La
Presidenta de la Nación encabezó anoche la cena anual por el Día de la
Industria.
Más de 1500
empresarios batieron palmas y tenedores festejando el encuentro.
A metros de
la fiesta, los dinosaurios de Tecnópolis, esos que están allí para recordarnos
el punto de partida, dormían un sueño reparador de millones de años.
Me
imaginaba repartiendo de mesa en mesa una prosa de Immanuel Wallerstein, el científico
social que escribió recientemente:
“Hay un
poderoso llamado político a la austeridad…recortar las pensiones, la salud
pública, la educación y recortar también el papel que tienen los gobiernos en
garantizar estos beneficios. La gente tiene menos, gasta menos y la gente que
vende, encuentra menos gente que compra. La producción no es rentable y los
gobiernos son más pobres aún.
Es un
círculo vicioso y no hay modo de salir.
Tal vez no
haya ninguna salida.
Es la
crisis estructural de la economía mundo-capitalista.
Vendrán
fluctuaciones caóticas y bastantes locas.
El sistema
se bifurca.
Nos
hallamos en una prolongada y fiera lucha en torno a qué clase de sistema va a
suceder mañana”.
Un trovador
moderno tendría que agregar a viva voz:
“No teman, Wallerstein
está hablando de su país, los EE.UU. Y está hablando de la vieja Europa. No
teman, pero recuerden”.
El colapso
mundial está sucediendo, mientras en la Argentina celebramos ayer el Día de la
Industria y hoy el Día del Inmigrante y el Día Nacional de la Historieta,
porque un 4 de setiembre de 1957 nació El
Eternauta del genio de Héctor Germán Oesterheld y la mano divina de Solano
López.
Eran los
días de la resistencia.
No es
casualidad que El Eternauta vuelva, celebrando la vida, ahora que somos
nuevamente un héroe colectivo.
El momento
del mayor ciclo de crecimiento industrial de la historia, es ahora.
Se crece a un promedio anual del 7,5%, desde el 2003 y la tendencia es a la suba, lo que sostendrá
la curva creciente de la inversión, la producción, el consumo y el trabajo.
“Qué lo tiró, Mendieta”, diría el Negro Fontanarrosa,
mientras Inodoro Pereyra le zapatea
un malambo a la Mulatona y al Clemente de Caloi.
Crecieron los salarios en la primera mitad del año. Creció
la construcción. Creció la industria toda.
El consumo de servicios públicos creció 7,5 %.
Pero el mundo, allá afuera, se desploma irremediablemente.
Los pequeños y medianos empresarios, señalaron ayer: “Vamos
a crecer mucho más en 2013”.
La clave es cuidar el país y cuidarnos juntos.
La clave es ir unidos y organizados.
La clave es no soltarnos de las manos.
Ni permitir que gobiernen, nunca más, los otros dinosaurios,
los que intentaron vanamente prohibir Tecnópolis, El Eternauta y el voto de los
pibes.
El Argentino, martes 4
de septiembre de 2012
1 comentario:
Quintos productores mundiales de aerosoles.
Argentina potencia...
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