Llegamos. Es primavera y todo lo demás puede seguir
esperando.
Mal que le pese al general invierno y su infantería, este
país nació para seguir naciendo en cada primavera.
Si esta prosa pudiera llenarse de pájaros y flores, dejaría
por el aire y por las calles una canción de amor y pueblo.
Con eso alcanzaría para seguir andando.
La Presidenta encabezó el acto de presentación de una nueva
fase del Plan PROCREAR.
Con terreno o sin terreno, habrá viviendas para todos, que
de eso se trata.
Es como decir, un país para todos.
Porque si hay una razón para vivir, esa es la casa de uno;
con su familia, con su balcón o su patio, con su ventana al cielo, con sus
libros, con su mesa y su escritorio.
Con sus afectos valorados en cada metro cuadrado.
Allí está la noticia y el mensaje de la Presidenta ayer por
la tarde.
Ese es el camino.
“Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los
cerezos”, decía Neruda en sus 20 Poemas de amor.
Claro que no dijo lo mismo Cristina en su discurso.
Pero al hablar de nosotros, los argentinos, con nuestras
virtudes y nuestras miserias, hablaba del país que florece como los cerezos en
la primavera.
Nos anotamos en la lista que sólo frunce el ceño ante las
injusticias y guarda memoria de sus propias raíces.
Habló del sentido de pertenencia y del orgullo de sentirnos
parte de un país que se integra mientras crece.
No como aquel país que dejamos en la antigüedad, antes de
Kirchner, que se desintegraba mientras más se achicaba.
La multiplicación del ladrillo habla de una Argentina que
crece y se iguala socialmente. Como este récord en la venta de autos cero
kilómetros.
Como el Presupuesto presentado ayer en el Congreso y que
habla de crecimiento, no de empobrecimiento.
Como saber que los organismos internacionales calificaron al
país como el segundo en la región en el rubro Inversión y Desarrollo social.
Como las reservas hoteleras para este fin de semana largo.
Como sacar dinero del cajero y acunar entre las manos un
billete de cien pesos con la cara de Evita.
Como declarar el acceso al agua potable un derecho humano
fundamental garantizado para todos y no una mera mercancía, como dijo ayer Abal
Medina.
Por eso, cuando usted vea hoy a los 17.800 ciudadanos que
participarán del tercer sorteo de viviendas del programa PROCREAR, acuérdese de
dónde venimos los argentinos y tenga un momento para repasar las noticias que
llegan desde afuera.
Por ejemplo, que en España el desempleo se multiplicó por
cuatro desde que estalló la crisis.
Nuestro modelo de país es otro, pero el planeta es el mismo.
Como decía Bertolt Brecht: “Me parezco al que llevaba el
ladrillo consigo para mostrar al mundo como era su casa”.
El Argentino, viernes 21
de septiembre de 2012
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