El mundo tiembla, la banda sigue tocando en la cubierta del Titanic…mientras la Argentina no para de crecer.
¿Cómo se entiende esto?
Tracemos una raya sobre la mesa.
De un lado pongamos al mercado y del otro al Estado.
De un lado, la voracidad de ganancia empresarial con el menor costo posible.
Del otro, el gobierno y los gobernados, en especial, los más humildes.
Pregunta: ¿De qué lado debiera estar el gobernante? ¿Del Estado o del mercado?
El dilema de los presidentes, en todo tiempo y lugar, es tan sencillo como este planteo.
Ejemplos concretos: Obama y Rodríguez Zapatero, presidentes de los EE.UU. y España respectivamente, se ubican del lado del mercado cuando aceptan resignadamente las políticas de ajuste antisocial que vienen aplicando.
En vez de colocarse del lado para el que fueron votados, defendiendo la salud, la educación, el empleo, la producción, el consumo, vuelcan el alma en la banquina derecha, mutilando derechos sociales de los ciudadanos.
Es dramático vivir allí donde los gobernantes hacen opción por los ricos.
Calma. En la Argentina y en gran parte de la América Latina, los Presidentes se ubican allí donde están sus pueblos.
Por eso las políticas entre los mandatarios del norte y los del sur son tan diferentes.
Y por eso también, cuando digan que este razonamiento es reduccionista y binario, es porque quieren mezclar para confundirnos, haciéndonos creer que todo da igual.
No hay un “milagro argentino”. Hay un proyecto de país que se inició con Kirchner y continúa con Cristina.
Si no se ven las cosas de este modo es imposible comprender porqué hay más autos, más electrodomésticos, más turismo, más consumo general.
Y es porque se reconstituyó el valor del empleo, del salario, de la jubilación. Y eso fue posible porque se fortaleció el rol del Estado, se recuperó el valor de la política y se consolidó la institución presidencial.
¡A más Estado, más mercado! Esa es la clave.
Aquí manda la democracia y allá lejos, mandan los dueños del poder.
Una pregunta de cabotaje: ¿De qué lado se ponen los opositores que quieren derrotar al modelo gobernante? ¿De qué lado se pone Alfonsín cuando pide la renuncia de Zaffaroni igual que la pide el Grupo Clarín? ¿De qué lado se ponen cuando condenan la Asignación Universal por Hijo, el Juicio a los genocidas y la amistad de los pueblos en la UNASUR?
¿Y dónde están parados los que callan cuando amenazan a Hebe y a las Madres?
Los opositores se desvelan por construir una candidatura.
El gobierno de Cristina por construir un país para todos.
Vaya con la diferencia.
El Obispo Angelelli, a 35 años de su asesinato, sigue alumbrando el camino: la opción es siempre por los más pobres.
El Argentino, jueves 4 de agosto de 2011
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