Eran más de
las nueve y media de la mañana cuando el automóvil que lo trasladaba estacionó
frente a las puertas del Grupo Clarín.
Un enjambre
de periodistas, fotógrafos y cámaras se
arrojó sobre su figura preguntando al mismo tiempo qué esperaba encontrar, qué
venía a notificar, qué expectativas tenía.
El hombre
sonreía repitiendo amablemente que iba a charlar con ellos sólo después de
salir del edificio.
Una señora
muy elegante que pasaba por allí con un ramo de flores, preguntó extrañada:
“¿Quién es? ¿Será Mauricio? ¿O es Magneto?”
“Es Martín
Sabbatella” le respondió una chica que miraba la escena.
La guardia
pretoriana de Clarín custodiaba la entrada como si fuera a evitar una invasión
extraterrestre. Hasta que abrieron la puerta, después de preguntar al
funcionario para qué venía.
“Vengo a
trabajar”, respondió Sabbatella.
Dio
inmediatamente un paso y entró.
En ese
pequeño paso, estaba dando un gran salto para la democracia y la historia de
este pueblo.
Como dijera
Neil Amstrong al llegar a la luna. Ponele.
La ley de
medios entró a jugar en tiempo de descuento.
Triunfará
como lo viene haciendo desde que se construyó de abajo para arriba y de arriba
para abajo y todos los costados.
De las
bases a Cristina, de Cristina al Parlamento y de allí al territorio libre de la
palabra.
Esta
notificación que hiciera ayer el titular del AFSCA, simboliza ante el mundo que
cuando hay voluntad política de los gobernantes, la democracia puede vencer los
monopolios, por poderosos que sean.
No es
presuntuoso decir que es otra refundación de la Argentina la que estamos
viviendo en estos días.
Como lo
fueron la bajada de los cuadros de los genocidas, la Asignación Universal por
Hijo, Chau al ALCA, la construcción de la UNASUR y tantas otras.
Como un
farol que ilumina la noche, este paso también dejó ver al trasluz el descompás
de un momento histórico, por que horas después, el radicalismo visitaba a
Moyano para confirmarle que marcharán juntos el 19 de diciembre.
Unos, olvidarán
a los reprimidos en la Plaza.
Otros, a la
represión de su ex gobierno.
La
oposición se hunde en un desconcierto total, mientras el gobierno nacional
recupera dignamente la Fragata Libertad y la ley de medios de la democracia
continúa su marcha triunfal y la Presidenta se abraza emocionada con Susana
Trimarco, esa ejemplar mujer y la denuncia de Clarín contra periodistas y
funcionarios se extinguió por no existir delito y Kicillof aseguró que se
quintuplicó el crédito hipotecario por el programa de viviendas.
Si la
oposición no da siquiera un pequeño paso, el país inclusivo continúa dando
saltos a la luna.
Una luna que
ya habita entre nosotros.
El Argentino, martes 18 de diciembre de 2012
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