El mundo se
ubica peligrosamente a la derecha de dios padre y del espíritu santo.
Así nos va.
Ese mundo
está cerrando gobiernos en Occidente y se devora a la gente en España por
suicidios en desalojos de viviendas, por desempleo masivo o por tristeza nomás.
El mundo
desarrollado intenta escapar por la tangente arrollando a Medio Oriente y si no
puede tirar bombas contra Siria, tira la crisis al barrio negro de Harlem o a
los pobres de Nueva Orleans.
Miami y Wall
Street quedan a salvo de daños colaterales.
Si en EE.UU.
la pobreza creció un 26 % entre el 2000 y el 2005 ¿cuánto habrá crecido en
estos años?
Si un
registro oficial dice que en el 2007 fueron 35 millones de personas las que
pasaron hambre, 13 millones de niños entre ellos ¿cuántos serán ahora con medio
país parado?
El mundo del
país que inventó Disneylandia está a la derecha del Pato Donald y el Ratón
Mickey.
Así nos va.
¿Se da
cuenta que no es cuestión de arrojar por la borda todo lo construido en la
Argentina en una tarde de furia electoral?
¿Se da
cuenta que no es cuestión de modelos pro mercados sino de proyectos de país que
justifiquen un paso digno por la vida?
Ya sé. Usted
decide y estamos en democracia. Y eso hay que respetarlo.
Pero usted y
yo sabemos que la plaga neoliberal que hoy azota al mundo, pasó primero por
acá. Por la Argentina y por la América Latina. Deme una razón superior para
votarla de nuevo.
Una sola
razón es suficiente.
No hay ni
habrá ninguna otra razón más que el odio de sentirse oposición a este gobierno.
Con el odio
se mata y se destruye. Con el amor al otro, se da vida y se construye.
Aún en las
diferencias.
Ahí están
las listas de candidatos para el 27 de octubre. Como si el viento de la
historia los juntara.
¿Se puso a
pensar por qué será que están juntos los Hijos de desaparecidos, el hijo de
Julio López y el hermano de Mariano Ferreyra?
Juan
Cabandié nació bajo el techo del mayor campo de concentración clandestina de la
dictadura, en la ex ESMA. Su mamá y su papá están desaparecidos.
Victoria
Montenegro fue apropiada y sus padres desaparecidos por la dictadura.
Jorge Taiana
pasó gran parte de su vida en las prisiones de la dictadura.
Y sin embargo usted los ve y escucha hablar y no
destilan odios ni rencores. No vienen a cobrarse la revancha por tanto
sufrimiento padecido.
“Nuestra
única venganza es ser felices”, dicen a coro.
Ellos
celebran que si en el 2003 eran 3, 5 millones los trabajadores registrados, hoy
sean casi 6,5 millones. Los no registrados son los
3 millones y medios que completan los 10 millones de asalariados. Por ellos hay que avanzar. Pero el futuro no queda
a la derecha. Fíjese antes de doblar. Y antes de votar.
El Argentino, jueves 3 de octubre de 2013
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