jueves, 21 de junio de 2012

Durmiendo con el enemigo



La Presidenta de los argentinos regresa al país después de protagonizar algunas de las más dignas batallas que libró nuestra democracia.
En Naciones Unidas defendió con altura de estadista la soberanía en Malvinas reclamando al Reino Unido que se siente a dialogar como manda la ONU desde 1965.
En Nueva York convocó a empresarios a invertir en Argentina, particularmente en YPF.
En México, lideró junto a Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, la defensa de un modelo de desarrollo inclusivo que rescate al trabajo, al consumo, a la producción antes que a los depredadores financieros que azotan a los pueblos del viejo mundo.
Allí mismo dio una clase de civilidad y buenos modales al premier ingles, Cameron, ofreciéndole los textos de las 40 Resoluciones de la ONU que instan al dialogo por Malvinas. Y el británico se negó. 
Por último, el mensaje ambiental que ayer transmitió a la delegación argentina para que rechacen en la Cumbre de Río la pretensión de los países desarrollados de imponernos su contaminación en nombre de la “economía verde”.
Y se volvió de urgencia.
Lo vamos a decir bien clarito: esta Presidenta es un orgullo para esta generación y para las que pasaron y las que vendrán.
Su regreso es un regreso con gloria para los argentinos todos, piensen como piensen.
La podrán crucificar los poderosos medios que asisten aterrados a tanta osadía de la política, de la soberanía, de la dignidad, de la verdadera democracia. Pero no podrán contra el avance de la historia.
Aprendimos con Manuel Belgrano, al que ayer recordamos, que el miedo sólo sirve para perderlo todo.
Que lo sepa Clarín y que lo sepa Moyano, que lo sepan las corporaciones y los poderosos: aprendimos la lección.
En estos días el Reino Unido de Gran Bretaña, la reina de los mares y el saqueo colonial durante siglos, el que conserva 10 colonias en el mundo, acusó a la Argentina de ser “colonialista”.
Durán Barba, el asesor de Mauricio Macri, autor intelectual del “juguemos limpios”, fue procesado por hacer campaña sucia.
Los proteccionistas del poder financiero, con el FMI a la cabeza, acusan de “proteccionistas” a los países de la América Latina.
Moyano atacó al gobierno que recuperó las paritarias, 5 millones de empleo, la dignidad del salario. 
Eso se llama cinismo. Porque cinismo es agredir al gobierno en nombre de los trabajadores cuando es el gobierno que más derechos sociales reparó.      
El paro salvaje de Moyano impacta de lleno contra la gente. Dejó sin gas y combustible a pueblos, a hospitales, al transporte.
Mientras la Presidenta defiende aquí y afuera los intereses de la patria, algunos   extorsionan a los argentinos.
Eso se llama “durmiendo con el enemigo”.

El Argentino, jueves 21 de junio de 2012

No hay comentarios: