viernes, 21 de septiembre de 2012

La consagración de la primavera



Llegamos. Es primavera y todo lo demás puede seguir esperando.
Mal que le pese al general invierno y su infantería, este país nació para seguir naciendo en cada primavera.
Si esta prosa pudiera llenarse de pájaros y flores, dejaría por el aire y por las calles una canción de amor y pueblo.
Con eso alcanzaría para seguir andando.
La Presidenta encabezó el acto de presentación de una nueva fase del Plan PROCREAR.
Con terreno o sin terreno, habrá viviendas para todos, que de eso se trata.
Es como decir, un país para todos.
Porque si hay una razón para vivir, esa es la casa de uno; con su familia, con su balcón o su patio, con su ventana al cielo, con sus libros, con su mesa y su escritorio.
Con sus afectos valorados en cada metro cuadrado.
Allí está la noticia y el mensaje de la Presidenta ayer por la tarde.
Ese es el camino.
“Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos”, decía Neruda en sus 20 Poemas de amor.  
Claro que no dijo lo mismo Cristina en su discurso.
Pero al hablar de nosotros, los argentinos, con nuestras virtudes y nuestras miserias, hablaba del país que florece como los cerezos en la primavera.  
Nos anotamos en la lista que sólo frunce el ceño ante las injusticias y guarda memoria de sus propias raíces.
Habló del sentido de pertenencia y del orgullo de sentirnos parte de un país que se integra mientras crece.
No como aquel país que dejamos en la antigüedad, antes de Kirchner, que se desintegraba mientras más se achicaba.
La multiplicación del ladrillo habla de una Argentina que crece y se iguala socialmente. Como este récord en la venta de autos cero kilómetros.
Como el Presupuesto presentado ayer en el Congreso y que habla de crecimiento, no de empobrecimiento.
Como saber que los organismos internacionales calificaron al país como el segundo en la región en el rubro Inversión y Desarrollo social.
Como las reservas hoteleras para este fin de semana largo.
Como sacar dinero del cajero y acunar entre las manos un billete de cien pesos con la cara de Evita.
Como declarar el acceso al agua potable un derecho humano fundamental garantizado para todos y no una mera mercancía, como dijo ayer Abal Medina.
Por eso, cuando usted vea hoy a los 17.800 ciudadanos que participarán del tercer sorteo de viviendas del programa PROCREAR, acuérdese de dónde venimos los argentinos y tenga un momento para repasar las noticias que llegan desde afuera.
Por ejemplo, que en España el desempleo se multiplicó por cuatro desde que estalló la crisis.
Nuestro modelo de país es otro, pero el planeta es el mismo.  
Como decía Bertolt Brecht: “Me parezco al que llevaba el ladrillo consigo para mostrar al mundo como era su casa”.

El Argentino, viernes 21 de septiembre de 2012


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