“Hay una
mujer que representa el punto más alto de la lucha en América Latina, que es la
presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Hay que cuidarla mucho”
Con estas
palabras del eterno comandante de la revolución cubana, Fidel Castro, expresadas ante la joven militante chilena
Camila Vallejos, arrancamos la columna de hoy y empezamos una semana que será
la primera de las cuatro que la presidenta deberá guardar reposo por orden
médica.
Desde el
sábado a la noche, cuando nos enteramos de la dolencia sufrida por la jefa de
Estado, el corazón de millones de compatriotas entró en estado de alerta y
movilización. Como si el dolor, la angustia y la primera e inmediata conmoción
le cedieran el paso a una responsabilidad mayor: cuidar la patria, cuidarnos
todos, cuidar a Cristina.
Más allá de
todo lo publicado en estos dos días, tanto por medios de comunicación decentes
y honorables como por medios indecentes y miserables, queda claro que la
mayoría de los argentinos confía plenamente en la pronta recuperación de
Cristina, demostrando una vez más su plena identificación con una mujer que
trabaja de presidenta todos los días del año pensando siempre en los 40
millones de hombres y mujeres que habitamos esta nación.
Este
momento de preocupación pasará, pero hoy nos puede servir para tener un patrón
de medida de la realidad que vivimos.
Es en
situaciones como esta donde las personas discernimos con mayor claridad lo que
es importante y lo que es secundario, lo que es efímero y lo que perdura en el
tiempo.
La
presidenta estará de obligado reposo en una coyuntura donde se definirá, por
ejemplo, la batalla con los fondos buitres en los tribunales de los EE.UU., la
conflictiva situación generada por el gobierno uruguayo favoreciendo la
actividad contaminante de la empresa UPM-ex Botnia y las elecciones
legislativas del próximo domingo 27.
¿Alguien acaso
duda que el barco que nos transporta a todos y que se llama Argentina siga
navegando hacia buen puerto? Sólo los necios podrían dudar de ello.
Que nadie
se equivoque: hay un proyecto de país gobernando con una carta de navegación escrita
por Cristina.
La oposición
mendaz podrá seguir apoyando, como lo vino haciendo en estos años, al juez
Griesa simpatizante confeso de los buitres y podrá seguir enfrentando al
gobierno argentino por no claudicar en su defensa inalterable del río Uruguay.
Allá ellos.
Lo
importante es que los argentinos estemos muy unidos en estas horas en que las
operaciones políticas de los medios opositores estarán a la orden del día.
Llamarán al
desánimo y a la tristeza, convocarán a la división y al enfrentamiento estéril.
Tranquilos.
Nada ni
nadie podrá detener la historia.
El
Argentino, lunes 7 de octubre de 2013
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