Da un poco
de escalofrío escuchar a Magneto.
Pero hay
que hacerlo.
Y habría
que celebrar, incluso, que podamos escucharlo colectivamente.
Les vendría
bien a los infantes que confunden a un gobierno de la democracia con el verdadero
poder.
Sabrían de
una vez, suponiendo que aún no lo saben, que ese que habla es un hombre del poder
en su múltiple expresión.
El poder
económico, financiero, mediático, terrateniente y trasnacional.
El poder de
arrancar el día imponiendo una agenda.
El poder de
dominar el mercado del papel para la prensa.
El poder de
unificar y disciplinar con un discurso único a la oposición política sindical a
través del monopolio mediático que preside.
Ese poder
no va a elecciones. El que gobierna, sí.
¿En qué
punto del camino estamos hoy?
Se
descubrieron las guaridas y los rostros de los jueces y políticos amanuenses
que representan a ese poder, por un lado.
Y por otro,
la democracia construyó su propia fortaleza.
Esa es la
gran noticia del siglo: que la democracia se las arregla bien, solita, para
defenderse y para avanzar con su proyecto de país inclusivo.
La
oposición política parece sellar definitivamente su destino al lado del poder.
Con una
curiosa paradoja: mientras Clarín se niega a desinvertir y descentralizar sus
medios, la oposición sí desinvierte el poco capital histórico que les queda,
sin vergüenza alguna.
¿Tanto
miedo le tienen a un poder que tiene fecha de vencimiento?
La semana
culmina llena de logros y buenos augurios.
La ley del
voto a los 16 nació como debía nacer: sin caretas.
Con el
socialista Jorge Rivas dando un ejemplo de entera humanidad.
Con el
diputado Andrés Larroque diciendo sus verdades dignamente.
Con algunos
legisladores admitiendo que se fueron del recinto para que caiga el quórum.
La ley del
Presupuesto 2013 también está aprobada.
Esto quiere
decir que están aseguradas las partidas para sostener el trabajo, la
producción, el consumo, la educación, la salud, la vivienda, el crédito.
Además, el
Secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, presentó un pronto despacho
para que la Causa Papel Prensa, la empresa apropiada por la dictadura cívico
militar y entregada luego a Clarín y La Nación, avance en la justicia con la
velocidad que amerita una causa por genocidio.
En un país
donde los derechos humanos son una política de Estado, no se entiende esta
lentitud judicial más que por la sospecha de la complicidad.
Por último,
las palabras de la Presidenta, ayer, son uno de los trazos más significativos de
la semana que se va.
“Nos
levantamos y hay argentinos que tienen más derechos que el día de ayer. Así que
tenemos que festejar”, afirmó Cristina.
Era hora. Un
día tenía que suceder.
El Argentino, viernes 2 de noviembre de 2012
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