lunes, 18 de junio de 2012

Argentina, un país feliz



Esto dijo Guillermo Moreno y lo aplaudieron de pie: 
“Si a la gente el salario le alcanza sólo para comprar comida, está tranquila y triste. Eso fue Menem. Si a la gente no le alcanza, hace lo que tiene que hacer. Eso fue la Alianza. Si a la gente le sobra un mango para ir al cine, cambiar los zapatos e irse de vacaciones, está feliz. Ese es nuestro gobierno”.
Pedagogía pura.
Y ayer fue un día más que feliz en la Argentina.
El Día del Padre desató la alegría familiar, el consumo interno y la compra de regalos a granel. 
Si el PBI creció 5,2% en el primer trimestre del año y según la encuesta anual “Planeta Feliz” de los EE.UU. nos ubicamos en el país número 17 mientras España y otros países europeos se ubican alrededor del puesto 70, eso verifica nuestro título de hoy. ¿O no?
Si el registro de la ANSES bate todos los récords en la inscripción federal para obtener los Créditos PROCREAR con 300 mil personas ya anotadas y el Secretario de Seguridad, Sergio Berni, dio a conocer una estadística regional que ubica a Buenos Aires como la ciudad con más bajo índice de criminalidad junto a Santiago de Chile, es para ponernos, prudentemente felices.  ¿O no?
Falta mucho. Pero por algo se empieza.
Además, con la cantinela de “la inseguridad” y “la inflación” que tanto desvela a la derecha, los datos nos evitan recurrir sólo a las sensaciones.
La semana que dejamos atrás fue la del anuncio de las 400 mil viviendas, la de la Presidenta en Naciones Unidas defendiendo Malvinas y las acciones de YPF trepando hasta las nubes después de la inyección de optimismo y capital del nuevo socio mexicano, Carlos Slim.
El kirchnerismo es previsible: siempre sale hacia delante.
Ahora llega el turno de batallar la línea del porvenir en el poderoso G-20. Y allí también estará Cristina representándonos. Estará con Putin, con Dilma, con el presidente francés, con el primer ministro chino, con los principales líderes mundiales.
Maldito aislamiento ¿dónde estás?
El mundo se debate entre la tristeza de un ajuste inhumano y la alegría esperanzada del desarrollo inclusivo. Casi como entre la vida y la muerte.
Entre la democracia de los pueblos y la dictadura de los mercados.
Salud al pueblo griego que alumbra como puede una democracia justa.   
Habrá que ponerse cinturón de seguridad ante los cambios veloces que se vienen.  
Pero tranqui. Argentina y la mayoría de los países hermanos de América Latina encontraron su rumbo cuando el siglo amanecía.
Más trabajo, más consumo, más soberanía, más patria en definitiva.
Es una pena que no todos lo entiendan así.
Terminan sirviendo de jeringa al veneno que dispara Clarín.
Allá ellos con sus odios.
No podrán contra un país feliz.

El Argentino, lunes 18 de junio de 2012

No hay comentarios: