Mañana
vence el plazo para presentar las alianzas partidarias que competirán en las próximas
elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias.
Diez días
después, el 22 de junio, se deberán presentar ante la Justicia electoral las
listas de candidatos de esas alianzas.
Que nadie
lo dude: las PASO vienen marchando a paso de vencedores.
¿Dónde
quedó la oposición que aseguraba estar predestinada para ser la superación de
este ciclo kirchnerista que, según ellos, se estaría terminando?
¿Cuáles son
las alianzas y cuáles sus programas?
¿Dónde
quedó la progresía iluminada con su potente luz alumbrando el camino a incautos
como nosotros?
¿Dónde está
la derecha unificada?
¿Se
presentará Magnetto como Berlusconi en Italia?
“La patria
es un peligro que florece”, decía Leopoldo Marechal, el escritor y poeta que
nació un día como hoy en 1900.
Quizá la
historia de la patria siempre haya sido así.
En esta
década que transitamos juntos, como pueblo y como nación, supimos atravesar
el peligro con el que amenazaban las
corporaciones locales, las multinacionales, el extinto ALCA, la patronal rural.
Y la verdad
que tan mal no nos fue en la superación del peligro.
Superamos
la garra imperial de Bush, el desabastecimiento de la vieja y la nueva
oligarquía, las 1500 tapas adversas de Clarín y sus asociados, las varias corridas
cambiarias, las mil y una operaciones de Lanata. Y crecimos y lo hicimos
juntos, sin renunciar un milímetro al proyecto de país inclusivo que inició
Néstor Kirchner y continuó Cristina.
“El miedo
sólo sirve para perderlo todo” dijo alguna vez Manuel Belgrano y la verdad sea
dicha: este pueblo que somos ha perdido el miedo.
Ahora bien,
del otro lado del camino los opositores ofrecen otros peligros que también
conocimos en carne propia los argentinos, allá en la antigüedad, antes del 2003.
El peligro de la ingobernabilidad, de la mediocridad en la gestión, el peligro
de tener una bolsa de gatos gobernando sin proyectos, sin modelos, sin destino.
Y ya sabemos cómo termina eso: con un helicóptero levantando vuelo desde la
Casa Rosada y un tendal de muertos, heridos y millones de hambrientos en las
calles desoladas de la patria herida.
El peligro
de la patria de Marechal, vale la pena.
El de los
opositores, nunca más.
El gobierno
mientras tanto, gobierna. Inaugura obras, como ayer lo hizo la Presidenta en
Santa Cruz, Santiago del Estero y Chaco. Resuelve cada frente de tormenta con
la mejor gestión posible. Denuncia al imperio de Cablevisión. Promueve la
democratización de la justicia.
Cristina
abrevió así su programa de gobierno:
“Voy a
enfrentar todo lo que venga con tal de dejar un país organizado”
De eso se
trata.
El Argentino, martes 11 de junio de 2013
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