Con esa expresión la Presidenta presentó en la Casa Rosada el Programa para el Desarrollo de la Industria Automotriz, con un fondeo estatal de 400 millones de pesos para las pequeñas empresas autopartistas, mientras Chiche Duhalde declaraba que el país entraba en estado de “anarquía”.
Néstor Kirchner se reunía con el conjunto del bloque de legisladores del Frente para la Victoria, debatiendo política, reafirmando rumbos y brindando un panorama integral del país de los argentinos, mientras Carrió volvía al ruedo internacional para instar a los presidentes latinoamericanos que no elijan a Kirchner como nuevo Secretario General de la UNASUR. Una pinturita.
Los empresarios y los trabajadores festejaron los nuevos anuncios presidenciales que hacen preveer la creación de 150.000 nuevos empleos, mientras el clientelismo de “izquierda” cortaba la General Paz amenazando con boicotear los festejos populares programados para el próximo mes. Si viviera Lenin, las cosas que les diría a ese anacrónico infantilismo.
La Argentina se debate hoy entre dos fuerzas que pugnan en sentido inverso.
El gobierno de Cristina sigue echando leña a la caldera del modelo de país que viene desarrollando desde el 2003 y la oposición expresada en el Grupo A, a derecha e izquierda de la pantalla, prende fuego a su verborragia desmesurada en el intento de confundir a una sociedad harta de crispación mediática.
Claro está, que unos avanzan construyendo políticas a cielo abierto y otros retroceden quemando el pastizal, anonimamente.
Si se coincide que ese es el cuadro de situación, los que se identifican con las medidas trascendentes implementadas por el gobierno deberán estar muy atentos a no caer en el lazo de provocación y victimización sobre el que se para la oposición en los diferentes terrenos de maniobra.
Unos tienen el Gobierno, los otros representan el poder económico sobreviviente de la larga noche de la dictadura.
Quizá no sea casual el barullo opositor en vísperas del pedido de detención de Martínez de Hoz y la prohibición judicial de salir del país, de la pronta liberación de la secuestrada Ley de medios de la democracia, de efectuarse el cotejo de ADN de Marcela y Felipe con las muestras disponibles en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
Están a la defensiva y resisten el cambio.
Para hacerlo emplean distintas vías de acción. Está a la vista el modus operandi de los sectores conservadores, con sus medios de desinformación y de agravios, con los legisladores que ejecutan la línea del grupo Clarín, con los lenguaraces ricos y famosos, con políticos como Carrió, Chiche Duhalde y Julio Cobos. Por derecha.
En el otro costado de la pantalla, actúa esa progresía atragantada con la historia que atrasa todos los relojes para poder sobreactuar el certificado de “ciclo agotado” que le otorgó graciosamente a un gobierno y a un proyecto político que recién está inaugurando su etapa de profundización.
A horas de un nuevo Primero de Mayo, los trabajadores no se confunden.
Son la base de sustentación social más firme del proyecto gobernante y lo han demostrado cuantas veces fue necesario hacerlo. Siempre pacíficamente.
Señalamos esta cualidad que tiene el proceso político vigente para contrarrestarlo con una oposición que vació sus bolsillos de contenido social y los llenó con falacias.
¿Y cómo se instala una política basada en la falacia? Con más falacias. Con más victimización. Con más cortinas de humo. Con más provocación. Con más espionaje. Con más barullo “revoluconservador”.
Los trabajadores festejarán este Primero de Mayo como lo hacían en tiempos donde gobernaba la Justicia Social. No harán alarde de nada. Saben más que nadie todo lo que falta recorrer. Pero saben y valoran todo lo que se recorrió. Saben que hay que defender, consolidar y profundizar las conquistas sociales alcanzadas. Y saben, por sobre cualquier otro dato, que ellos son el sujeto principal de este proceso y de este gobierno.
Valga entonces un… ¡Feliz Día de los Trabajadores!
Jorge Giles. El Argentino, 30 de abril de 2010
http://www.elargentino.com/nota-88884-Una-oportunidad-historica.html
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