martes, 2 de agosto de 2011

Ni triunfalismo propio ni derrotismo ajeno


Las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (P.A.S.O.) están a la vuelta de la esquina: el próximo 14 de agosto, 28 millones de argentinos concurrirán a las urnas en todo el país para elegir con su voto a los candidatos que podrán competir en los comicios presidenciales y legislativos de octubre.

Faltan apenas 12 días para que la ciudadanía deje atrás, definitivamente, aquella vieja política que sentenciaba, entre cuatro paredes, quiénes podían ser candidatos y quiénes no.

De aquí en más será un derecho y un deber ciudadano elegirlos con el voto democrático.

Sinceramente, es para celebrar este salto a la luna que daremos en nuestra cultura política.

Superado un pequeño entuerto judicial suscitado en la Capital, el ministro Florencio Randazzo fue más que elocuente cuando afirmó ayer por enésima vez que las P.A.S.O. se realizarán sí o sí.

Ni triunfalismo propio ni derrotismo ajeno, titulamos nuestra columna.

Nadie debería subestimar a una derecha que no tiene buena fama en nuestra historia.

Pero tampoco comprarse el derrotismo que arroja el bombardeo mediático que arrecia sobre nuestras cabezas en el vano intento de deprimirnos, entristecernos, desmoralizarnos y confundirnos.

El arma utilizada en esta campaña sucia sigue siendo la mentira y la difamación.

El ataque brutal de Clarín y La Nación, más sus repetidoras radiales y televisivas, contra la Presidenta de la Nación y sus ministros, es harto elocuente. El cerco informativo no tiene antecedentes en todo el continente.

Todo resulta negativo para la corporación mediática.

Ese bombardeo probablemente continuará hasta el 14 de Agosto y después también. Nada habrá que temer en tanto estemos advertidos que se transformaron en un vulgar y mentiroso panfleto opositor.

Es tan enfermizo ese afán derrotista que emanan las tapas de los diarios y los noticieros de la corporación, que desconocen la realidad que viven, que tocan, que perciben los argentinos más allá de sus banderías partidarias o ideológicas.

Esos medios transitan una realidad tan enajenada que niegan, por ejemplo, tanto el valor de la Asignación Universal por Hijo como el crecimiento constante de las reservas monetarias de los argentinos.

Tiran humo para ocultar el verdadero país y porque están en un laberinto del que no salen ni siquiera por arriba: Macri no es candidato presidencial y el Grupo Clarín, siendo el partido opositor con más poder, no se constituyó en un partido electoral.

Para colmo, la causa de Papel Prensa y su vínculo con la dictadura se complicó aun más con las pruebas aparecidas en un libro recientemente publicado.

“Estamos en el horno” diría Magnetto.


El Argentino, martes 2 de agosto de 2008

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