Pregunto:
La oposición representada en el “Grupo A”, que va del “pejotismo” de derecha a Pino Solanas, el macrismo, los radicales, Carrió y De Narváez ¿es o no es la mayoría en el Congreso? Es lo que dijeron cuando justificaron el asalto a las comisiones parlamentarias imponiendo su afán hegemónico.
La duda surge porque ayer ensayaron el sutil reconocimiento de un empate entre el “Grupo A” y el Frente para la Victoria.
Pregunto:
Si ahora reconocen que hay un empate de fuerzas ¿por qué no devuelven las comisiones que avasallaron y consensúan democráticamente la agenda parlamentaria en lugar de actuar como si fueran la patota de la esquina?
Pregunto:
Si en cambio continúan sintiendo que son absoluta mayoría y que por eso imponen la agenda contra las políticas del gobierno nacional, contra la Ley de Medios, contra la Asignación Universal por Hijo, contra el Plan Argentina Trabaja, contra el desendeudamiento externo, contra el modelo de país que preside Cristina Fernández de Kirchner ¿no son ellos, los opositores, los que deben garantizar el quórum para voltear las políticas del gobierno? ¿O apostaban a la indigna deslealtad de los legisladores oficialistas para hacerlo?
Pregunto:
¿No es responsabilidad del “Grupo A” garantizar que uno de sus miembros, Carlos Menem, estuviera presente para iniciar la sesión? ¿O la oposición pretende que el oficialismo les garantice la presencia de sus propios miembros?
Son tan autoritarios que, como no consiguen doblegar a los legisladores que se identifican con el modelo gobernante, oficialistas y no oficialistas, los amenazan con mandar la policía a buscarlos casa por casa.
Hay que vivos son los opositores… Dan pena y vergüenza ajena.
Parecen vivir en el planeta de los simios o en cualquier otro, pero no en este.
Lamentablemente debemos ocuparnos de estas desvergüenzas.
Pero en verdad, la gran noticia de ayer es que el índice de pobreza bajó al 13, 2 % y el de indigencia al 3,5 %.
Falta el último trecho. Pero viniendo como venimos, del escandaloso 60 % de principios del 2003, es para festejar esta conquista de las políticas de inclusión social del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
La Presidenta volvió al interior bonaerense, a Vedia, inaugurando un plan de viviendas para los sectores más humildes.
En un momento de su discurso, expresó visiblemente emocionada:
“Mi generación no fue una generación de slogan, no fue una generación de frases hechas, sino de compromisos sociales y políticos muy fuertes.
Por eso puedo aguantar todos los agravios cuando miro la cara de Dalma, llorando recién cuando entraba a su casa nueva; su madre alquilaba, no tenían para tener una casa, lloraba, y me abrazaba”
En el mismo sentido, la Presidenta mencionó luego a los jubilados, a los estudiantes conectados a sus propias computadoras facilitadas por el Estado, a los docentes, a los universitarios, a los trabajadores y empresarios nacionales.
En ese arpegio sensible quizás está la principal fortaleza de este proyecto.
Desde tiempos lejanos, se sabe que contra la sensibilidad y las convicciones no hay Apocalipsis que valga.
“Quizá llegó el momento de una profunda interpelación a la sociedad”, agregó Cristina. “Que se anime a ver sin que otros le muestren, de ver más allá de lo que nos quieren mostrar; allí está la verdadera inteligencia y capacidad de una sociedad: poder mirar más allá de lo que te muestran, desde tu propia cabeza, con tus propias neuronas, con tus palabras y con tus oídos”
En su mensaje celebró la rebelde participación de los jóvenes que “vuelven a acercarse a la acción transformadora de la política porque son los que naturalmente interpelan a la sociedad y al mundo”.
Auguró un pronto recambio generacional y manifestó sus esperanzas en este momento político, económico y social que estamos viviendo.
“En este proyecto de inclusión entran todos, aún los que no están de acuerdo”, finalizó la Presidenta.
Quién más lo sabe, es uno de sus artífices, Alberto Balestrini.
Un militante ejemplar de toda la vida.
Jorge Giles. El Argentino, 8 de abril de 2010
http://www.elargentino.com/nota-85475-El-Grupo-A-se-quedo-sin-quorum.html
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