Creer que
Moyano convoca a la Plaza por una reivindicación legítima, es como creer que el
presidente Lugo fue destituido democráticamente.
Ni una cosa
ni la otra.
Moyano
convoca fogoneado por el Grupo Clarín, por Macri y la Mesa de enlace rural y
apurado por su creciente aislamiento en la interna sindical.
Y en el
Paraguay hubo un golpe de estado.
La técnica
del encubrimiento es el denominador común de ambas situaciones.
Moyano no declara
que el paro y acto del próximo miércoles es pura y exclusivamente para golpear
al gobierno democrático de Cristina Fernández de Kirchner. Y Franco no admite
que es la cabeza de un golpe bancado por la oligarquía paraguaya.
Así están
las cosas en el sur del mundo.
Estos
movimientos de fuerzas de los opositores acumulan a favor de la destitución de
los procesos sociales encabezados por la mayoría de los gobiernos nacionales en
toda la región.
La edad de
la inocencia fue superada hace un largo rato.
Los que
vayan a la Plaza este miércoles no podrán pasmarse si se encuentran de golpe
con Cecilia Pando aquí y con Vilma Ripoll allá, con Pablo Moyano aquí y con
Pablo Michelli allá, con Eduardo Buzzi, Bonelli, Biolcatti, Macri y Gerardo
Morales saltando a grito pelado contra el gobierno.
Luis
Barrionuevo lo expresó con el sincericidio que lo caracteriza: “Así como
estuvimos acompañando a los ruralistas en contra de la 125 en la concentración
del 2008, así estaremos en la Plaza este miércoles”.
Y la alegre
muchachada de la progresía que entonces creyó ver en Biolcatti a un “campesino
maoista”, hoy seguramente ve en Moyano al “Agustín Tosco” que jamás tendrían de
su lado.
Esta
movilización es claramente una extensión capilar de aquella otra encabezada
por los ruralistas de la pampa húmeda
hace un mes frente a la Legislatura bonaerense contra el Impuesto Inmobiliario
Rural. Eso explica que se junten en tiempo y espacio, los camioneros y los más
ricos sojeros del país, representados por Magnetto y el Grupo Clarín.
Para los
distraídos habrá que seguir haciendo docencia.
Sólo 1 de
cada 10 trabajadores es alcanzado por el Impuesto a las Ganancias.
Este
tributo es una de las fuentes que nutren la redistribución del ingreso con toda
esa masa laboral que fuera excluida del sistema en los años de neoliberalismo.
Se llama
solidaridad social, por si lo olvidaron.
Argentina
tributa por este Impuesto apenas el 0,9% del PBI y el 6,6% de la recaudación
tributaria total, mientras que en Chile representa el 39,7%, en México el 30%,
en España el 45%, en Gran Bretaña el 50%, en Alemania el 47%.
El avance
de la sintonía fina toca intereses muy poderosos y protege a los más humildes.
Es eso lo
que irrita a las corporaciones.
El Argentino, lunes 25 de junio de 2012
2 comentarios:
Excelente como siempre, amigo Jorge!!!!
Gracias Compañeros, Compañeras! Y mucha fuerza, mucha unidad y organización, sin dejar ni un suspiro del alma en esta patriada que marcará el Siglo XXI! Un abrazo
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