viernes, 9 de abril de 2010

LA HORA DE LA VERDAD


Pasarán muchas cosas este día.

Usted irá y vendrá del trabajo, de sus estudios, de un paseo, de sus compras. Pero al final de la jornada sabrá si la justicia finalmente ordenó que las muestras de sangre y ADN de Marcela y Felipe, adoptados o apropiados por la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, se entrecrucen con el de todas las familias de las víctimas de la dictadura que buscan a sus nietos. O no.

Las puertas del Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand, creado por Ley de la democracia, estarán a la espera de tamaña resolución judicial.

¿Se abrirán para saber la verdad?

Será un día trascendente para la democracia.

O avanzamos o retrocedemos.

Podríamos recrear el pensamiento editorial del diario Clarín, durante los años de la dictadura para enmarcar este día; recordando el país que fuimos y apreciando el que hoy somos.

No iremos tan lejos. Destacados periodistas ya lo hicieron antes.

Sólo vamos a recordar algunas de las cosas que se decían, ahorita nomás, cuando el ex Juez Marquevich ordenó la prisión de la señora de Noble por los mismos delitos que a esta altura del siglo siguen siendo juzgados. Hace apenas 7 años y 4 meses.

Recurramos al propio Clarín para evitar que alguien suponga que pecamos de parcialidad manifiesta.

Puede que tengan razón en orden a las ideas y el compromiso con la verdad, la memoria y la justicia. Pero no mucho más.

El miércoles 18 de diciembre de 2002 los medios informaban la detención de la señora de Noble. El juez la interrogaría por "presunta Falsedad de datos filiatorios; Supresión de identidad; Falsificación de documento público en dos oportunidades; Falsedad ideológica; Uso de documento público falso e Inserción de datos falsos en un expediente civil" y ordenaría el examen de ADN a los jóvenes presuntamente hijos de desaparecidos, Marcela y Felipe.

Entre quienes denunciaron tempranamente que ambos jóvenes serían hijos de desaparecidos, figuran dos personas de controvertidos antecedentes: Guillermo Patricio Kelly y Ana Feldman de Jajan.

Tiempo después, las Abuelas de Plaza de Mayo y familiares de desaparecidos también se presentaron a reclamar ante la justicia.

La empresa editora del grupo Clarin emitió un comunicado que en uno de sus párrafos decía: "resulta un acto procesal intempestivo y arbitrario que excede el limitado propósito de lograr su comparecencia al tribunal"

Era lógico que el grupo saliera rápidamente a defender a su directora.
Pero hubo otras voces que se levantaron para condenar la prisión de la señora de Noble y exigir su inmediata libertad.

Veamos algunos ejemplos.

*El entonces presidente Eduardo Duhalde criticó al juez Marquevich por la detención y declaró que "la forma espectacular en que se hizo es un exceso y que algunos magistrados actúan buscando notoriedad, que en vez de ayudar a la justicia la perjudican"

*Adolfo Rodríguez Saa declaró que "lo que le ocurre a la señora de Noble solamente puede pasar en un país con un decadente poder judicial; esto es el Pacto de Olivos en acción"

*Sumaron su apoyo a la señora de Noble, entre otros, monseñor Bergoglio, monseñor Casaretto, Alberto Fernández y Felipe Solá.

Vale recordar parte de una nota de opinión publicada entonces por Clarín con el título "Frente a un límite que no puede ser rebasado", firmado por Ricardo Gil Lavedra:

"La medida (de la detención) ha causado una fuerte conmoción, sorpresa y estupor, no sólo porque aparece como de una arbitrariedad evidente, frente a las reglas de derecho positivo que autorizan el encarcelamiento durante un proceso judicial, sino además porque la población abriga la fundada creencia de que los jueces suelen actuar con benignidad ante las personas con poder"

Como verán, Elisa Carrió no es la primera que se jugó a favor de la dueña de Clarín.

El límite del poder ha sido rebasado por la democracia. Esa benignidad con los poderosos se ha roto. Ahí está la verdadera trascendencia de esta época.

Salir a reclamar hoy por la Ley de Medios, es una linda forma de celebrarlo.



Jorge Giles. El Argentino. 9 de abril de 2010
http://www.elargentino.com/nota-85661-La-hora-de-la-verdad.html

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