De todos los
dinosaurios encontrados en el subsuelo del Edificio Cóndor de la Fuerza Aérea, uno está
vivito y coleando: Papel Prensa es su nombre.
El país se
sacude con el hallazgo del mayor archivo de la dictadura anunciado ayer por el
ministro de Defensa, Agustín Rossi.
Algunos se
emocionan. Otros, ponen las barbas en remojo.
Si la
política de Memoria, Verdad y Justicia inaugurada por el Presidente Néstor
Kirchner y profundizada por Cristina fuese
un árbol de pie, hoy estaría cargado de flores y de frutos y de un follaje tan esperanzado
como la primavera.
Y el país se
sacude en estos días con el fallo de la Corte Suprema de Justicia declarando la
constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, con la
firmeza y claridad del Estado democrático en hacer cumplir la Ley de inmediato,
con la decisión del monopolio Clarín de aceptar cumplir con lo que obliga la
Ley y con el hallazgo del valioso
archivo oculto de la dictadura.
Todo ocurre
ahora.
El paso dado
por la corporación mediática supera los aviesos fines que, sospechan algunos, tiene el grupo de Magnetto.
Pero los dinosaurios
que durante una vida ningunearon al Estado o se sirvieron de él para
enriquecerse y marcar la agenda
cotidiana, ayer sacaron número en la mesa de entradas del AFSCA, es decir del
Estado democrático, para presentar la prolongación de su plan de adecuación.
Ahora viene
la fase de la sintonía fina, es decir, peritar los bienes que se ponen en
juego, investigar sobre el alcance de la presentación empresaria, laudar sobre
su validez legal y varias cuestiones más.
La
adecuación de Clarín significa en términos históricos que vinieron al pie de la
ley y el derecho como cualquier hijo de vecino.
En esta
democracia manda el pueblo y el Estado que lo representa.
Se acabaron
las tutorías de facto.
Volvamos al
hallazgo de los dinosaurios.
El anuncio
realizado por el ministro Rossi muestra
el trasfondo más oscuro de la dictadura y lo que es peor, su continuidad a
través de los poderosos socios civiles que supieron tener los genocidas.
Más allá de
las abominables “listas negras” de los dignos artistas populares, del tratamiento comunicacional perverso y
siniestro sobre los desaparecidos, hay que prestar mucha atención a la
documentación que liga a los bancos privados con la dictadura.
Y más allá
de todo eso, prestar mucha atención al caso Papel Prensa.
Resulta ser
que está documentado que la dictadura analizaba y ejecutaba acciones para con
la empresa a la par de la detención de la familia Graiver, la propietaria
genuina.
La historia
que escribe nuestro pueblo se vale de sus dolores.
Que la
justicia se valga de las cuentas pendientes.
El Argentino, martes 5 de noviembre de 2013
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