El acto popular de ayer en Avellaneda, encabezado por la
Presidenta de la Nación y el Intendente Jorge Ferraresi, es una pintura exacta
del nuevo país de los argentinos.
Se sumaron todos los ingredientes para seguir creyendo: la
emoción, las obras, la presencia de los pibes y los trabajadores, la Argentina
profunda desde Purmamarca, Jujuy, Tres Isletas, Chaco y Florencio Varela y la
creciente inclusión social y la industrialización allí donde antes campeaba la
desesperanza y la exclusión.
Todo se hace posible con la voluntad de un pueblo y una
mujer que “labura de presidenta”, como dijo Cristina al finalizar su mensaje.
En un país como el nuestro donde las oligarquías pretenden
que los trabajadores no tengan historia para ser ellas las dueñas de los
diccionarios, como enseñaron Cooke y Walsh; donde los gurises de los barrios
pobres crecieron a la sombra de no tener escuela ni agua potable ni cloacas ni
hospitales; donde los que militan en el subsuelo de la patria no tenían quién
escuche el clamor de sus pueblos, el llanto de una madre, la soledad de un
padre; en un país como el nuestro, decía, era hora de hablar claro.
Lo hace la Presidenta y en la semana lo hicieron varios
ministros de su gobierno, como Julio de Vido, Abal Medina, Lino Barañao y
Alicia Kirchner.
“Este modelo político es de lealtades y de consecuencias, no
sólo vale el discurso de la lealtad sino que después hay actuar lealmente” dijo
De Vido y agregó: “La única forma de combatir la pobreza es redistribuir la
riqueza y cuando se produce eso vendrán los embates y dirán por ejemplo que no
queremos dialogar; lo que queremos es llevar a cabo un proceso de
transformación que la población votó, dando un firme respaldo de la
Presidenta”.
Y dijo más De Vido: “Hoy los municipios son visibles en la
Argentina, tenemos que trabajar en
unidad y dialogar sin claudicaciones con nuestras convicciones que no son
negociables”.
Fue en el acto donde se firmó una serie de convenios para la
ejecución de obras de infraestructura y telecomunicaciones para Catamarca, con
una inversión de 329 millones de pesos para la Red Federal de Fibra Óptica y
obras de infraestructura.
A su lado asentía cada concepto el titular del AFSCA, Martín
Sabbatella.
En un país como el nuestro hay que disputar la palabra palmo
a palmo para desmontar la desidia de los que quieren destruir lo conquistado.
Por eso, cuando hoy sale el agua de una canilla que no
existía, hay que decir que antes había allí una ausencia de derechos.
Esa es la tarea.
Para liberar la patria de la decadencia, como dijo Cristina,
hay que hablar y explicar cada conquista.
Es otra manera de construir nuevos diccionarios.
El Argentino, viernes
15 de marzo de 2013
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