Terminamos octubre
y arrancamos noviembre con una semana cargadita de logros y buenos augurios,
así como empezamos otra que promete ser movidita y aleccionadora de la nueva
época que vivimos.
Si el
cacerolazo convocado por Macri, Barrionuevo, Cecilia Pando, Bullrich, Eduardo
Amadeo, Moyano, Carrió, De Narváez y los desconocidos de siempre, alcanza,
supongamos, a juntar un millón de almas en las calles, será una prueba absoluta
de la democracia plena que vivimos en la Argentina.
En las
dictaduras, como se recordará, están prohibidas las reuniones de tres o más
personas.
Y si
resulta un fracaso, no será culpa de la democracia, sino de la escasa
representatividad de los convocantes.
Planteadas
así las cosas, vale caracterizar correctamente la sombra exasperada que se
moverá el próximo jueves.
Se deshizo
en este tiempo el mito de que era “la clase media inconforme” la que se
movilizaba. Llegaron al colmo de decir, incluso, que una porción de
“kirchneristas disconformes” se sumaban con sus cacerolas.
Digamos la
verdad: la derecha conservadora argentina, el sector más reaccionario de la
sociedad, es una sombra sin cuerpo. Y es esa sombra la que se movilizará. No
están pensando en construir una alternativa política democrática al proyecto
gobernante, lo que sería plausible. Por lo que aprecia en el guión expuesto por
las redes, quieren limarle las patas al gobierno y provocar su derrumbe, su
retirada, su rendición.
De la
política, de la democracia y de la república que se hagan cargo otros,
parecieran decir.
El odio
visceral y reaccionario que demuestran no es propio de las clases medias, sino
de las patrullas perdidas del privilegio.
De todos
modos habrá que estar atento a cualquier desborde de abstinencia golpista.
Algunos de los convocantes portan cacerolas hoy, pero batieron los tambores de la
guerra durante la dictadura.
Adelantamos
el curso de acción que seguirán en estos días:
*Se
victimizarán como lo hicieron siempre. Ellos son los victimarios en nuestra historia
larga y corta como país, pero acusan y condenan a las víctimas como si fuesen
culpables.
*Se pondrán
el traje de republicanos para mentir que el gobierno ataca a la justicia. Justo
ellos que manejaron a su antojo los tejes y manejes del partido judicial
durante siglo y medio.
*Inventarán
“divisiones internas en el oficialismo”, atacarán a La Cámpora y Unidos y
Organizados en el vano intento de escindirlos del universo peronista, nacional
y popular. Vieja táctica gorila.
No hay nada
nuevo bajo el sol en esas orillas.
Lo único y
maravillosamente nuevo es esta democracia fecunda y alegre, con el voto de los
jóvenes a los 16 y con la construcción colectiva del 7D.
Allá vamos.
El Argentino, lunes 5 de noviembre de 2012
* Columna dedicada al triunfo del FPV en Las Parejas, Santa Fé
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