El paro opositor de hoy es un sabotaje contra el sentido
común de los argentinos.
Convengamos que en esta democracia cualquiera puede hacer de
su rabo lo que con su rabo quiera hacer. Pero cortar el transito, las rutas, el
transporte aéreo, los bancos, la recolección de basura, alentados por su
verdadero mentor, el monopolio mediático de Magnetto, es sabotear la esperanza
de un pueblo que crece en medio de un mundo que se cae.
Ejerzamos el derecho de expresar nuestra indignación y reflexionemos
juntos:
¿Quiénes son los que paran hoy?
Moyano, Barrionuevo, Venegas, Buzzi, la Sociedad Rural, Micheli…
¡Qué yunta!
¿Quiénes son los referentes políticos de los que paran?
Hermes Binner, Mauricio Macri y Héctor Magnetto, el zar del
Grupo Clarín.
¿Por qué dicen que paran?
¿Por el salario mínimo, por la Asignación familiar, por la
jubilación y contra el cobro del Impuesto a las ganancias?
Mentira; son excusas.
*El salario mínimo, vital y móvil argentino es el salario de
mayor poder adquisitivo de toda Sudamérica. Lo afirman organismos
internacionales y nacionales. Lo reconocen amigos y enemigos del gobierno.
*En la Argentina está en plena vigencia la Asignación
Familiar por Hijo para todos los empleados registrados del país mientras que aquellos
que aún no tienen empleo registrado, disponen de los beneficios de la
Asignación Universal por Hijo, que es la política de inclusión más importante
de toda América Latina.
*Ningún gobierno hizo tanto por los jubilados como los
gobiernos de Néstor y Cristina. La movilidad jubilatoria no sólo garantiza el
doble aumento del haber anual sino que la suma supera gradualmente el costo de
vida.
O sea. En este país nadie está desprotegido.
*El mal llamado Impuesto a las ganancias es en verdad el
impuesto a los ingresos que existe en todos los países. Y en la Argentina, su
cuota es proporcional al ingreso percibido. La Presidenta anunció recientemente
que el próximo aguinaldo se cobrará íntegramente ya que no se descontará este
impuesto y adelantó, además, que a partir del 2013 será parte de los ítems a
discutir en paritarias, en el marco de la política salarial.
Visto está, entonces, que estos sindicalistas no tienen
argumentos reivindicativos para parar. Y por eso no paran: sabotean que es
distinto.
Crece el empleo y la producción. Crece la clase media. Crece
el poder adquisitivo y el consumo interno.
Baja la desigualdad, el desempleo y la pobreza. Y baja el nivel
de credibilidad de esta dirigencia opositora.
Intentan causarle un daño a la sociedad atacando al gobierno
que hizo de la defensa de la soberanía una de sus principales banderas.
Por eso el sabotaje es hoy: el Día de la Soberanía Nacional.
El Argentino, martes 20
de noviembre de 2012
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