Nos hubiese
gustado dedicar nuestra columna a los logros de la década ganada y a los
anuncios presidenciales de ayer y a la recuperación del Belgrano Carga y el Tren
de la Costa, por ejemplo.
Nos hubiese
gustado hablar del crecimiento sostenido de la economía, de la distribución más
justa del ingreso, de la nueva planta que inauguró YPF, del Hospital “Néstor
Kirchner” inaugurado en Haití con los países hermanos de la UNASUR.
Nos hubiese
gustado repasar los datos brindados por Cristina sobre los salarios de los
trabajadores y las jubilaciones que perciben nuestros abuelos y abuelas.
Nos hubiese
gustado saborear la noticia de que el salario mínimo, medido en el
billete verde que tanto desvela a la derecha furiosa, es de 544 dólares mientras
que el salario medio es de 1.351 dólares. Y que la jubilación mínima es de 408
dólares en la Argentina, 355 en Brasil y 298 en Chile. Y que la jubilación
media es 538 dólares aquí, 416 de Brasil; 348 en Uruguay y 344 en Chile. Y que
la Asignación Familiar mensual es de 68 dólares y en Brasil 31 dólares, en Perú
29; en Uruguay 24; en Paraguay 19 y en Chile 16.
Nos hubiese gustado hablar de todas estas cosas, siempre.
¿Saben porqué? Porque los grandes medios del país ocultan la
verdad de estos datos todo el tiempo y los gansos ya no saben qué decir para
llamar la atención de la audiencia de TN y de Clarín y La Nación y quemarnos la
cabeza con agravios y desánimos, sin importarles un pito lo que viene
sucediendo con el país real de los argentinos.
Por eso hablaremos del Mal bicho opositor que afirma que, como en la Alemania nazi de Hitler, hoy persiguen
a judíos, comunistas, gitanos, homosexuales, negros y prostitutas por las calles
de la Argentina democrática que supimos construir.
¿Dónde, cuándo, cómo?
El señor que dice esto no es un opositor descarriado,
equivocado y obnubilado sólo por las luces de Magnetto.
Es un Mal bicho y punto.
Sabemos de dónde viene esa línea editorial. Lo leímos en La
Nación hace pocos días. Lo dijo antes Carrió. Mostró en imagen espejada la
cartelera del PRO con la Presidenta y sus ministros colgados en la horca.
Expresa Lanata los domingos destilando odio y fomentando violencia.
¿Qué les pasó? ¿Por qué están tan rabiosos? ¿Están acaso
provocando un estallido para cuando se acabe la paciencia de este pueblo manso?
Esperen tranquilos: nadie saldrá a decirles que “el pueblo
hará tronar el escarmiento”. Aprendimos que el escarmiento, al fin y al cabo,
siempre lo sufrieron los trabajadores; nunca los gansos ni los dueños del
poder.
Una sugerencia a ese Mal bicho:
Si son expertos en la receta de “enfriar la economía”, enfríen
un poco esa calentura que les provoca que ahora el pueblo esté feliz.
El Argentino, miércoles
5 de junio de 2013
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