La
democracia argentina atraviesa un período signado por el mayor crecimiento
económico y el mayor desarrollo inclusivo de su historia.
Por eso
mismo, las turbulencias que vienen desde afuera y desde adentro intentan
hacernos perder la compostura; como lo demuestra el bochornoso editorial del
diario El País, de España y la cobertura mediática local sobre diferentes
asuntos de actualidad.
Los poderes
fácticos que comandan esas turbulencias operan a destajo contra ese crecimiento,
contra ese desarrollo y contra el liderazgo alcanzado por la Presidenta.
Y si no, veamos
lo que pasó ayer: un sector de la Prefectura se manifestó en defensa de lo que
creían un severo recorte de sus haberes. Punto.
¿Qué hizo
el Grupo Clarín a través de TN y sus portales de noticias? Transmitieron en
cadena este hecho reivindicativo, lo transformaron en un reclamo político
contra el gobierno nacional, incitaron en vivo y en directo a profundizar y
extender la medida y la clásica pantalla partida transmitía un país acosado por
la incertidumbre.
El 7D
activó todas las alarmas en el Grupo dominante del poder monopólico.
No hay
mucho misterio en lo que viene pasando.
A una
democracia que se torna cada vez más participativa, como ocurrió también ayer, pero en Malvinas Argentinas, se contrapone una
oposición mediática violenta y rapaz que convoca a la desesperanza y al
desánimo.
La vida
continúa.
En
Diputados avanzó el Proyecto del Presupuesto 2012.
Martín
Sabbatella empezó a construir el andamiaje final para hacer cumplir la ley de
Medios.
La
Presidenta convocó en Lima, ante sus colegas de América del Sur y los países
árabes, a unir esfuerzos en un mundo en crisis y además de apoyar el
reconocimiento de Palestina en el concierto de las Naciones Unidas, Cristina
agradeció el amplio apoyo reafirmado en la Cumbre de Perú a la Causa Malvinas.
La toma de
escuelas secundarias en la Ciudad de Buenos Aires encontró una posible salida con
una resolución judicial que obliga al gobierno de Macri a entablar un diálogo
con los estudiantes. A trabajar se ha dicho.
Habrá que
activar todas las alarmas de la democracia de acá al 7 D.
Y después,
también.
Eso
significa saber utilizar pacífica, solidaria y organizadamente todas las
herramientas constitucionales, comunicacionales y jurídicas de la república
para denunciar cualquier foco de incendio antidemocrático.
Significa
saber que toda la agitación opositora que suceda en este tiempo, podrá tener
distinto origen y razón; pero ya estamos grandecitos: todas le sirven en esta
coyuntura al mismo patrón, el monopolio mediático que ve peligrar su impunidad
de “Estado paralelo”.
Hay un
pueblo atento. La democracia no se mancha.
El Argentino, miércoles 3 de octubre de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario