El juez
buitre golpeó el martillo sobre su escritorio y nos declaró culpables de argentinidad.
Era la
madrugada neoyorquina cuando el juez graznó:
¿Qué es eso
de llamarse soberanos en un mundo interdependiente?
¿Qué es eso
de afrontar sus deudas con leyes y decisiones que decide un mero Parlamento y
un mero gobierno nacional por fuera del marco impuesto por el orden financiero global?
¿Qué es eso
de permitir que un país subdesarrollado desconozca lo establecido por las
buenas costumbres universales según las dicta el Banco Central Europeo y el FMI?
¿Qué es eso
de privilegiar el empleo, la educación, la salud, el alimento y la vivienda de
los nativos antes que cumplir con las deudas contraídas con bonistas extranjeros?
El juez Griesa,
de los EE.UU., parecía decirle a la Argentina toda: Al que quiera celeste que
le cueste.
La
Argentina supo ser el mejor alumno para tipos como el juez Griesa y los oscuros
y mal olientes intereses que defiende.
Fue cuando
el país se abría generoso ante los fondos buitres y clausuraba a cambio su
propia dignidad.
Fue cuando,
en democracia, Menem y Cavallo aceleraron el remate de nuestra soberanía tal
como quisieron los dictadores en tiempos de Martínez de Hoz.
Esta
Argentina que arrancó gobernando Néstor Kirchner en el 2003 y hoy continúa su rumbo
con Cristina es, en consecuencia, el peor alumno para tipos como el juez
Griesa, para los fondos buitres, los organismos financieros internacionales y
los piratas chantas de esas asociaciones ilícitas autodenominadas
“calificadoras de riesgo”.
Esta vez se
han metido en problemas.
Porque los
buitres son, por naturaleza, carroñeros.
Cuando nos devoraban
éramos el cuerpo malherido de una Argentina mancillada desde adentro y desde
afuera, allá por el 2001 y 2002.
De cómplice
lo tenían aquí a Domingo Cavallo abriéndole las cajas de los bancos y de
nuestras reservas y de nuestros ahorros.
Primero con
Menem, luego con De la Rúa.
Pero en
esta Argentina de hoy, al mismo tiempo que Cavallo es pieza de museo, el país
tiene un superávit comercial que creció 24% en los primeros diez meses del 2012,
con un intercambio comercial que en lo que va del año acumula un superávit de 11.527
millones de dólares.
¿Sabrán que
nuestro principal socio comercial es el MERCOSUR con el 31% de las
exportaciones y el 29% de las importaciones, con un saldo comercial positivo de
348 millones de dólares?
Estos
buitres que defiende Griesa son los que tienen de rehén a la Fragata Libertad.
Están
atacando a la Argentina, no sólo a su gobierno.
Y como en
los grandes momentos históricos, cada cual elije de qué lado estar.
O estás con
la patria o con los fondos buitres.
¿Qué parte
no se entiende?
El Argentino,
viernes 23 de noviembre de 2012
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