varias cosas:
No habrá
devaluación de la moneda. No habrá
convertibilidad. No habrá legalización de la fuga financiera. Ni habrá rebaja
de salarios.
Los
opositores se rasgan las vestiduras porque si ellos gobernaran sí hubiesen
devaluado y permitido eternamente la fuga de divisas.
Lo que no
dicen es que primero estuvo la fuga de divisas y el vaciamiento de reservas y que
sólo después surgieron los instrumentos económicos para enfrentarlos con más
producción y trabajo.
De la fuga
de fondos se encargaron muchos de los que hoy atacan a Cristina.
De
recuperarlos, se encarga este gobierno.
¿O no es
así?
El Argentino, jueves 9 de mayo de 2013
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