LOS DESARMADEROS DEL PODER

No desarman autos para vender sus piezas.

Ellos desarman las palabras y las venden al mejor postor. Es decir, a las consultoras económicas y al monopolio mediático.

Copian todo lo que puedan robar de los ministerios, espían a los familiares de las víctimas de la AMIA; ellos son “la opinión pública” disparando contra las organizaciones sociales, los partidos políticos afines al gobierno, los artistas y los intelectuales, los organismos de derechos humanos, los trabajadores, los empresarios nacionales.

Hoy la cueva ha saltado por el aire. Fueron descubiertos. Aleluya.

Ni Martínez de Hoz se escapará esta vez.

La Corte Suprema, parece, prepara la anulación del indulto con que Menem lo salvó.

La oreja mayor de la dictadura, tendrá que rendir cuentas por crímenes de lesa humanidad.

Los desarmaderos del poder van quedando a la intemperie.

No había pasado nunca en la Argentina.

Es un momento fundacional y no nos damos cuenta del todo.

Pase, vea y participe.

El Bicentenario está pariendo la verdad.

La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se defiende, como Juan Moreyra, contra la partida mendocina que la vino a secuestrar.

No podrán con ella. Ni aunque contraten fisgones en la tienda de retazos, mano de obra desocupada, incluida.

Los allanamientos dispuestos por el Juez Bonadío, a partir del arresto del “presunto” espía, Roberto Larosa, incluyen a las consultoras que “presuntamente” compraban las piezas de datos robados “presuntamente” del Ministerio de Economía.

Dice el rumor de la calle, que en pocos días más, la palabra “presunto” puede pasar al olvido. Y a la sombra.

Ahí va la lista de los famosos y mediáticos bajadores de línea económica que fueron allanados:

Carlos Melconian, (el preferido de Menem, de De Narvaez y de Macri); Roberto Lavagna, ex ministro y director de la fundación Ecolatina; Miguel Angel Broda, ícono del neoliberalismo, pasado y presente; Orlando Ferreres; la poderosa fundación FIEL.

La democracia se hartó de la ficción y del engaño y la dio vueltas como a una media, dejando ver las huellas de los robos con guante blanco.

Se veía venir.

Una oposición que carece de pensamiento propio, debió salir a buscarlo a los pasillos del gobierno. Sólo que lo hicieron cuando se apagaron las luces.

Si lo hubieran pedido de día, como corresponde, quizá lo hubiesen conseguido legalmente. Pero evidentemente, no está en sus genes la legalidad democrática.

Ahí anda Cobos haciendo de las suyas por el mismo carril del desatino anticonstitucional.

Sigamos.

Perón vuelve a la CGT esta tarde. En el recuerdo de los trabajadores y en la significancia de un acto profundamente político donde hará uso de la palabra Néstor Kirchner.

Primero se reunirá con el Consejo Nacional del Partido Justicialista y luego lo hará con todos los Secretarios Generales, encabezados por Hugo Moyano; serán muchos los trabajadores que acudirán a saludarlo.

Antes, en la Casa de Salta, tendrá lugar la jornada de elaboración de una propuesta de Coparticipación Federal con gobernadores y dirigentes políticos del oficialismo.

Decía Perón en el Salón Felipe Vallese de la CGT, el 30 de julio de 1973:

“Los grandes problemas políticos son la defensa de nuestros recursos naturales y la producción de alimentos para alimentar al mundo; va a llegar un día que el hombre se va a quedar sin tierra, sin aire, sin agua…los pequeños problemas políticos frente a estas acechanzas del futuro inmediato ¿qué importancia pueden tener? Son asuntos pequeños y gallináceos que andan a ras de suelo…por eso dije que el año 2000 nos encontrará unidos o dominados”

Pareciera que hablara hoy mismo, cuando la política se debate en otra hora crucial, poniendo al desnudo la red de traficantes de mentiras que operaba en nombre de “la gente”.

Los que vuelan bajo, seguirán en las trincheras que les prestará el monopolio mientras les sean útiles. No aprenden más:

Hablan y espían mirando al suelo, mientras la gente de verdad, el pueblo, vuela libre en otras alturas.



Jorge Giles, El Argentino, 27 de abril de 2010
http://www.elargentino.com/nota-88273-Los-desarmaderos-del-poder.html