Lo
increíble está sucediendo.
Ni a García
Márquez se le hubiese ocurrido retratar el ocaso final de la vejentud colonizada
de la oposición juntando a Pino con Carrió, a la derechista Fundación Libertad,
la de Aznar y Macri con un Hermes Binner ovacionado allí cuando dijo que “el
Estado no necesita producir nada sino dar reglas claras al productor” y terminando
el retrato con la imagen patética de los legisladores del PRO y sus aliados en
el Grupo Clarín aferrándose a las faldas de Colón y pateando la memoria de nuestra
Juana Azurduy.
Ellos tan
colonizados; tan Azurduy nosotros.
Es que la
oposición dirigida por TN y Clarín no sólo se quedó sin proyecto político; se
quedó sin vergüenza que es peor.
Desde el
2003 hasta acá no hubo ninguna coalición opositora que se haya mantenido en
pie. Ninguna. Todas se rompieron, se fragmentaron, se perdieron, se dividieron.
¿Y así
quieren gobernar el país?
Si no son
capaces de mantener la unidad de su propia fuerza partidaria menos podrán
mantener la unidad del país.
Pero pasan otras
cosas mientras tanto.
Arrancó la
Campaña Nacional “Mirar para Cuidar”, con mucho apoyo de la población. Son
miles los voluntarios de organizaciones políticas, sociales y de jubilados que
supervisan el cumplimiento de los precios congelados de 500 productos en
comercios de varias ciudades del país.
En algunos
casos, cuando la gente veía el ingreso de jóvenes con chaquetas que en su
pechera decían: “Miramos los precios” y en su espalda la frase: “Para cuidar tu
bolsillo”, aplaudían y agradecían la presencia de los militantes.
No se
reportaron incidentes. Por el contrario, esta expresión de democracia
participativa demuestra que estamos viviendo realmente una nueva etapa en la
Argentina. Estos auxiliares del Estado comunican luego el resultado de su
trabajo voluntario a la Secretaría de Comercio Interior, que encabeza Guillermo
Moreno y finalmente es el Gobierno el que adopta las medidas que considere
pertinentes.
Es sin
dudas, un salto formidable en nuestra cultura política, en la convivencia
social y en la solidaridad comunitaria. Se trata de cuidarnos juntos y una
bella forma de interpretar el paradigma que expresa la definición de Cristina
de que la Patria es el otro.
Y de nuevo
la oposición, perdida como perro en cancha de bocha, oponiéndose a una medida
que les hubiese permitido, con un poquitín de inteligencia y generosidad,
participar del lado de la gente, cuidando el precio de la leche, la carne, las
bebidas, la fruta y la verdura, los artículos de limpieza y perfumería.
La política
sirve para esto o no sirve para nada.
¿O será que
la oposición está para cosas más “importantes” y no nos dimos cuenta?
El Argentino, lunes 3 de junio de 2013
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