Esos tres vectores nos ayudan a ordenar el pensamiento.
*La multiplicación de las voces.
*La mirada ancha de América Latina.
*La reestructuración de la deuda que nos hace más libres.
Empecemos por el acto encabezado ayer por la Presidenta anunciando
un nuevo tramo en la política de comunicación del Estado.
Se demuestra allí que la defensa del cumplimiento efectivo
de la ley de medios de la democracia hace al modelo de nación que estamos
construyendo.
Lo expresó con elocuencia el ministro Julio de Vido.
Sugerimos la lectura completa de ambos discursos, por que
allí nos encontraremos con la mirada estratégica del proyecto de país inclusivo
en desarrollo, en los avances de la comunicación, en los nuevos canales de TV
satelital, en las radios comunitarias, en la libertad absoluta de expresión que
hoy gozamos.
Cada vez falta menos para que el secuestrado artículo 161 de
la adecuación, por parte del monopolio
Clarín y los jueces que lo representan, pueda ser definitivamente liberado.
Multiplicar las voces es multiplicar los panes. Y viceversa.
Avancemos.
El Secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, subrayó en
una conferencia que “América Latina está adelante del mundo en la solución de
los problemas”, instando a la organización de nuestros pueblos para sostener y
profundizar los procesos democráticos que protagoniza la región.
Sugerimos igual lectura de esa exposición.
Por que al mirar profundo en cada conversación, cada beso y
cada abrazo, como dice Milanés, vemos que mientras el viejo mundo se derrumba,
la Patria Grande camina con sus propios pies, sus propios pensamientos y sus
propios sueños.
Ya lo advirtió Alberdi cuando dijo, allá lejos y hace
tiempo: “El mundo viejo recibirá la democracia de las manos del mundo nuevo, y
no será por primera vez, para dar la última prueba de que la juventud tiene la
misión de traer las grandes innovaciones humanas”.
Avancemos.
Hoy se dará otro paso en el desendeudamiento estructural de
la Argentina.
Lo adelantó la Presidenta en el mismo acto.
Volvamos a Alberdi recordando un pasaje de sus “Escritos
Póstumos”:
“La dificultad no
consiste en saber cómo pagar la deuda, sino cómo hacer para no aumentarla; para
no tener nuevas deudas, para no vivir del dinero ajeno tomado a interés. Él
interés de la deuda, cuando es exorbitante y absorbe la mitad de las entradas
del tesoro, es el peor y más desastroso enemigo público. Es más temible que un
conquistador poderoso por sus ejércitos y escuadras; es el aliado natural del
conquistador extranjero”.
Con estos vectores, más la democratización de la justicia,
hoy nos vamos cantando:
Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
El Argentino, viernes
14 de diciembre de 2012
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