Hoy intervienen
quirúrgicamente a Cristina Fernández de Kirchner, la presidenta de los
argentinos.
Que el
mundo sepa que hoy nuestro pueblo eleva una plegaria llena de amor y gratitud
por una mujer que aman, respetan y valoran.
La
operación de Cristina no es solamente una cuestión de estado. Es una cuestión
de amor entre ella y su pueblo.
Es que Cristina
y Néstor Kirchner restituyeron la certeza de volver a ser nosotros.
Quizá por
eso tenía que ocurrir en el mes de Octubre, el mes de los trabajadores
mojándose las patas en las fuentes de la Plaza y bautizando en aquel 17 del 45 la
nueva identidad nacional y popular de los argentinos
Tenía que
ser Octubre, el mes de nuestro más reciente dolor colectivo.
Mientras ayer
nos emocionábamos con la presencia de la científica repatriada número mil, llegaba
la noticia de esta inevitable intervención médica.
“Que todo
salga bien”, es el único rezo que se escucha desde entonces.
Como si la
patria se encomendara a dios y todos los santos para que la presidenta se
reponga pronto y vuelva a casa. A su casa primero y a la casa de todos después.
Pasaron
cosas importantes un día como hoy.
La historia
y sus paradojas hizo que el nuevo desafío que hoy afronta Cristina fuera en el
mismo día que nació Perón y que el Che Guevara librara su último combate allá
en Bolivia; el día que los revolucionarios conducidos por José de San Martín y
Bernardo de Monteagudo exigieron el cambio de gobierno y que se convocara de
inmediato a la Asamblea General del Año 1813, la que abolió la tortura y el
inicio del fin de la esclavitud y el día que se creó la provincia de
Tucumán y el día que nació Antonio
Soto, el Gallego Soto, el líder anarcosindicalista de las huelgas de
trabajadores rurales en la Patagonia rebelde y el día que nació nuestro Premio
Nobel de Medicina César Milstein y se fundó la Academia Nacional de Ciencias.
Cuántas cosas pasaron un día como hoy.
Pero el día más importante para los ciudadanos de este
tiempo es hoy.
El día que operan a la Presidenta coraje, como la llamó
Néstor Kirchner, su esposo y compañero.
O la Presidenta de la Ciencia como la nombraron
recientemente los científicos.
Con el corazón y el alma en vilo creemos que es hora de
juntar fuerzas a la espera del victorioso final de la jornada, de ayudar a
templar el ánimo de un pueblo, de denunciar la canalla allí donde se exprese,
de no caer en trampas ni provocación alguna, de trabajar más que nunca, de custodiar
nuestros sueños, de organizarse desde abajo.
Hoy es día de rezar una plegaria por la salud de Cristina. Seamos
creyentes, agnósticos o ateos.
Hoy es día de expresar ¡Fuerza Cristina! Que es una forma de
decir ¡Fuerza Argentina!
El Argentino, martes 8
de octubre de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario