La historia
contará que en estos años, desde el 2003, los argentinos recuperamos la patria.
Y dirá que
esa patria tenía un sueño y que ese sueño se hizo realidad cuando una
presidenta llamada Cristina Fernández de Kirchner concibió una casa para todos.
Desde
entonces, se dirá, la patria tuvo techo propio.
Allí está
el anuncio de ayer y la convocatoria para seguir procreando.
Véalo de
nuevo. Léalo cien veces. Coméntelo en el barrio y en la familia. Comparta esta felicidad
con todos los que pueda. Alargue este festejo que bien nos merecemos.
Cuente que en
el Museo del Bicentenario estaban los que vienen trabajando en el proyecto desde tiempo atrás.
Que junto a
la Presidenta estaban Kicillof y Bossio, López, Reibel y Vulcano, los
trabajadores de la construcción.
Y estaba la
vida celebrándose.
Serán 400
mil las viviendas. 100 mil en el primer tramo. Plazos de 20 a 30 años para
saldar el crédito de hasta 350 mil pesos. 200 mil puestos de trabajo para
carpinteros, albañiles, electricistas, plomeros, ingenieros, maestros mayor de
obra, pintores, techistas y poetas que las habiten.
Con un país
como el nuestro, todos somos algo poetas.
Entremos a
esa casa, como cantó alguna vez José Pedroni.
“Esta es
nuestra casa. Entremos. Para ti la hice como un libro nuevo, mirando, mirando, como
la hace el hornero. Tuya es esta puerta; tuyo este antepecho y tuyo este patio con
su limonero. Tuya esta solana donde en el invierno pensará en tus párpados tu
adormecimiento. Tuyo este emparrado que al ligero viento moverá sus sombras sobre
tu silencio. Tuyo este hogar hondo que reclama el leño para alzarte en humo, para
amarte en fuego. Tuya esta escalera por la cual, sin término, subirás mi
nombre, bajaré mis versos. Y tuya esta alcoba de callado techo, donde, siempre
novios, nos encontraremos.
Esta es
nuestra casa. ¡Hazme el primer fuego!”
Como se
verá, la decisión de Cristina nos invita a volar.
Justo ahora
que tendremos tierra y casa para todos.
En este
país que crece en medio de la tormenta global, es imposible entender el odio de
“las cacerolas”.
¿Será
porque en el mismo día que nació este plan, el diario de los Mitre, La Nación,
no salió a las calles por primera vez en su historia?
¿Será
porque la ONU informó que Argentina es uno de los países con menor pobreza
infantil y menor tasa de desocupación,
según la OCDE?
¿Será
porque Argentina no disputa el interés de los isleños sino que los respeta, más
allá que manifiesten su deseo de ser ingleses o extraterrestres?
Argentina reclama
su plena soberanía sobre Malvinas, que es algo muy distinto.
Y ya que
estamos, podríamos incluso construir algunas casas en Malvina y Soledad.
¿O no es el
mismo sueño?
El Argentino, miércoles 13 de junio de 2012
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