Los diarios
del domingo nos dejan dos certezas:
El Estado
democrático decidió avanzar sin dilaciones para que se cumpla la Ley de medios
y el Grupo monopólico Clarín decidió resistir.
De cómo
resulte esta puja final dependerá el curso de los próximos 50 años de historia
nacional.
Mira lo que
te digo.
Si cabían
dudas sobre la templanza de Martín Sabbatella en estos días que corren luego
del fallo de la Corte Suprema, habrá que repasar sus declaraciones sobre los
objetivos que propone la AFSCA en los próximos días.
“No vamos a
esperar ni un minuto, porque ya se perdieron cuatro años y es una deuda de hace
treinta años”, dijo ayer.
En la otra
orilla, la corporación cava sus últimas trincheras sobre el agua.
Como si el aislamiento se les tornara crónico.
Como si no
dieran cuenta que la Corte ya falló y no hay nada más para discutir.
Como si el
papelón que hicieran Morales Solá y Magdalena Ruiz Guiñazú ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos no les alcanzara para comprender que se han
quedado en bolas y a los gritos en su necedad de defender la validez del
monopolio en un país que se libera paulatinamente.
Podrán
hacer de cada editorial un arsenal de odios y resentimientos.
Podrán
comerse sin sal fina ni aderezos su propia liviandad de negar la realidad.
Podrán
seguir pataleando y seguir insultando a los cuatro vientos contra el gobierno
de la democracia.
Pero no
pudieron ni podrán torcer la voluntad del Estado democrático de avanzar
recuperando derechos.
De eso se
trata esta definición contra reloj que ya está en marcha.
La
oposición política es un alma en pena.
Binner,
Macri, Carrió, Solanas y Massa fueron en auxilio del que se quedó sin llantas
ni papeles en medio de la ruta impune de una democracia tutelada que ya fue.
Lea las
noticias de estos días y consérvelas para repasarlas cuando vuelva a votar.
Lea cuan
miserables se muestran con la Presidenta mientras ella recupera fuerzas para
volver al timón.
Lea cuántos
días llevamos conducidos por su impronta en medio de su ausencia y con su
equipo gobernando en la Casa Rosada de sol a sol.
Esta semana
se cumple un mes con la ausencia de Cristina.
Y la
fortaleza de la gestión se mostró y se demostró precisamente en estos duros
días de ausencia.
¿Hubo
alguna corrida exitosa? ¿Hubo algún temblor siquiera? ¿Hubo algún desvarío?
Pobre
Binner. No sabe bien por qué puerta salir. Como De la Rúa.
Lo cierto
es que todo está por suceder en estos días.
Que la
derecha mediática no se mortifique más desvelándose por saber si habrá o no profundización
del proyecto nacional y popular.
Cristina
está volviendo.
Y su
regreso será el primer paso hacia la profundización del modelo de país
inclusivo.
El Argentino, lunes 4 de noviembre de 2013
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