martes, 30 de marzo de 2010
ENTRÉGATE TRAPITO, ESTÁS RODEADO
Mauricio Macri sigue en su afán de combatir la pobreza y, ya que está, combatir a los pobres.
Duro con ellos Mauricio. Que no quede ninguno para el Bicentenario.
Que las callecitas porteñas vuelvan a oler ese perfume francés del primer centenario, aunque el Riachuelo no sea el Sena ni la “poli” del Fino sea la “poli” parisina.
Que no se vean trapitos ni artistas callejeros ni artesanos, es también una manera de despegarse de “la mierda oficialista”.
La picana eléctrica Taser será el arma para combatir a estas mafias urbanas.
Ya que no habrá multas ni trabajo correctivo para estos delincuentes, por que “estas mafias están compuestas por gente que no tiene patrimonio”, afirmaron los de Macri.
¿No es fino?
En solemne conferencia, el jefe de la Ciudad comunicó la inclaudicable decisión de reformar el Código contravencional para prohibir la actividad de los pibes que cuidan y limpian coches en las calles, “los trapitos”, prohibir el uso de palos y los rostros cubiertos de manifestantes y autorizar la inmediata intercepción de personas que por “su aspecto” resulten sospechosas, antes que puedan cometer un delito y, si estas personas portaran una ganzúa, un elemento cortante, o cualquier otro que haga presumir la comisión de un delito, pues bien, entonces a meterlos en la gayola.
A guardar el corta uñas señora, por las dudas.
En primicia, estamos en condiciones de informar (como diría un movilero) que la inteligencia macrista, que incluye a los legisladores del Pro, habría detectado una conversación de la Presidenta con su esposo, en donde ambos pronunciaron en sólo media hora de charla, al menos cien veces la palabra “inclusión social”.
Advertido de este dato, dice la fuente, absolutamente veraz, Macri no dudó en convocar a su gabinete para decirles que su gobierno haría exactamente lo contrario del modelo de inclusión que preside Cristina; es decir, ejecutaría más exclusión social.
Y lo habría fundamentado en los principios de las artes marciales, que enseñan a identificar a un enemigo, haciendo exactamente lo contrario que el enemigo hace.
“¿Por quién empezamos, jefe?” Habría preguntado Rodri Larreta.
A lo que Macri respondió con su tonito habitual:
“¿Y con quién va a ser, papá?” “Con los trapitos” se respondió él mismo.
La estrategia fue saludada con largos aplausos y vivas de los presentes y algunos, muy sensibilizados, derramaron lágrimas de emoción mientras elevaban al cielo sus miradas y gritaban entusiastas: “Aleluya, bendito sea el señor”
Para no blasfemar ni ofender a nadie, preferimos dar rienda suelta a nuestra cultura discepoliana, en el vano intento de explicar semejante despropósito reaccionario.
Lo hizo maravillosamente León Gieco en su canción “El Imbecil”:
“Son de los que quieren que los chicos estén pidiendo guita y comida en las calles.
Cerrás las ventanillas de tu auto falo, cuando los chicos te piden un mango.
Cuidado Patri, guarda Ezequiel, cuidado el bolso con cosas de valor.
Cuidado Nancy, poné el brazo adentro, de un manotazo te sacan el reloj.
Soy su padre y les voy a explicar que piden para no trabajar.
No tuvieron la suerte de ustedes de tener un padre como el que tienen”.
Ya no hace falta gastarse en palabras para describir el modelo de país de Macri, Carrió, Cobos, Duhalde, De Narváez.
Hay que mirar la ciudad, nada más.
Lo que para Cristina es inversión social, para esa derecha, como lo dice Clarín, es puro “gasto público”.
¿Pondrán en esa lista de “gastos” la fenomenal transferencia de recursos que la Nación otorga a Macri en obras de infraestructura y subsidios que en dinero significan un 50 % más al presupuesto porteño?
Cuando usted lea que dicen: “hay que recortar el gasto público de los Kirchner”, sepa que están proponiendo cortar la obra pública, la construcción de viviendas, escuelas y hospitales, la creación de fuentes de trabajo y producción.
Después elija.
Entre la pulsión de la vida y la pulsión de la muerte, no hay mucho para dudar.
Jorge Giles. El Argentino, 30 de marzo de 2010.
http://www.elargentino.com/nota-84144-Entregate-Trapito-estas-rodeado.html
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4 comentarios:
La verdad que si todos lo periodistas fueran como vos estariamos arruinados. Sos impresentable, no podes escribir un articulo como este. Estas mezclando temas. No podes decir que macri esta combatiendo a los pobres cuando lo unico que va a hacer es prohibir a los trapitos.
Jorge, si confiesa que desconoce las mafias de los trapitos o los cuidaches está viviendo en un universo paralelo. No puede tapar el sol con las manos. Le recomiendo que visite Buenos Aires de vez en cuando o que pregunte a los porteños qué opinan al respecto.
Larri Rodeta no lo puede ocultar, hace poco que dejó el chupete. “El jefe”, otro tanto.
Y yo debo ser escueto, porque esto que escribo es solamente un comentario, al solo efecto de expresarle -Sr. Jorge Giles- que concuerdo con el contenido de su artículo.
“La seguridad” es un tema demasiado importante y serio como para ponerla en manos de dos personas tardíamente destetados, dos sietemesinos de la vida de la calle.
Es muy posible que no puedan comprender cómo es la existencia de estos orejanos sociales que sobreviven con las migajas de los que andamos en auto.
De hecho que ninguna de estas disposiciones conduce a combatir el delito.
Policarpo Cuaresma
Ayyy Jorge, Jorge que impresentable que sos hablas de pobres en la nota y lo peor de todo que en un tono de defensa encima, no expresas que hay que construir calabozos, "matarlos directamente", por dioss con gente como vos así esta el país...
Y aplaudo de pie que así sea, no es en vano que hoy este en tu blog... sino que me emocione muchisimo al leer tu nota "Que la revolución viene oliendo a jazmín" y descubrí en vos un comunicador que sostiene lo más lindo de la profesión, la posibilidad de crear los puentes para que sean muchos más los que transiten el camino de la transformación...
Es inaceptable ver como pululan ciertas expresiones "lo único que se va a hacer es prohibir a los trapitos". Y mañana prohibimos a los pobres, a los morochos, a los gordos, a los que se comen las S, y a los que tienen solo un par de zapatillas, por eso es hermoso que de a poco estemos volviendo a tomar las plazas, las esquinas, las que siempre fueron y seguiran siendo nuestras porque tenemos las ganas, las convicciones y una idea genuina de la lucha por lo cotidiano...
Abrazo grande
Marina
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