martes, 23 de octubre de 2012

Fondos buitre y buitres en el fondo




El Museo del Bicentenario es en los últimos tiempos, el escenario donde la Presidenta reafirma el rumbo histórico que la Argentina vive.
Así ocurrió también ayer.
“Con la dignidad del país no se va quedar ningún fondo buitre”, afirmó Cristina ante la multitud  que cubría el lugar.  
“Algunos defienden a los fondos buitre que han violado todas las reglas internacionales creyendo que van a extorsionar y presionar al país; pero mientras yo sea Presidenta, podrán quedarse con la Fragata pero no con la libertad, la dignidad y la soberanía de los argentinos”, expresó Cristina Fernández de Kirchner.
De este modo, poniendo las cosas blanco sobre negro, la Presidenta se encontró con los 40 millones de argentinos a través de la Cadena Nacional.
Anunció un fuerte impulso al sistema de Seguros a través del Plan Estratégico 2020-2020 y un Proyecto de ley sobre Mercado de capitales.
Mientras hablaba, pensábamos que afuera del país nos acosan los fondos buitre y adentro, revolotean otros buitres en el fondo de nuestra propia casa común, que es la Argentina.
Vergüenza ajena.
Las Abuelas de Plaza de Mayo cumplieron 35 años de lucha en la búsqueda y la identidad de los pibes secuestrados durante la dictadura cívico-militar y se reunieron con la Presidenta para celebrarlo.
En Ginebra, el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, se reunió con representantes de todo el mundo en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que brindaron un masivo apoyo a las políticas que aquí se desarrollan en orden a los juicios de lesa humanidad, democratización de los medios de comunicación, educación, salud, matrimonio igualitario, migraciones y otras.
Mientras la Presidenta recibía en su despacho a las Abuelas y luego al popular cantante mexicano Luis Miguel, lejos de allí se encontraban, para algarabía de la derecha conservadora, Moyano, Momo Venegas y Macri.  
Como decíamos ayer, una de las grandes corporaciones mundiales de la comunicación, la compañía Bell, anunció la compra de Astral, empresa de medios de Canadá.
Otros jugadores canadienses, más las ONGs que representan a usuarios y consumidores, pusieron el grito en el cielo denunciando la concentración monopólica que produciría tal operación.
Es exactamente eso lo que el Grupo Clarín representa desde hace décadas.
¿Y que hizo la CRTC, o sea, el AFSCA canadiense? Lo que se esperaba, es decir, rechazó la operación.
Los fundamentos para impedir la compra fueron varios, pero sobresalen dos: que la transacción traería una reducción de las ofertas en programación y que disminuiría la cantidad de voces mediáticas.
¿Le suena conocido?
El 7D pondrá también aquí las cosas en su justo lugar. 



El Argentino, martes 23 de octubre de 2012

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