La Presidenta viajó a Chile con un abrazo solidario a Michelle Bachelet y al sufrido pueblo chileno.
Néstor Kirchner reasumió la conducción del PJ en un multitudinario acto en el Chaco y auguró larga vida para el modelo nacional y popular.
El rejunte opositor estalló por el aire.
Miles de ciudadanos se movilizaron abrazando el Congreso en respaldo a Mercedes Marcó del Pont, condenada ayer por el tribunal inquisidor de una facción opositora.
Quizá hoy el pleno del Senado pueda enmendar este agravio dictatorial y finalmente apruebe el pliego de la Presidenta del Banco Central.
Se verá.
El mensaje de la funcionaria y militante política, fue claro y contundente.
Pero el inquisidor Gerardo Morales no la escuchó ni la quiso escuchar en razón que su decisión autoritaria de echarla, por pensar diferente a ella, ya había sido tomada con anterioridad.
El relato de lo que pasó ayer es conocido por todos; allí están las noticias con sus descripciones y sus distorsiones.
Sólo queremos subrayar una imagen secuenciada y en contraste, para fundamentar una vez más, el porqué sostenemos desde esta columna que si este rejuntado politiquero de la oposición vuelve a manejar el gobierno en un futuro lejano, el país volvería a ser vaciado, acorralado, inmolado a favor de los intereses buitres.
Esa imagen secuenciada mostró a una oposición unida al mediodía para “fusilar” al gobierno, a través del paredón sumarísimo contra Mercedes Marcó del Pont y, cumplido su propósito, la mostró por la tarde despedazándose a cuchilladas públicamente, entre ellos mismos, haciendo fracasar, una vez más, la intentona de realizar una sesión especial.
El odio de Elisa Carrió es insaciable. Muerde a sus enemigos y cuando no los encuentra a mano, muerde a sus socios y amigos.
Se dijeron de todo. Todos contra todos. Los radicales le respondieron con ironías. El Pro otro tanto. El pejotismo de Menem y Duhalde, viejas hienas del desierto, husmeaba en busca de carroña.
Cleto Cobos es sólo una sombra desteñida.
Esa bolsa de gatos, se pelea por disputarse la delantera ante los verdaderos dueños del poder económico y mediático, que es la que maneja realmente el escenario opositor.
Lo venimos afirmando desde el momento que la Presidenta anunció su intención de utilizar las reservas monetarias para afrontar el pago de los compromisos contraídos por los mismos legisladores que hoy la cuestionan, cuando ellos fueron gobernantes en los noventa y hasta el 2002.
De un lado está un gobierno decidido a invertir cada vez más en el desarrollo del mercado interno sin afectar un centímetro el presupuesto social de la nación. Los sectores políticos y sociales que lo acompañan son los que se movilizan en defensa de las conquistas alcanzadas desde el 2003 a la fecha.
Del otro, está la derecha de siempre, la que apoyó todas las dictaduras, la que maneja el poder mediático. La que legó este presente turco de una deuda escandalosa que tiene directa relación con el estallido del 2001.
El gobierno radical de Gerardo Morales vació el Banco Central en simultáneo con el corralito a los ahorristas argentinos y la fuga de capitales, maniobras diseñadas y ejecutadas por el hombre fuerte de ese débil gobierno, Domingo Cavallo.
¿Por qué se niegan a desendeudar al país ahora?
Porque mantener el país endeudado es el gran negocio de los fondos buitres, a la espera de que gobiernen sus amigos nativos y volver a vaciar las arcas del Tesoro y el Banco Central.
Ponen la cara más dura para explicar lo inexplicable que resulta que los argentinos contraigan nuevas deudas a un costo del 15 o 20 % de interés cuando tenemos nuestras propias reservas en el colchón.
¿No hay olor a negocio espurio en todo esta pantomima senatorial?
En el Estadio de Ferro, Néstor Kirchner seguramente volverá hoy a reafirmar que sin caer en provocaciones, los argentinos debemos estar unidos y dispuestos a impedir que los fondos buitres sigan incubando sus huevos en el mismísimo Congreso de la Nación.
Jorge Giles. El Argentino 11 de marzo de 2010-
http://www.elargentino.com/nota-81456-Los-senadores-de-los-fondos-buitres.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario