La Presidenta estará hoy en el barrio de Mataderos, visitando una fábrica recuperada por sus propios trabajadores.
Una de las tantas empresas abandonadas por el mercado, vuelve a florecer como la Cooperativa de Trabajo "Envases Flexibles".
No es un milagro. Es la consecuencia de la lucha de los trabajadores y el acompañamiento de un Estado solidario porque, como dijo ayer la Presidenta en la inauguración de la Casa del Bicentenario, "todos tenemos derecho a tener las mismas oportunidades y esto lo debe asegurar el Estado que nos representa a todos. El Estado es garantía imprescindible para un proceso de equidad y equilibrio en la relación de fuerzas. Es tramposo dejar librado a las fuerzas del mercado el signo de igualdad de capacidades".
Los vientos han cambiado en la Argentina. Sólo hay que caminar por las calles para advertirlo.
Un restaurante, una agencia de viajes, una tienda de ropas, una plaza de barrio, la entrada al cine en horario de cine, el transporte público, las casas de artículos para el hogar con sus televisores, heladeras, estufas y lo que venga, las librerías, otro restaurante.
¿Están vacíos acaso?
Fíjese por favor en los cajeros automáticos.
Siempre hay gente retirando dinero. Siempre. Observe el aspecto de esos ciudadanos. Hay de todos los sectores sociales.
¿Nos damos cuenta de estos detalles?
Pocos años atrás, los más humildes casi no accedían a los cajeros. Se limitaban a cobrar el salario una vez por mes, en el mejor de los casos.
Ahora son cinco millones de salarios agregados y es el cobro de la Asignación Universal por Hijo y el haber mensual por el Programa Argentina Trabaja y la jubilación y el pago en cuotas.
Compruébelo con usted mismo.
La vida es bella y generosa con los argentinos.
Para valorarlo así, hay que mirar adelante pero también mirar el espejo retrovisor, como dice Cristina.
No se trata de caer en la bobería del infame “es lo que hay”. Sino de saber, a ciencia cierta, que este modelo de desarrollo que hoy gobierna, es lo mejor que nos pudo pasar en medio siglo de vida.
¿O acaso en Grecia, en Noruega, en Irlanda, en EE.UU., en España, por nombrar algunos de los países emblemas del “buen colonizado” están mejor que nosotros”?
Todos los días usted encontrará una, dos, tres, muchas noticias alentadoras para nuestra economía.
Nadie puede ocultar, ni Clarín siquiera, que hay una fuerte recuperación del crédito, de las ventas de inmuebles para viviendas familiares, de la producción industrial, de la demanda de empleo, de la matrícula escolar, del consumo interno.
Por eso es bueno andar sin anteojeras por la calle. Darnos cuenta que la realidad es esa, la que se ve, la que se puede palpar y oler y tocar una y otra vez con las propias manos, sin dejar que los intermediarios de guante blanco lo hagan en nombre nuestro.
Algunos se sorprenden porque las últimas encuestas realizadas por consultoras, no precisamente amigas del gobierno, señalan que mientras bajan en caída libre todos los percherones opositores, Macri, Cobos, Carrió, Duhalde, etc., la imagen e intención de voto de Cristina y Néstor Kirchner sube día a día.
Para ser más claros: Kirchner lidera las encuestas muy por encima de los veinte caciques en que se divide la oposición.
¿No es de sentido común pensar que si la economía del país y el bolsillo de los ciudadanos mejoran crecientemente, los principales líderes y mentores de esa economía de crecimiento inclusivo sean los que cosechen la valoración positiva de la sociedad?
Es por eso que la derecha y sus cómplices de la progresía, los imberbes a destiempo, atacaron ese sentido común para dinamitar los puentes entre la representación política-gubernamental y la realidad social y económica en plena expansión y crecimiento.
La Argentina es una gran fábrica recuperada. Pese a las "malas ondas" de las minorías.
En las calles vemos, comprobamos, palpamos, que un viento de alegría empezó a soplar con más fuerza.
Jorge Giles. 17 de marzo de 2010.
http://www.elargentino.com/nota-82293-La-Argentina-es-una-fabrica-recuperada--.html
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