La dependencia, la colonización moderna y los poderes económicos que la ejecutan, pretenden desde hace más de 30 años un endeudamiento eterno de los países periféricos.
Esa fue la forma de quitarnos soberanía para impedirnos crecer.
Lucraban con el cobro de los intereses de la deuda. No con su pago.
Y si alguien pretendía pagar, pagaría el total de lo adeudado.
Por cada 100 dólares que se debían, se pagarían 100.
¿Pero qué hizo Argentina con Néstor Kirchner en el 2005 y qué hará ahora con Cristina?
Pagará tan sólo 35 dólares por cada 100, ahorrando 65 para el país.
¿Se da cuenta? Es el digno desendeudamiento que se acaba de anunciar al mundo.
Nos ponemos de pie para saludar esta segunda independencia que viene aconteciendo. Y que nos libera de las cadenas del default de Rodríguez Saa.
Tanta sangre derramada en el país, no ha sido en vano.
La dictadura que asaltó el poder el 24 de marzo de 1976 fue el intento más violento por imponer un modelo de país dependiente.
Esa fue la razón del genocidio del Bicentenario.
Buscaron levantar sobre las cenizas de este pueblo manso, un país sin obreros ni productores ni estudiantes ni jóvenes con utopías. Un país cementerio.
Es cierto. Tuvieron su cosecha en democracia largo tiempo.
Neoliberalismo e indultos mediante.
Sin embargo, este año será muy distinto a los años anteriores.
El ánimo destituyente denunciado cuando los patrones rurales saltaron a las rutas, envalentonados por el monopolio mediático y acompañados por más de un abombado que se sumó, por las dudas, para salvar el pellejo, llevaba implícito un ánimo instituyente y restaurador de aquel viejo país de los cementerios.
Esa ofensiva de la derecha, comenzó a agotarse cuando se descorrió el telón en el nuevo Congreso.
Y mostraron las uñas. Y enseñaron los colmillos. Y “actuaron”, como dijo Carrió, para meter miedo, mucho miedo a todo el mundo.
Hasta acá llegaron.
Este año la tortilla comienza a darse vuelta.
El modelo de país que hoy gobierna es sólo entendible en su integridad.
Sería imbecil acordar o condenar a este gobierno por una sola de sus partes y de sus políticas.
Hay un todo que se integra con el Juicio a los represores y la Asignación Universal por Hijo, con la Unidad latinoamericana y el Plan Argentina Trabaja, con la recuperación de 5 millones de empleos y el desendeudamiento externo.
En la mirada integradora sobre este proyecto político que pronto cumplirá 7 años en el gobierno, está el mejor homenaje a los 30 mil desaparecidos.
Mañana, en las plazas populares, habrá que pasar lista de lo que se construyó en medio de la mayor crisis mundial.
Para seguir sumando:
*Ayer se conoció un ranking que ubica a la Argentina como la quinta mejor economía del G-20. Después de China, India, Indonesia y Australia, viene Argentina. Único país del continente que creció económicamente en el año de la gran crisis mundial. Recordando a Walsh, permítase un acto de alegría y libertad y lea de nuevo la noticia. *El Informe bianual de Naciones Unidas sobre hábitat, concluyó que mientras los barrios marginales, las villas miseria, las favelas, crecen en el mundo por la crisis, Argentina se convirtió en uno de los tres únicos países de América en reducir la indigencia en base a “la mejoría en las viviendas y a un mejor acceso al abastecimiento de agua y los servicios de saneamiento”.
Léalo de nuevo y disfrute del orgullo de ser argentino.
*Todos los datos de los últimos estudios sociales, públicos y privados, coinciden en señalar que la suba de la matricula escolar en un 25 %, el aumento del consumo de alimentos y productos básicos, de la atención primaria de la salud y el crecimiento del consumo eléctrico, son claros indicadores de los resultados de las políticas económicas y sociales aplicadas por el gobierno.
Pese a la oposición obstructiva que este gobierno sufre, el país sigue creciendo.
Y estas noticias son el mejor homenaje a quienes lo dieron todo por construir una nación grande con un pueblo feliz.
Jorge Giles. El Argentino 23 de marzo de 2010.
http://www.elargentino.com/nota-83120-Canje-Si-Colonia-No.html
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