Llegaron a media mañana al Mercado de Hacienda de Liniers.
Acostumbrados a prepotear, dijeron que iban para garantizar que
se cumpla el lockout ruralista.
Los trabajadores abrieron las tranqueras que los separaban
de Eduardo Buzzi de la Federación Agraria y de los otros patrones de la
Sociedad Rural y de CRA y les señalaron la puerta de salida para que se vayan inmediatamente.
Algunos les gritaban respetuosamente:
“¡Fuera bicho!”. “Somos laburantes y no oligarcas como ustedes”.
“Nos están privando de trabajar y ellos se están llenando de
plata”, dijo el Secretario General del gremio, Fabián Ochoa y agregó: “no dejan
venir la hacienda, pero aunque en TN decían que va a escasear, los frigoríficos
están abarrotados de carne”.
Increpando a Buzzi expresó: “No sé por qué lo dejaron pasar,
el no es funcionario del Mercado para entrar cuando quiere”. Y para que no
queden dudas del sector que representa, dijo Ochoa: “Nosotros no podemos
facturar por un paro que es patronal, por propios intereses de ellos; esta
semana no vamos a recibir hacienda por el paro que están haciendo ellos que se
llenan de plata y no la están pasando mal”.
Un día antes las autoridades del Ministerio de Trabajo de
Entre Ríos encontraron trabajando en un
establecimiento rural de la provincia a una familia de peones en condiciones
infrahumanas.
Un matrimonio y sus cuatro pequeños hijos fueron encontrados
viviendo entre lonas y sin los servicios básicos de sanidad y agua
potable.
La justicia investiga los delitos que se cometieron por
parte de los dueños y encargados del predio. Desde trata de personas y
esclavitud a trabajo infantil.
En Misiones sucedió algo semejante al detectarse trabajo
esclavo en establecimientos agropecuarios. Personal del RENATEA detectó personas trabajando en
condiciones infrahumanas durante cuatro inspecciones realizadas la semana
pasada.
“Seguimos encontrando invariablemente trabajo no registrado,
trabajo a destajo, trata de personas y trabajo infantil”, aseguró su titular,
Guillermo Martini.
En la Argentina se abrieron hace rato las tranqueras de la
iniquidad.
Ahora hay que atravesarlas para enfrentar, con la ley en la
mano, estas injusticias de las que nada dicen los miembros de la Mesa de Enlace
ni el Momo Venegas.
Cuando hoy los ex Combatientes de Malvinas reclamen a la
Justicia que acelere las causas por torturas durante el conflicto con Gran
Bretaña, estarán dando un gran ejemplo: se puede abrazar una causa justa sin
encubrir a los genocidas que participaron en la guerra.
Todo es así en estos días.
La sociedad debe seguir empoderándose, como dijo Cristina.
La Argentina, el país que más crece en la región, merece
vivir en paz consigo misma.
El Argentino, martes
18 de junio de 2013
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