Y fue así nomás.
De tanto oír a través de sus espías, Macri fue finalmente citado por la justicia para declarar en la causa por espionaje.
Mientras la oposición política y mediática continúa extraviada en su propio laberinto vocinglero, la realidad argentina anda por caminos un tanto más creativos y productivos. La Presidenta inauguró ayer en Malvinas Argentinas, en lo más profundo del conurbano bonaerense, un nuevo hospital de rehabilitación y el primer Centro de Tecnología robótica para la Salud y la discapacidad, único en Latinoamérica.
Fue allí donde Cristina anunció el récord en el patentamiento automotor para el mes de marzo, el récord de turismo local durante la Semana Santa, el crecimiento del 31,6 % en la recaudación en el último mes, lo que hizo sumar al tesoro la cifra de 28.510 millones de pesos y el crecimiento explosivo de la matrícula escolar como consecuencia del cobro de la Asignación Universal por Hijo.
Todo en el marco de la estimación, actualizada, de un crecimiento económico que ya orilla el 6 % para el año en curso.
No se vaya que hay más.
La Bolsa ayer subió el 3,19 alcanzando un nuevo récord.
El riesgo país continuó bajando a niveles históricos, acrecentando los índices de confianza externa e interna para las inversiones.
Por otra parte, el Presidente uruguayo, José Pepe Mujica, se reunió con nuestra Presidenta para ajustar detalles de la provisión de gas boliviano hasta la otra orilla. Nuestro país interviene solidariamente en la concreción del tramo final del gasoducto hacia la Banda Oriental.
Hablando de Bolivia, subrayemos que las fuerzas políticas lideradas por el Presidente Evo Morales vencieron ampliamente en 6 de los 9 departamentos donde se realizaron elecciones el pasado domingo.
Ya resulta imposible a esta altura, negar que el Bicentenario está de fiesta en América del Sur.
Norberto Galasso relataba ayer en una conferencia magistral, con datos históricos en la mano, que el antecedente de este período que hoy vivimos hay que buscarlo en los albores de 1810, cuando las revoluciones democráticas y populares surgieron casi al mismo tiempo en todo el continente. Esas transformaciones políticas y sociales acontecieron entonces en un mundo que cambiaba drásticamente su fisonomía estructural.
¿No es demasiada coincidencia con este presente americano y mundial?
En aquellos años, el mundo se debatía entre el absolutismo monárquico que pretendía arriar todas las banderas libertarias surgidas con la revolución francesa y los sectores populares que intentaban por todos los medios organizar, defender e instalar sus convicciones de cambio.
Moreno, Belgrano, Castelli, San Martín, son algunos de los nombres propios de esa gesta patria.
Doscientos años después, América vuelve a conmoverse presidida por gobernantes que se parecen a sus pueblos, como bien señala Cristina.
La masiva movilización popular realizada anoche en San Luís, con la participación de más de 10.000 personas, en solidaridad con los docentes puntanos ilegalizados por el gobierno de los Rodríguez Saa, es una muestra de esta disputa inconclusa entre los dos modelos de país.
Como también lo fueron las marchas docentes exigiendo justicia para con el asesinato del maestro Carlos Fuentealba en la Neuquén de Jorge Sobisch y el reclamo de UTE contra la censura educativa de Macri.
Las marchas del 9 y 15 de abril próximos en defensa de la Ley de Medios de la democracia, secuestrada hoy por el resabio de la justicia procesista, también serán multitudinarias.
Y seguirán siendo masivas las movilizaciones de los trabajadores de prensa en Rosario contra el Grupo Uno de Vila y Manzano, socios de De Narváez, por los despidos injustificados en el diario La Capital y las radios LT3 y LT8 propiedad del monopolio mendocino.
En el fondo de todo, está la historia y la lucha por la igualdad y la identidad nacional.
A eso se referirá, quizás, la Presidenta cuando anuncie hoy en el Teatro Cervantes el Programa “Conectar-Igualdad.com.ar”
Eso sí que valdrá la pena oír.
Jorge Giles. El Argentino, 6 de abril de 2010
http://www.elargentino.com/nota-85111-Quien-quiera-oir-que-oiga.html
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