Noviembre
se despide a toda orquesta y con bandas de sonidos para todos los gustos.
Entramos
desde hoy a transitar la última curva antes del 7D.
Quizá la
nota distintiva de este mes fue la derrota de las posiciones conservadoras y
reaccionarias que aún anidan en algunos bolsones de la sociedad.
En
consecuencia esto significa la victoria de lo nuevo sobre lo viejo; para
decirlo en términos de categoría histórica.
La última
semana del mes condensa lo peor y lo mejor de este tiempo de transformaciones.
Lo peor fue
la denuncia penal del Grupo Clarín contra periodistas y funcionarios del
gobierno democrático y el fallo del juez Griesa de los EE.UU. exigiendo al
gobierno argentino pagar a los fondos buitres.
Pero lo
peor de lo peor fue el silencio cómplice de los opositores ante estos dos
hechos lesivos contra la democracia y contra la Argentina toda.
Mostraron
la hilacha.
Como si no
bastara este maridaje entre los opositores políticos y el monopolio mediático, en
franca resistencia a cumplir con la ley de medios.
Como si no
bastara el odio revanchista de los caceroleros más furiosos.
Como si no
bastara la cadena del desánimo permanente, ahora se sumó la jerarquía de la
Iglesia Católica.
Repasemos los
conceptos de este sector religioso y comparémoslos con la realidad efectiva que
vivimos día a día.
¿En qué
país viven?
¿Nada
tienen que decir los obispos sobre el pibe que ahora tiene sus vacunas y su
escuela y su netbok y su Asignación Universal?
¿Nada mejor
para decir sobre la reparación de derechos con el matrimonio igualitario y la
ley de medios?
¿Nada que
decir contra la afrenta a nuestra soberanía expresada en el amarre ilegal de
los fondos buitres a nuestra Fragata Libertad?
¿Nada que
decir sobre el juicio a los genocidas de la Ex Esma que torturaron,
desaparecieron y arrojaron vivos al mar a miles de argentinos durante la
dictadura cívico militar?
¿Nada bueno
que decir de esta juventud que nos enorgullece?
Tranquilos.
Por que lo
mejor es que esta vez las mayorías aprendieron de su propia historia y no caen
en provocaciones.
Esas
mayorías sostienen, alegres y esperanzadas, a un gobierno que anunció una nueva
etapa en la construcción de viviendas familiares del Plan Procrear.
Esas
mayorías se identifican con una Presidenta que pide cadena nacional, como lo
hizo ayer, para anunciar nuevos puestos de trabajo, aumentos en las
jubilaciones, en el salario mínimo y que dice que “los buitres y los
caranchos no sólo están afuera; también lo están adentro y a veces se lanzan
contra el Estado”.
Con todo
respeto: ¿Ustedes de qué lado están?
Es cierto
que hay dos bandos irreconciliables.
El del amor
y el odio.
Eso sí: cada
uno elije su lugar.
El Argentino, viernes 30 de noviembre de 2012
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