El mismo día
que los nuevos ministros designados por la Presidenta Cristina Fernández de
Kirchner prestan su juramento de
asunción, nuestra nación recuerda una de sus batallas más heroicas y decisivas:
la Batalla de la Vuelta de Obligado.
Repasemos la
historia brevemente.
El 20 de
Noviembre de 1845 la flota armada más poderosa del planeta, la escuadra
colonial de Inglaterra y Francia, avanzó prepotente sobre el río Paraná para
proclamar a los cañonazos que los ríos interiores no eran argentinos, sino ríos
“libres” por los que podrían ingresar cuantas veces quisieran para
comercializar sus productos industriales.
Desde el
continente americano, en ambas orillas del Río de la Plata, la oposición
unitaria a la Confederación comandada por el Brigadier General Don Juan Manuel
de Rosas, expresaba sin pudores ni verguenzas, su decidido apoyo al invasor
europeo y su agrio repudio al gobierno
criollo.
En la Vuelta
de Obligado, allí cerca de San Pedro, provincia de Buenos Aires, nuestras
tropas al mando del General Lucio Mansilla, resistieron heroicamente la
invasión, cruzando canoas y cadenas sobre el río que aunque no impidieron el
avance, hicieron que poco tiempo después los
colonialistas tuvieran que retroceder hasta reconocer cuatro años más tarde la
soberanía argentina sobre nuestros ríos.
El General
San Martín legó a Rosas su sable de Libertador por esta heroica Batalla a la
que consideró tan decisiva para la Patria como el Cruce de Los Andes que él
protagonizó.
Repasemos
nuevamente:
De un lado
estaba el imperio de la época con su afán de dominación bajo la bandera del
libre mercado y los opositores de cabotaje apoyándolos; del otro, un gobierno
nacional y popular, los valientes soldados argentinos y el Padre de la Patria, con su apoyo moral.
Decíamos
antes que hoy juran los nuevos ministros y funcionarios de un gobierno que se niega
a emplear las recetas del ajuste que propone “el mercado” porque sabe que los
únicos ajustados siempre son los trabajadores y la clase media.
Entonces, pase
y compare. La historia transcurre entre nosotros, no como repetición, sino como
vivencia.
Vea sino.
Hay
potencias financieras que impulsan el ajuste neoliberal. Mire la vieja Europa.
Hay
opositores capaces de colgarse de las faldas de una embajada o de la OEA o del
FMI antes que apoyar patrióticamentea su propio gobierno. Mire a Morales Solá y
al Grupo Clarín.
Hay
opositores capaces de banalizar el horror del Holocausto con tal de injuriar a
los funcionarios de la democracia. Miren a Macri y Carrió.
Ya no está
San Martín para legar su sable, pero hoy no le faltarían destinatarios a
quienes poder honrar.
La patria vive.
Y Cristina volvió.
El Argentino,
miércoles 20 de noviembre de 2013
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