Podríamos contarles que el país viene cambiando, que se
recuperó el empleo y hay un plan de viviendas para todos y no se reprimen los conflictos.
Pero no alcanza ni sirve si ellos dos no están.
Podríamos decirles que América Latina es otra y aunque no lo
crean, hay presidentes y presidentas que hablan y sueñan como lo hacían ellos.
Pero no alcanza ni sirve si ellos dos no están.
Podríamos prepararles un informe que de cuenta de avances y
retrocesos en estos diez años de ausencia y que hubo un flaco desgarbado que se
llamaba Kirchner que le dijo “No al ALCA” y se lo dijo en la cara al más pesado
del mundo.
Podríamos decirles que los pibes más humildes y las embarazadas
cobran la Asignación Universal por Hijo y que Videla, Martínez de Hoz y los
genocidas de la dictadura están presos y se descubrió que los que titularon “la
crisis causó dos nuevas muertes” robaron Papel Prensa en una mesa de torturas.
Pero no alcanza ni sirve si ellos dos no están.
Podríamos contarles que ya no cortan rutas los desocupados
sino los patrones del país injusto, los que entonces mandaban cuando ellos dos estaban
en el Puente y lo cortaban y Maxi y Darío abrían con sus vidas las puertas de
un país más justo.
Podríamos decirles que estamos orgullosos de ellos porque
los pibes de ahora los tienen de ejemplo y de bandera y que discuten todo y que
no callan nada y que rompieron el miedo a la palabra frente al monopolio de los
poderosos y que el Gobierno de Cristina como el de Néstor Kirchner, a golpe de
ternura y convicción dijo que Memoria, Verdad y Justicia es una política de
Estado y no la seña de otra desesperanza.
Podríamos contarles que un gran poeta, Leónidas Lamborghini,
soñó que Santillán decía: “Vi a Kosteki caer ensangrentado y acudí a cubrirlo.
Caí, como él, muerto por la jauría policial. Ni muertos, ni vivos; ahora nos
vemos en la memoria del puente que cortamos, haciendo memoria como hacíamos
pan: contra el olvido que nos pide paso”
Pero no alcanza ni sirve si ellos dos no están.
Podríamos avisarles si hoy sobrevuelan el Puente, los
barrios y las plazas, que ya no gobiernan los represores y los hambreadores que
ellos combatieron y que se cuiden del frío este 26 de Junio, pero no de este
gobierno que no asesina.
Podríamos decirles que, como Darío ese día en la Estación
cubriendo con su cuerpo el cuerpo moribundo de
Maximiliano, un día vino Kirchner y puso el suyo sobre el cuerpo herido
de ese mismo pueblo que cortaba puentes para abrir futuro y que luego, en plena
batalla, le brotaron alas y se largó a volar para siempre entre nosotros.
Quizá alcance y sirva para creer que estamos construyendo,
ahora sí, un país donde entremos todos.
El Argentino, martes 26
de junio de 2012
2 comentarios:
si te tuviera ceerca te desfiguraria la cara a trompadas.
basta de poner al millonario muerto al lado de dario y maxi
Señor Anónimo: no se tome el trabajo sucio de atacarme. Ya lo hicieron los genocidas durante la dictadura. Le aseguro que entonces sí me desfiguraron la cara, me quebraron las costillas, me pasaron picana electrica varios días seguidos...y sin embargo sigo aquí, amando las cosas simples y maravillosas de este pueblo. Amando a Cristina, a Néstor y a este maravilloso pueblo que somos. No lo digo porque me haga el guapo. Le aseguro que no lo soy. Pero sí me juego por lo que creo. No se enoje por mi prosa. No lastima a nadie. No le deja huellas en el cuerpo. Como verá, usted podría volver a desfigurarme, pero ni usted ni los que son como usted podrán desfigurar jamás mis convicciones. Atentamente. Jorge Giles
Publicar un comentario